El tribunal administrativo de Frankfurt de Meno, en Alemania ha decretado que el repicar de las campanas de una iglesia ubicada en la localidad de Usingen-Merzhausen, en Hesse, entra dentro de los límites convencionales en la sociedad, no representando una molestia significativa para la sociedad.

La noticia la ha dado a conocer en las últimas horas el digital católico ‘katholisch.de’, una vez que la Justicia dictó sentencia después de que un vecino cercano a una parroquia denunciara el ruido de las campanas dominicales a las ocho de la mañana.

Ahora, el tribunal administrativo de la ciudad alemana da la razón al templo: “Las campanas deben ser aceptadas en una sociedad secularizada como una institución razonable y socialmente adecuada sujeta a la tolerancia mutua”, recoge la sentencia.

El tribunal ha añadido que el repique de campanas tiene un carácter sagrado y tiene lugar los domingos por la mañana entre cinco y diez minutos de duración. Asimismo, recoge que los conciertos de música en la parroquia también tienen ese carácter sagrado, ya que las representaciones contienen elementos litúrgicos como la oración y la lectura. Además, tampoco superan los límites de ruido.

La corte señaló que las campanas de la iglesia, enclavada en el centro del pueblo, llevaban repicando desde 1951. Según informa el diario alemán, el denunciante se mudó en los aledaños del templo sagrado en 2001.

Los diferentes significados de las campanas

Aunque a muchos les puede sonar parecido, lo cierto es que la forma de repicar de las campanas es diferente. Nuestros padres y abuelos sí tienen más capacidad de interpretar cada sonido. Los hay con tonos alegres y festivos, otros tienen un sentido más solemne mientras que el toque más lento es el que anuncia la muerte de un vecino.

Cuando el repicar es alegre, voltean una y otra vez para visibilizar que se trata de una jornada festiva y de júbilo. Suelen darse con motivo de un procesión o el Domingo de Resurrección.

El toque de difuntos se caracteriza por ser lento y sobrecogedor. Lo que quizás mucha gente joven desconozca es que si el fallecido es un varón, el toque finaliza con dos toques separados. En caso de ser mujer es solo uno.

El sonido que quizás esté más en desuso es el toque de campanas que alertan de un peligro como un incendio o la necesidad de socorrer a alguien. Sea cual sea su sentido, es sin duda una de las tradiciones más arraigadas de nuestros templos.