El bable en Asturias, la Llingua, es de uso muy minoritario en esta Regíón, hasta el punto de desconocerla la mayor parte de los asturianos; sin embargo, el presidente autonómico, señor Barbón, se ha empeñado en encabezar un movimiento tendente a la oficialidad del mismo, no ocultando su voluntad de imposición, pues se niega a someterlo a consulta popular.

En VALORES entendemos que “La Llingua” es mala para el futuro de nuestros hijos, a los que se les obligaría a estudiar una lengua minoritaria por el capricho conservacionista de unos pocos, perjudicando su futuro profesional en un mundo cada vez más competitivo.

No queremos porque incrementa el gasto público y los impuestos, restando inversiones, desalentando la implantación de profesionales o empresarios, obligados a escolarizar a sus hijos en asturiano. Generará un deterioro en los servicios públicos, donde ya no será es mejor médico el que atienda, sino un buen médico que sepa asturiano.

Desde VALORES la consideramos innecesaria, un gasto inútil o, incluso, tememos que acabe provocando los problemas de convivencia que sufren comunidades como Cataluña o Baleares.

Consideramos que es algo creado e impulsado por fuerzas políticas, y los gobernantes deben dedicarse a resolver los problemas de los ciudadanos, no crearlos.

*Secretario nacional de Organización de VALORES