Ostras Pedrín
Según la factoría de sueños de Tezanos, Ostras Pedrín ganaría las elecciones por goleada. Yo creo que se ha cortado en sus deseos y ha procurado no concederle mayoría absoluta para que luego no digan que está ahí para agradar al Señorito. Ha calculado el reparto: le doy más al Jefe, hundo a la oposición al Jefe, mantengo a los socios del Jefe y animo a los posibles socios del Jefe con un impulsito. Léase: sube PSOE, baja PP, se mantiene UP, así así Vox, y subo a Ciudadanos. Jopetas tronco, es que ni diseñado.
Vamos a ver: Sánchez se debate entre varios frentes, unos que tienen que ver con cosas que no son responsabilidad estrictamente suya, como la subida de la luz, y otras que dependen exclusivamente de su debilidad parlamentaria, que es la famosa mesa plegable con la Generalitat de Cataluña. No nos engañemos: la mesa catalana, la guasa de las banderas, las tonterías que proclamen los cretinos de independentismo y los golpes de cerviz ante la bandera de Cataluña afectan lo justo a la pátina blindada del sanchismo. Siempre saldrá algún soldado de la causa blandiendo la idea de que esa es la manera de domeñar al secesionismo. Olvídense de cobrarle nada por la ceremonia absurda del encuentro en el Palacio de la plaza de San Jaime. El problema de verdad que agobia al Embustero Mayor del Reino es el recibo de la luz.
A los gobiernos varios que en el mundo han sido les ha derrumbado un conjunto de medidas fácilmente explicables. Uno de ellos es que la gente vea perder su capacidad de adquisición de productos esenciales. Sánchez, siendo lo que es, un indeseable, no tiene culpa de que el gas haya duplicado o triplicado su precio: se ha encontrado con un problemón que, en mucha menor medida utilizó para masacrar al gobierno anterior cuando el recibo experimentó un alza de un 8% y él vociferó que eso era poco menos que un genocidio. Ahora que ha subido un 300%, experimenta en sus carnes lo difícil que resulta gobernar ante la adversidad de componendas que no controlas tú.
No es lo mismo enfrentarse a un virus que, además de dos muertes de seres humanos, comportó el sacrificio de un perro, que hacer frente a más de cien mil muertes por coronavirus; y no es lo mismo comparar una subida anecdótica del recibo con un alza incontrolable de los costes energéticos. Desgraciadamente la Unidad Nacional y la dignidad del Estado cotizan menos que cualquier otra cosa. El cabezazo de Pedrín a la Señera, más que si fuera la bandera USA, queda para el anecdotario. Lo de Cataluña cursa como sacrificio de pacificación, y habrá quien se lo crea y quien apueste por ello. Lo de la luz, que no es culpa suya, no, aunque Pablo Iglesias siempre podría reclamar un minuto de silencio por la pobreza energética. Le puede costar, diga lo que diga Tezanos, la estabilidad en el poder. Que es lo que tienen los efectos colaterales. Ay que risa.