Un escándalo sexual paraliza la liga femenina de Estados Unidos
La liga de fútbol femenina estadounidense (NWSL) suspendió este viernes sus partidos del fin de semana en medio del escándalo originado por las denuncias de varias jugadoras contra un entrenador por coacción sexual. El jueves, el inglés Paul Riley fue destituido como técnico del North Carolina Courage horas después de que fuera señalado por conducta sexual inadecuada por dos jugadoras, en una investigación publicada por el medio digital The Athletic. Hoy se ha hecho oficial la suspensión de la jornada debido al caso.
«Esta semana, y gran parte de esta temporada, ha sido increíblemente traumática para nuestras jugadoras y personal, y asumo toda la responsabilidad por el papel que he desempeñado. Lamento mucho el dolor que muchos están sintiendo», dijo el viernes en un comunicado Lisa Baird, comisionada de la liga. «Reconociendo ese trauma, hemos decidido no salir al campo este fin de semana para dar a todos un poco de espacio para reflexionar», señaló. «Toda nuestra liga tiene mucho que sanar, y nuestras jugadoras se merecen algo mucho mejor». A última hora de ayer, Baird fue destituida de su cargo por la junta directiva de la competición.
La comisionada, antes de su adiós definitivo, aseguró que esta medida, decidida en colaboración con la asociación de jugadoras, es solo un primer paso mientras ambos organismos trabajan colectivamente para transformar la «cultura de esta liga». La jornada del fin de semana debía comenzar este viernes con el partido entre el North Carolina Courage y el Washington Spirit. Sin embargo, el fútbol femenino estadounidense sufrió una nueva sacudida con la publicación del artículo que daba a conocer las acusaciones contra Riley, de 58 años, por hechos presuntamente ocurridos en varios equipos y ligas a las que perteneció.
Riley, que ha negado las acusaciones, es el segundo entrenador de la NWSL destituido esta semana, después de que la liga rescindiera el contrato del entrenador del Washington Spirit, Richie Burke, tras otra investigación que revelaba acusaciones de abuso verbal y emocional. En su artículo, The Athletic dio a conocer la presunta conducta inapropiada contra Riley efectuadas por parte de sus exjugadoras Sinead Farrelly y Meleana ‘Mana’ Shim. Farrelly, que jugó para el técnico en tres equipos diferentes en distintas ligas, narra varios incidentes en los que se sintió forzada a practicar sexo con Riley cuando era su entrenador en el Philadelphia Independence.
En una declaración a The Athletic, Riley negó haberse comportado de forma incorrecta y dijo las acusaciones son «completamente falsas». «Nunca he tenido relaciones sexuales con estas jugadoras ni les he hecho insinuaciones sexuales», afirmó el técnico. Poco después de la publicación del artículo, el North Carolina Courage anunció el despido inmediato de Riley por «acusaciones muy graves de mala conducta».