Según un nuevo e impactante informe, China creó un libro de recetas de armas biológicas genéticas encubiertas diseñadas para atacar a razas, basadas en un ADN específico antes de que comenzara oficialmente COVID-19.

David Asher, un investigador de alto nivel que dirigió la investigación del Departamento de Estado de EE.UU. sobre los orígenes de la pandemia de coronavirus, una investigación que la administración Biden cerró, dijo que lo que China escribió en su declaración a las Naciones Unidas «esencialmente estableció una hoja de ruta de los desarrollos en biotecnología pertinentes a la convención de armas biológicas que los chinos indicaron como particularmente prominente»

«No estaba claro en su declaración si se trataba de un potencial uso ofensivo de la biología sintética y otras técnicas… pero ciertamente parece exponer lo que ellos consideraban que iban a ser los impulsores de una ofensiva más potente en la futura década relacionada con la biotecnología», informó The Australian citando a Asher.

«Esto es probablemente lo más perturbador al señalar que podría haber un tipo de objetivo poblacional o étnico utilizando la biología, según los chinos.

Esto no significa que lo hayan hecho en el caso de Covid-19 o cualquier otro, pero definitivamente implica que son plenamente conscientes de que esto es factible y posible»

Cuando la reportera de investigación australiana Sharri Markson le preguntó sobre cómo interpretar lo que China escribió, Asher dijo: «Exponen un libro de cocina y dicen «¿Cuál es el impacto del libro de cocina?»

«Dicen que (es el) aumento de la amenaza de armas biológicas con tecnología avanzada», dijo. «Hablan de una mayor dificultad para cumplir la convención»

China hizo estas declaraciones en una presentación de hace varios años a la Séptima Conferencia de Examen de los Estados Partes en la Convención sobre la Prohibición del Desarrollo, la Producción y el Almacenamiento de Armas Biológicas y Toxínicas.

La presentación advertía de que los «nuevos tipos de biotecnología» podían utilizarse «con fines hostiles, lo que supone una amenaza latente para la sociedad humana», y que la amenaza era «creciente». La presentación decía que las nuevas tecnologías estaban dificultando el mantenimiento del «pleno y estricto cumplimiento de la Convención sobre Armas Biológicas».

A continuación se presentan algunos extractos de la presentación de China:

– Los avances de la biología sintética están haciendo realidad la síntesis y la transformación de la vida y suponen una regulación básica de la investigación biológica, la preparación de nuevos fármacos y la promoción de nuevas fuentes de energía, pero también tienen el potencial de ser utilizados con fines malignos.

– En teoría, la biotecnología sintética supone una enorme amenaza latente para la humanidad, ya que podría utilizarse en el futuro para crear agentes patógenos de toxicidad e infecciosidad aún mayores que los conocidos actualmente, y que sean resistentes a las vacunas y los fármacos tradicionales, así como difíciles de aislar e identificar con la tecnología actual.

– La secuenciación del ADN de los patógenos ha abierto el camino al desarrollo de nuevos métodos de diagnóstico, fármacos y vacunas. Pero los mismos datos también pueden utilizarse para sintetizar nuevos patógenos y modificar la antigenicidad, la especificidad de la infección, la toxicidad y la resistencia a los fármacos de los patógenos, lo que hace que fallen los medios tradicionales para hacer frente a las enfermedades infecciosas y dificulta aún más la prevención y el control de dichas enfermedades.

– El estudio minucioso de la biología de sistemas en el cuerpo puede analizar sistemáticamente las diferencias en los genes y la susceptibilidad a las enfermedades en la población y sentar las bases teóricas para una mejora generalizada de los niveles de salud humana, pero también puede crear el potencial de las armas biológicas basadas en las diferencias genéticas entre las razas.

– Una vez que los elementos hostiles comprendan que los distintos grupos étnicos albergan susceptibilidades genéticas intrínsecamente diferentes a determinados patógenos, podrán poner en práctica ese conocimiento y crear armas genéticas dirigidas a un grupo racial con una susceptibilidad concreta.

