El portavoz de ERC en el Congreso, Gabriel Rufián, ha destacado este martes la importancia de que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, haya decidido acudir este miércoles a la segunda reunión de la mesa de diálogo sobre Cataluña, convencido de que su presencia no será meramente protocolaria, y ha evitado opinar sobre los representantes que Junts quiere enviar a ese foro.

“Máxima confianza en el presidente de la Generalitat”, ha reiterado Rufián durante una rueda de prensa en el Congreso cada vez que se le ha preguntado sobre la delegación propuesta por su socio en el Govern, compuesta por el vicepresidente del Govern, Jordi Puigneró; el secretario general de Junts, Jordi Sànchez; el vicepresidente del partido y exconseller, Jordi Turull; y la líder de Junts en el Congreso, Miriam Nogueras.

El portavoz de ERC ha evitado en todo momento criticar unos nombres con los que el propio Pere Aragonès no está de acuerdo puesto que no todos forman parte de su Gobierno. Tampoco ha querido confirmar si había un pacto entre socios de gobierno para que todos los interlocutores formaran parte del Ejecutivo catalán.

Rufián ha hecho hincapié en que, desde su punto de vista, “la única certeza real y tangible es que por primera vez un presidente del Gobierno se va a sentar en una mesa de diálogo y negociación con las máximas autoridades, en parte, del Gobierno de la Generalitat para tratar del conflicto político entre el Estado y Cataluña, que negaba hasta hace muy poquito”.

“Al PSOE se le obliga a hacer”, ha apostillado. Fuentes de ERC han apuntado que Sánchez decidió a última hora acudir a la reunión de la mesa después de las conversaciones que el partido de Aragonès mantuvo a varios niveles con el Gobierno y la amenaza votar en contra este lunes en el Pleno del Congreso de la suspensión de las reglas fiscales, que se aprobó sin sobresaltos.

NO SÓLO UN SALUDO

Ante la pregunta de si les bastaría con que Sánchez sólo esté presente en una primera parte de la reunión para fijar los temas a tratar, pero sin participar en la discusión, Rufián ha dado a entender que no se limitará a saludar. “No sería la primera vez que las fuentes fallan, sobre todo en cuanto a Cataluña y en cuanto a ERC”, ha dicho.

Además, ha dejado claro que el objetivo de la mesa de diálogo es tratar exclusivamente del “conflicto político” y no de otras cosas, que ellos llevan en la agenda el referéndum y la amnistía y que “la propuesta política del Estado aún está por ver”.

También ha incidido en la necesidad de desvincular lo que allí se trate, por ejemplo, de la posición de Esquerra ante los Presupuestos Generales del Estado para 2022. Así, ha dejado claro que su formación “nunca” va a dejar pasar la oportunidad de “mejorar la vida de los catalanes y catalanas”.

NEGOCIARÁN LOS PGE

“Hemos venido a hacer política, sería absurdo hacer otra cosa”, ha dicho, subrayando su disposición a negociar los Presupuestos y dejando claro que no se van a “autoexcluir”. “En todo caso nos expulsarán otros”, ha deslizado.

Además, ha aprovechado su comparecencia para reiterar que la necesidad de diálogo es ampliamente compartida por distintos espectros de la sociedad catalana y que el hipotético fracaso de ese foro, que espera que no se dé, no sería “un fracaso del independentismo” sino de la “izquierda española”.

A su juicio, si la mesa naufragara, sucedería como tras el fiasco de la última reforma del Estatut, cuando muchos federalistas se pasaron a las filas independentistas, y el problema lo tendría la izquierda española porque Vox y el PP podría llegar a gobernar.

“Si Vox llega a Moncloa seguramente se ilegalizaría a ERC, la CUP, Junts, Bildu, el BNG y Unidas Podemos, y el PSOE tendría problemas muy graves. Eso es lo que nos jugamos. No sabe calibrar bien la situación quien crea que si esto fracasa sólo palma el independentismo”, ha advertido Rufián.