La fiscal de Odio y el abuso del poder
Denys sólo tenía 5 años, cuando a la pregunta sobre que quería ser de mayor y por qué… Respondió, “profesora, por qué lo que a mí me gusta es mandar”
Esta anécdota de una niña de tan sólo 5 años ilustra a la perfección la condición humana. La pregunta que nos vamos a plantear hoy es si el inherente deseo de poder humano ha contaminado a la fiscal del odio María Teresa Verdugo, lo que en su caso y en virtud del cargo que ostenta y según quien la juzgue, podrían ser constitutivos de delito, presuntamente de prevaricación; en todo caso, el juez supremo, osea la opinión pública, emitirá una sentencia no favorable a la fiscal María Teresa Verdugo. Yo lo tengo claro y los lectores de AD también.
Analicemos con qué pruebas encausa a los sacerdotes cristianos Custodio Ballester, Jesús Calvo y al periodista Armando Robles.
Los actos por los cuales se denuncia a los sacerdotes cristianos y al periodista Armando Robles son las críticas a algunas costumbres y prácticas del islam, realizadas en el programa “La ratonera”.
Es de sobra conocido y rechazado en occidente, el papel que el mundo musulmán permite a la mujer. La simple crítica a cualquier norma islamica supone para la asociación dirigida por este individuo, que se hace llamar Ibrahim Miguel Ángel Pérez Ramírez, una acción de odio. En la cultura occidental, a la cual pertenecemos, la crítica pública es sólo un derecho legislado para su protección, pues la libertad de expresión se considera algo FUNDAMENTAL en nuestra cultura de libertades. Así pues, lo que se pretende es cercenar vía subterfugios la libertad de expresión del que no piensa igual.
Analicemos cómo se logra este objetivo de manera solapada, pero aún más efectiva que una simple ley prohibitiva.
Si la línea ideología informativa de un determinado medio molesta al poder, como es el caso que nos ocupa y no lo puede eliminar vía boletín oficial del estado…pues con dinero público vía subvención creo una asociación, como la que dirige el excomunista sindicalista anteriormente citado, Ibrahim, que intuyo siempre ha vivido de chiringuitos
subvencionados. A la par creo por ley la fiscalía del odio, absolutamente innecesaria, dado que ya existe el ministerio fiscal, sólo que de esta manera el poder controla de manera precisa las acciones de la fiscalía del odio.
¿Cuál es el objetivo de estos dos entes? El asunto a mí entender está muy claro: uno presenta una denuncia sin base alguna que en la fiscalía general sería rechazada, pero en la fiscalía del odio “sensibilizada” con el tema, se apoya, me temo a abiendas de que carece de base jurídica para ser ganada en última instancia. Y todo ello con el dinero de los impuestos expoliados de trabajadores españoles.
Finalmente, los sacerdotes cristianos y el periodista Armando Robles no serán condenados. ¿Qué se pretende organizando todo este tinglado? Se pretende que los encausados gasten sumas de dinero en abogados, dinero que no les sobra, que han de buscarlo, con lo que se pretende así amedrentarlos, cercenar el derecho a la libertad de expresión, sin el cual un estado de derecho no puede existir.
En conclusión, desde el tribunal de la opinión pública acusamos a la fiscal del odio de un presunto delito, acusamos al estado español de haber creado un sistema de corte mafioso y acusamos al poder legislativo de presunta connivencia.
Muy buen artículo y que bien puesto tiene María Teresa el apellido, tal vez desde los cinco años en vez de profesora quería ser Verdugo.
A esto le llamo yo “dar en el clavo”. Lo mismo hace la fiscala, solo que el clavo que ella elige es erróneo. Tiene que cobrar el suerdecito.