– El rápido desarrollo de las ciencias y tecnologías biológicas puede aumentar significativamente la capacidad de destrucción de las armas biológicas. Una de las formas en que puede hacerlo es aumentando la virulencia de los microorganismos patógenos. La investigación genómica microbiana puede aumentar la virulencia o patogenicidad de un patógeno modificando sus propiedades antigénicas.

– Otra forma es hacer que los medicamentos y las vacunas tradicionales sean ineficaces. Los supergenes que confieren resistencia a los antibióticos pueden sintetizarse mediante la tecnología de recombinación del ADN, haciendo que los patógenos sean altamente resistentes a los medicamentos. También pueden producirse patógenos con genes desintoxicantes, así como patógenos que puedan evadir el reconocimiento y el ataque del sistema inmunitario, haciendo inútiles las vacunas y los medicamentos.

– Una tercera forma es hacer que la población objetivo sea más susceptible a los microbios patógenos. La interferencia de ARN puede inactivar genes específicos del cuerpo, inhibir la expresión de proteínas corporales importantes, alterar la función fisiológica y aumentar los efectos de un ataque con armas biológicas.

– Una cuarta forma es hacer que los ataques biológicos sean más sigilosos. Los genes o virus extraños pueden introducirse en la población objetivo de forma asintomática mediante vectores de terapia genética, lo que permite montar un ataque con armas biológicas de forma encubierta.

– Los avances en biotecnología han creado muchos problemas y retos nuevos para el control de las armas biológicas y la supervisión del tratado, haciendo más difícil el control del cumplimiento de la Convención en el ámbito biológico. Una de las formas en que esto ocurre es a través de la síntesis de nuevos agentes de guerra biológica.

– La biología sintética puede crear microbios que posean cualquier atributo especial que se desee: nuevas variedades de virus y bacterias más virulentas, más infecciosas y más resistentes a los medicamentos que cualquiera de las conocidas por la humanidad en la actualidad.

– La secuenciación de genes es cada vez más rápida y los costes están bajando; ya están apareciendo aplicaciones industriales de la tecnología de secuenciación que pueden utilizarse para sintetizar nuevos patógenos. Otra forma es facilitar la creación de armas biológicas.

– La tecnología genética moderna puede utilizarse para introducir modificaciones genéticas en los agentes tradicionales de la guerra biológica, haciendo más eficiente su producción y aumentando su estabilidad.

– Una tercera forma es a través de la gestación de una nueva generación de armas biológicas. La investigación sobre las diferencias genéticas y la susceptibilidad a los patógenos entre las diferentes poblaciones y especies puede conducir a la creación de armas biológicas raciales basadas en las diferencias genéticas entre las razas.

– La ciencia y la tecnología de la biología sintética se están extendiendo rápidamente y la tecnología del ADN sintético se ha convertido ya en una herramienta básica de la investigación biológica; los reactivos y equipos relacionados son cada vez más fáciles de obtener.

– Los errores accidentales en los laboratorios de biotecnología pueden poner a la humanidad en gran peligro. La biología sintética en algunas investigaciones y aplicaciones de la biotecnología civil puede dar lugar involuntariamente a nuevos patógenos artificiales altamente peligrosos con consecuencias imprevisibles.

– Como informó GreatGameIndia anteriormente, la estrategia nacional china de fusión militar-civil ha destacado la biología como una prioridad, y el Ejército Popular de Liberación podría estar a la vanguardia de la expansión y explotación de este conocimiento.

En 2016, el potencial valor estratégico de la información genética llevó al gobierno chino a poner en marcha el Banco Genético Nacional, que pretende convertirse en el mayor repositorio mundial de este tipo de datos. Su objetivo es «desarrollar y utilizar los valiosos recursos genéticos de China, salvaguardar la seguridad nacional en materia de bioinformática y mejorar la capacidad de China para hacerse con los puestos de mando estratégicos» en el ámbito de la guerra biotecnológica.

El interés de los militares chinos por la biología como dominio emergente de la guerra está guiado por estrategas que hablan de potenciales «armas genéticas» y de la posibilidad de una «victoria incruenta».