Ideología de género, teología de la liberación marxista, inmigración y ecologismo, temas principales de las clases de religión católica
Alicia Beatriz Montes Ferrer.- Hace unos días se ha hecho público el borrador de lo que será el nuevo currículo de la asignatura de religión católica, que de católica tiene poco y de mundano mucho.
¿Por qué hago tan tremenda afirmación? Pues porque más tremendo es aún el contenido de dicho borrador.
He tenido la santa paciencia de leer lo publicado sin quedarme sin uñas y la verdad es que ahora entiendo más claramente, porqué la Conferencia Episcopal española, (filtro por donde pasan todos los manuales de religión católica que se imparten en los centros educativos españoles), ignoró por completo el informe que publiqué hace dos años.
Para poner en contexto al lector que quizá ignore a qué me refiero, expondré brevemente dicho informe para, a continuación, mostrar unas cuantas perlas del borrador del nuevo currículo de la asignatura de religión católica que miles de alumnos recibirán a partir del curso que viene 2022/23 en España.
Hace tres años, me llegaron los nuevos libros de la asignatura que imparto: religión católica de la editorial SM (editorial de obligatoria elección por parte del centro en el que trabajo). Era septiembre cuando comencé a elaborar las programaciones y conforme iba indagando en el contenido más perpleja me iba quedando. Así que con la costumbre que me caracteriza de llegar hasta el fondo, mi investigación minuciosa comenzó, analizando todos y cada uno de los personajes allí expuestos como referentes de consulta, sus artículos, las ONG, asociaciones, páginas webs… de esta manera me topé con nada más y nada menos que una enorme carga ideológica que nada en absoluto pinta en estos libros católicos.
Ideología de género, teología de la liberación marxista, inmigración, ecologismo y ecumenismo, son los temas principales que aparecen y que como bien sabemos, son precisamente los que están en boca de los políticos progresistas y en la Agenda 2030.
Tal fue la extensión de mi trabajo de investigación que quedó a modo de informe[1] y lo quise compartir entrado el curso siguiente, especialmente para los docentes y padres, con el fin de que estuviesen al tanto.
Han pasado dos años desde que se hizo público, nadie ha movido un dedo, los libros siguen igual, pero ahora me encuentro con que el contenido de este borrador del currículo de religión católica sigue la misma línea que los libros de SM. (¿Fueron adelantados a su tiempo?)
De esta manera, en el borrador, encontramos contenido propio de lo que debe estar en el contexto católico (no todo iba a ser tan malo), sin embargo, disfrazados con un lenguaje cristiano, sutil y familiar, objetivos y contenidos que sugieren que el alumno aprenda la lucha por erradicar la exclusión, la pobreza, la violencia y la injusticia, a la par que la denuncia de las desigualdades entre hombres y mujeres. Todo envuelto en un lenguaje inclusivo, pero que remiten a la protección de los colectivos más vulnerables (las mujeres: propio del feminismo radical; los LGTBI+ (ideología de género), inmigrantes (racismo), musulmanes (sincretismo religioso)… cuyo impulso viene de la mano del pensamiento de la teología de la liberación marxista (TLM) así como el de la ideología de género.
Temas como la construcción de la casa común (de la TLM y la ecoteología) o la convivencia hacia la diversidad y la fraternidad universal, son introducidos para que el alumno vaya concienciándose de que forma parte de un todo global, y que es parte de la ciudadanía universal sin barreras ni identidades propias. Y todo dentro del contexto de las claves del Reino de Dios, que, en la perspectiva de la TLM, remite a los pobres, rechazados, colectivos oprimidos… cuya expansión como modelo sería el ideal a lograr en la tierra, al ser el lugar sin discriminaciones ni injusticias.
Podemos también observar contenidos relacionados con el desarrollo de la multiculturalidad y la diversidad religiosa que nos llevan a un sincretismo religioso donde el cristianismo queda relegado a una religión más, vacía de su verdadero sentido y misión, y Cristo en igual nivel que otros dioses y figuras.
La creación de espacios de interdependencia, la sostenibilidad del planeta, la solidaridad intergeneracional, ecodependencia, igualdad, pluralidad… están presentes en este borrador del currículo, expresiones que nos remiten tanto al ecologismo donde el hombre se presenta como el causante del mal en el planeta por lo que sobran personas en este mundo y a la ciudadanía global, lo que viene siendo el Nuevo Orden Mundial.
Estas ideas se presentan a priori de un modo bastante convincente, como puede ser la adquisición de “hábitos saludables de vida y de consumo responsable” y “un proyecto vital que incluya los valores en relación con el bienestar propio”. En medio de acciones como el reciclaje, no desperdiciar el agua, no contaminar… se introduce esa idea cada vez más extendida de la “responsabilidad” de cuidar el planeta, y esto nos lleva tirando del hilo al evitar nuevos nacimientos. Pero para esto ya disponemos de los Objetivos del Desarrollo Sostenible (ODS), la Agenda 2030, que no podía faltar en el currículo de Religión católica, pues algunas mentes pensantes, se ve que ven muy necesario que la Iglesia se actualice y vaya a la par de los grandes progresismos de nuestros tiempos. De esta manera, se une a la promoción del aborto, la eugenesia y la ideología de género, entre otras perlas preciosas de este entramado ideológico globalizador, cuyos promotores con tanto interés difunden para disminuir la población del planeta, pues ya sabemos, los recursos naturales se les agotan con tantas bocas consumiendo.
Animo, por lo tanto, a participar opinando en la propuesta del currículo de Religión Católica en la LOMLOE, abierto el plazo hasta el jueves 21 de octubre.
Para participar o bien se hace mediante un formulario[2] o bien enviando un escrito a la dirección del correo[3] que viene en la pestaña de cada etapa educativa: infantil, primaria, secundaria (bachillerato aún en proceso de elaboración).
También se puede utilizar el escrito que la Asociación Enraizados ha elaborado para enviar a la Conferencia Episcopal española[4].
Yo como maestra de religión católica no impartiré estos contenidos, evidentemente, y me centraré en el verdadero sentido cristiano de la Iglesia católica. Pero ¿Cuántos más lo harán? Me temo, querido lector, que la gran mayoría de docentes están ya totalmente ideologizados con estos postulados que se respiran hasta en el aire. Así que sálvese quien pueda, que con la Iglesia hemos topado y muchos padres están en la inocencia aún, pensando que sus hijos están recibiendo una verdadera educación cristiana…
No me lo puedo creer, como puede ser que la iglesia catolica quiera “contenidos que sugieren que el alumno aprenda la lucha por erradicar la exclusión, la pobreza, la violencia y la injusticia”.
No me lo puedo creer, la iglesia catolica no esta para eso.