Un padre de Nueva Zelanda arremete furioso contra los sanitarios tras descubrir que sobornaron a sus hijos con 100 dólares para que se vacunasen
Un padre ha arremetido contra los trabajadores sanitarios que administraron la vacuna COVID-19 de Pfizer a sus hijos gemelos de 12 años sin su consentimiento, sobornándolos con tarjetas de regalo de 100 dólares.
Aunque la ley permite vacunar a los menores de más de 12 años sin el consentimiento de sus padres, muchos creen que esto es muy inmoral, especialmente cuando se trata de dinero y niños.
Pita Beatty grabó un vídeo en el que se enfrentaba a los trabajadores sanitarios tras descubrir que sus hijos gemelos habían sido vacunados sin su permiso. En el vídeo se puede ver al agitado padre gritando.
“¡Ahora tengo miedo por mis hijos!”
Uno de los trabajadores sanitarios dice “lo entiendo”, mientras Beatty responde:
“No, no lo entiendes, joder. No lo entiendes. Una jodida tarjeta Pack ‘n’ Save de cien dólares para mis hijos”.
A pesar de estar obviamente muy preocupado porque sus hijos acaban de ser sobornados para que se vacunen con la oferta de una tarjeta de regalo de 100 dólares, los trabajadores sanitarios no muestran compasión ni comprensión mientras Beatty se agita cada vez más.
El centro de vacunación emitió más tarde un comunicado diciendo:
“En este caso, el centro sanitario mantuvo una buena conversación con los jóvenes afectados y se sintió seguro de que eran plenamente conscientes del proceso y de sus derechos, por lo que consintieron en vacunarse. Esto cumplió con las directrices de la política del Ministerio sobre el consentimiento informado para su gente”.
Este tipo de respuesta repetitiva es habitual en los trabajadores sanitarios del gobierno que violan los derechos de los niños. Al fin y al cabo, no son ellos los que tendrán que responsabilizarse de cualquier complicación de salud que resulte de que “sigan órdenes”.
Los sanitarios se están ganando a pulso una inyección de pentotal.
Tarde o temprano, alguien entrará con fusil dentro de cualquier hospital y baleará a todos los batas blancas covidianos que se cruecen en su camino, como aquel hombre que entró en una mezquita de Nueva Zelanda hace uno o dos años y mató a casi todos los musulmanes que habían dentro. Cuando te asesinan a los hijos se pierde el control.
Es asombroso como el mundo ha contestado a la llamada a filas de la Bestia. Como decía otro comentarista es arrebato y obcecación, pero lo bueno es que se les acabaran las medidas restrictivas, porque ya no sabrán que hacer para que todo el mundo acepte la llamada del suicidio mutuo, mientras la gente entra y entra en la fase letal de la vacuna y se van muriendo. La gran mentira del señor de la mentira también tiene las patas cortas aunque sean miles de millones de patas. No podrán esconder la verdad, Las vacunas matan y la enfermedad era… Leer más »