Primero fue la expulsión del ex número 2 de Vox Málaga, Antonio Pulido, por denunciar la presencia de un acosador sexual en el partido, y ahora la desautorización del coordinador del partido verde en Mijas, Alberto González, por oponerse a la presencia de niños en actos institucionales del Orgullo Gay. Vox Málaga reivindica a Groucho Marx en esto de los principios: “Si no le gustan, tengo otros”.

Alberto González publicó en las redes sociales una fotografía institucional con motivo del Día del Orgullo LGTBI -que se celebró el pasado lunes en la localidad- donde aparece buena parte de la corporación municipal ante el ayuntamiento para reivindicar los derechos del colectivo. En la imagen se ve la bandera arcoiris colgada desde la fachada del balcón municipal, y junto a varios ediles y representantes del colectivos LGTBI, a dos niños que llevan en la mano, al igual que los adultos, abanicos que representan los colores de la bandera.

El dirigente local de Vox escribe junto a la fotografía: “El ayuntamiento de Mijas, no solo ignora la sentencia del Tribunal Supremo al instalar la bandera LGTBI, también utilizan, exhiben y manipulan a menores”. Aquí es donde se ha producido la polémica en el propio seno de la formación política. La imagen se ha distribuido por los grupos de WhatsApp de Vox donde numerosos integrantes, militantes y cargos institucionales han mostrado su molestar por el uso -por parte de Alberto González- de los menores para arremeter contra el acto municipal.

Distintos dirigentes de Vox han expresado el “profundo malestar” que la publicación del coordinador local en Mijas ha generado por lo que califican “una clara mentira: no se está usando ni manipulando a los niños. En esa imagen hay adultos, tutores de esos pequeños, que han llevado allí a sus hijos con la clara intención de concienciar, pero en ningún caso se ha manipulado o se está usando a los pequeños con fines políticos”.

¿Habrían sido tan tolerantes esos mismos dirigentes si los menores hubiesen participando junto a sus padres en un acto de exaltación del franquismo?

Fuentes del Ayuntamiento de Mijas (Ciudadanos-PSOE) han expresado igualmente su condena por las palabras usadas por el dirigente de Vox. “Es una gran torpeza. Ni siquiera los suyos en el partido le apoyan. Ha metida la pata hasta el fondo como ya ha hecho en numerosas ocasiones”.

La dirección nacional de Vox, por su parte, ha desautorizado “ese post que no refleja en ningún caso el sentir del partido. Desconocen cómo ha aparecido en una cuenta oficial del partido y verán este asunto con el departamento de redes sociales para intentar averiguar cómo ha aparecido publicado ahí”.

Alberto González, entre tanto, está recibiendo el apoyo de numerosos militantes y simpatizantes de Vox no sólo de la provincia de Málaga, sino de otros puntos de la geografía española.

La idea que subyace a los desaforados ataques a González no es otra cosa que la lucha de poder por el control de Vox en el municipio malagueño. “Hay personas que ansían más los cargos que los principios”, ha señalado un afiliado del partido de Abascal en la localidad costasoleña.

Se trata Alberto González de uno de los pocos coordinadores de Vox Málaga que defiende sin complejos sus ideales, aún cuando esos ideales choquen de bruces con los intereses del lobbi gay y sus aliados dentro del partido. La determinación de González a la hora de defender sus posiciones “políticamente incorrectas” le están granjeando amplios apoyos y adhesiones. Como muestra, una encuesta interna del PP otorga a Vox entre 4 y 5 concejales en Mijas, que se convertiría de lejos en el municipio malagueño con una mayor representación municipal del partido verde. Por contra, según el mismo muestreo, Vox perdería sus actuales concejales en Benalmádena, Fuengirola y Rincón de la Victoria, mantendría con holgura su edil en Nerja, y a duras penas conservaría el sillón que ahora tiene en Torremolinos.

Es lo que ocurre cuando se sirve a los intereses del globalismo con la mascarada del patriotismo. ¿Qué será lo siguiente?