Una escuela de Canadá veta la charla de la Nobel de la Paz Nadia Murad, torturada por el yihadismo, para no “fomentar” la islamofobia
La Junta Escolar del Distrito de Toronto (Canadá) ha vetado la conferencia prevista para el próximo mes de febrero de Nadia Murad, premio Nobel de la Paz y convertida en ‘esclava sexual’ por el Estado Islámico durante varios años en Irak. La razón: sus palabras podrían resultar “ofensivas” y “fomentar la islamofobia”. La joven iba a participar en un club de lectura llamado “A Room of your Own”, nutrido principalmente por chicas entre 13 y 18 años en riesgo de exclusión social. Pero la Junta Escolar de la ciudad, que financia este proyecto, considera que el duro testimonio de Murad podría provocar una incitación al odio hacia los estudiantes musulmanes.
Nadia Murad sólo tenía 21 años cuando en 2004 el autodenominado Estado Islámico (IS) irrumpió en su pueblo de Irak, asesinó a cientos de personas (entre ellos, sus hermanos) y la forzó a convertirse en una esclava sexual durante tres años. La organizadora del evento, Tanya Lee, intentó convencer a la Junta Escolar de su error en censurar el relato de una víctima de una organización terrorista yihadista. “Le envié una carta y le dije: esto es lo que quiere decir el Estado Islámico. Es una organización terrorista. No tiene nada que ver con los musulmanes comunes. La junta escolar de Toronto debe ser consciente de la diferencia”, ha señalado Lee a un diario digital.
Nadia fue retenida como esclava en la ciudad de Mosul, golpeada, quemada con cigarrillos, y violada cuando intentaba huir. Finalmente, fue capaz de escapar después de que su captor se fuera de la casa dejando la cerradura abierta. Posteriormente, fue acogida por una familia vecina que la ayudó a salir clandestinamente del área controlada por el Estado Islámico, permitiéndole llegar a un campamento de refugiados en Duhok, en el norte de Irak. En febrero de 2015, dio su primer testimonio a reporteros del diario belga “La Libre Belgique” mientras permanecía en el campamento Rwanga, viviendo en un contenedor. En 2015, fue una de las 1.000 mujeres y niños que se beneficiaron de un programa de refugiados del Gobierno de Baden-Württemberg, en Alemania, que se convirtió en su nuevo hogar.
En 2019, una asociación de escuelas canadienses de habla francesa ya retiró 5.000 libros infantiles de las estanterías de su biblioteca al considerar que “mostraban prejuicios contra los pueblos indígenas”. Algunos colegios retiraron también títulos como ‘Tintín en América’, ‘Astérix en América’, o tres álbumes de Lucky Luke como símbolo para pedir perdón a los indígenas.