Carta del ex líder de Vox en Asturias
Leo una entrevista el pasado día 11, en Libertad Digital, en la que el vicepresidente de Organización de Vox y diputado por Huelva (que no sé si conoce esa ciudad) Tomás Fernández, dice que esta formación afrontó una profunda remodelación territorial para abandonar la tapa de “amaterur” que había en el partido, para entrar en las instituciones.
Y sigue diciendo que en 2019 el partido no contaba con estructura territorial y que muchos de los candidatos eran desconocidos y demostraron después no ser idóneos para el cargo por discrepancias ideológicas o haberse acercado para cobrar un sueldo y colocar a familiares. ¿Tendrá vergüenza este personaje al decir esto, cuando él, que yo sepa, no militaba en el partido en sus comienzos, y si militaba, no se le conocía? Lo dice una persona que perteneció a Vox desde su fundación, habiendo sido presidente en Asturias desde el año 2014 hasta el mes de octubre de 2020, fecha en la que, debido a presuntas irregularidades en las últimas elecciones (según parece hay nueve provincias que denunciaron las mismas), me di de baja. Durante mi etapa en el partido de Abascal estuve colaborando en las elecciones en Andalucía. Fue inmensa la alegría al lograr 12 diputados de Vox, con el juez don Francisco Serrano y María José Piñero (luego se dieron de baja de Vox) encabezando la candidatura. Ahí tampoco estaba este Tomás Fernández, pero en cambio sí estaba en las elecciones en Galicia, en las que también estaba yo. Le comenté en el hotel que si yo fuese presidente de vox Galicia, presentaría automáticamente la dimisión por el nefasto resultado obtenido. ¿Y saben lo que me contestó? Que los responsables en esa zona eran nuevos; claro, los que puso él a dedo poco antes de las elecciones, y así se lució.
Igualmente dice que se dieron de baja medio centenar de cargos entre concejales y diputados, siendo la cifra muy superior a la que dice. También que han venido para cambiar las cosas y a no perder el tiempo, y es en lo único que le doy la razón, pues como comentaba anteriormente, yo fui fundador de Vox en Asturias, con lo que tengo muchísimos amigos aún afiliados en toda nuestra geografía española, quienes me comentan su situación y el modo con que esta persona y su equipo de amigos, bajo las órdenes de la Secretaría General, están llevando al partido a un descontento en general. Se puede comprobar por la cantidad de bajas de afiliados que se han dado en este último año, o que dejaron de pagar la cuota mensual.
Como bien dice el ex asesor económico de Vox en la Junta General del Principado de Asturias, don Fernando Fernández de la Pradilla, desde que llegó de Madrid como coordinador de los diputados Juan Castilla, los cargos electos, así como el resto de los cargos internos del partido, no tienen facultad alguna, e incluso en una reunión de los componentes del equipo que trabajan para los dos diputados (economía, abogacía, comunicación, redes, prensa y administrativa) con el señor Castilla, les advirtió que si en algún momento el presidente del partido, que en esa fecha era yo, se enteraba de lo que se trata en las reuniones, quedaría expulsado. También indicó que el 75% de la asignación económica que vox recibe de la Junta, va a Madrid, una vez pagada la sede de Oviedo así como las nóminas de los colaboradores de los dos diputados.
Al final, vemos como este partido que venía a regenerar la política y a los políticos, una vez “pisado moqueta” es como el resto, y la prueba la tenemos en que llevaba como bandera, entre otras, la supresión de las subvenciones a los partidos políticos, sindicatos y organizaciones empresariales, y mira por donde están cobrando todas las que les corresponde, e incluso fundan un sindicato poniendo al mando a un empresario y diputado, según parece.
A la vista del rumbo que ha tomado vox en estos dos últimos años, así como las traiciones o mejor dicho, las puñaladas por la espalda, de las personas a quien he puesto yo personalmente en los cargos, pues antes de las elecciones, me llamaron de Madrid para seleccionar los c,v, de los que pretendían optar a ocupar algún cargo y como no querían que ningún componente del Club de los Viernes entrase en las instituciones con Vox, al final se presentó a los que yo había recomendado; un diputado nacional, dos diputados provinciales y diez concejales, que al final todos se olvidaron de lo que les había concedido, que no es otra cosa, que tener unos ingresos con unas cotizaciones muy altas, cosa que yo nunca quise ir para ninguna institución, dado que yo entiendo la política para servir y no para servirse de ella, como veo a la mayoría de los políticos actuales.
Como quiera que nunca había estado en ningún partido político hasta que llegó vox, al salir muy quemado, no quería saber nada de ningún partido, y eso que me llamaron más de tres formaciones, pero tras varias conversaciones con Alfonso Galdón, presidente nacional de Valores, me solicita colaboración para organizar el partido a nivel nacional, y tras varias reuniones y ver que este señor tiene las ideas tan claras como yo, así como el hecho de tener unos estatutos acordes a mis pensamientos, me animé y de manera especial, por ver que no hay ningún partido en la actualidad con las ideas tan clara en beneficio de la familia y en general del ciudadano.
Se que empezar de cero como empecé en Vox Asturias es muy duro, pero si todos ponemos un granito de arena, acabaremos con estos políticos profesionales que lo único que desean es su bienestar y de manera especial poder echar del gobierno a estos socialcomunistas, que tanto malo están haciendo a los españoles y a España.
*Secretario nacional de Organización de Valores