ISIS K: El enemigo de los talibanes en Afganistán
El atentado del aeropuerto de Kabul del día de ayer fue un presagio de las múltiples problemáticas que pueden llegar a Afganistán en las próximas jornadas. Lejos de llegar a una hipotética calma tensa dentro del país, desde que los talibanes tienen el control del gobierno, todo el mundo está a la expectativa. Al bando revolucionario le ha salido una nueva piedra en el zapato, y ese problema es el ISIS-K, pero, ¿quiénes son?
Carlos Igualada es director del Observatorio Internacional de Estudios sobre Terrorismo, y ha pasado por los micrófonos de la Cadena COPE para explicarnos de dónde sale esta corriente, y qué objetivos persiguen. “Lo primero de todo es decir que es un grupo terrorista, y actúan como tal”, es evidente que el modus operandi es el de generar conflicto, esa intención quedó evidenciada en el día de ayer tras lo ocurrido en el aeropuerto de Kabul, pero Igualada afirma que “es bastante probable que se repita alguna acción similar”.
“ISIS-K es una franquicia regional destinada en Afganistán por parte del Estado Islámico”, lejos de lo que pueda parecer en un principio, nada tienen en común con los rebeldes. De hecho, Carlos Igualada cuenta que “sus orígenes vienen del 2014-2015”, y que además aparecen de “una escisión de talibanes que se postulan en contra del propósito del Emirato Islámico de Afganistán”. Es decir, se trata de personas relacionadas con los revolucionarios, que se han rebelado contra la causa talibán.
“Es un conflicto de intereses, los talibanes tienen objetivos nacionalistas, mientras que el ISIS-K busca internacionalizarse”. La enemistad surge porque ambos grupos quieren tener el control del mismo territorio, algo que genera una gran problemática para los rebeldes porque los atentados como el del aeropuerto solo muestran la firme voluntad de provocar “caos e inestabilidad” y que del mismo modo, la comunidad internacional vea “debilidad en el emirato talibán”.
Enemigo en común
Lo que parece que es un hecho es que la OTAN no es el único enemigo que le ha surgido al poder talibán, los múltiples problemas y la constante inestabilidad puede generar un incentivo inesperado para occidente, que tras la situación compleja que ha vivido en los últimos tiempos, podría incluso abrir el diálogo con la facción opositora de ISIS-K.
Lo que cada día queda más evidenciado en la clave afgana, es que ese lavado de imagen que han intentado mostrar a la comunidad internacional los propios talibanes, no contaban con una realidad tan frágil. “Lo que han mostrado en las últimas semanas va a desaparecer, saldrá a relucir la imagen anterior de represión a toda la población”; ellos serán los principales perjudicados de una realidad que cada día parece más compleja.