¿La derechita cobarde?
Antonio Velázquez*.- Desde su nacimiento, Vox declaró la guerra a las leyes de género. Hizo de ello su bandera. Incluso se comprometió por escrito a derogar estas leyes ante cientos de miles de miembros de HazteOir.org, a través de las sucesivas Guías de Voto que hemos distribuido desde 2013. Y en cada campaña electoral alzó esta bandera sin complejos, con valentía.
Pero la primera vez que tienen fuerza parlamentaria para llevar sus valores a la realidad y derogar las leyes LGTB y trans… olvidan su compromiso y se echan para atrás.
Ayer, en la Asamblea de Madrid, vivimos la primera ocasión en la que Vox podía haberle asestado un golpe a las leyes ideológicas de la izquierda exigiendo al PP su derogación a cambio de su voto favorable a los presupuestos de Díaz Ayuso.
¡Tenían la sartén por el mango! Pero no han sido valientes.
Después de acusar durante años a los populares de derechita cobarde, a la hora de la verdad, en esta ocasión, Vox ha hecho lo mismo que hacía el PP: pensar que sus votantes son “voto cautivo” y traicionar sus promesas electorales.
Podíamos haber mirado para otro lado y no lanzar la campaña que hemos desarrollado en la última semana recordando a Santiago Abascal y a Rocío Monasterio que fueron votados para defender valores, y no para trapichear despachos.
Pero esa no es nuestra función, no es lo que queremos los miembros de la familia de HazteOir.org. No hemos llegado hasta aquí tú y yo, y tantas personas movilizadas, para darle palmaditas en la espalda a los partidos políticos cuando incumplen sus compromisos y traicionan sus valores.
Denunciamos sin complejos al PP cuando empezó a hacerlo (y nos partieron la cara por ello cuanto pudieron). Y hemos denunciado ahora la desgraciada estrategia de Vox en Madrid. ¿Por qué?
Porque tú y yo estamos aquí para defender nuestros valores, no un despachito.
Como sabes, esta campaña no ha hecho cambiar de idea a Vox, que ayer votó dócil, manso, lo que el PP le ordenó votar en la Asamblea de Madrid.
Las leyes LGTB y trans de Madrid no se derogarán gracias a las cesiones de Rocío Monasterio y Santiago Abascal. ¿Quién nos lo iba a decir, con todo lo que presumían?
No estaba en sus manos derogarlas… Pero sí estaba en sus manos forzar al PP a hacerlo.
Con lo ocurrido hoy, han desperdiciado su mejor arma y se convierten en cómplices del mantenimiento de estas leyes ideológicas… ¡Ni siquiera han logrado que el PP votase sí a debatir su ley de Igualdad!
Frente a la fracasada estrategia de Vox, el PP ha sido mucho más listo. Hace un par de días, en EsRadio, Isabel Diaz Ayuso se hacía eco de nuestra campaña y nos enviaba un mensaje claro: anunciaba que quería derogar dos aspectos de las leyes LGTB y trans, la carga de la prueba y el adoctrinamiento de los niños en los colegios.
Los más de 300.000 votantes de Vox en Madrid eligieron a esta formación para que empujara al PP en la dirección correcta y se viera forzado a hacer políticas que de otro modo jamás se atrevería a hacer. Hoy nos preguntamos de qué ha servido.
Hemos querido alertar a Santiago Abascal y a Rocío Monasterio estos días sobre este peligro… Pero no han querido escucharnos:
Lo que ha sucedido estos días es un síntoma, un mal síntoma, la señal de que Vox, cuando empieza a tocar poder de verdad, cuando de verdad percibe que tiene fuerza, puede actuar como el PP: haciendo caso omiso a sus votantes (“voto cautivo” para Vox), traicionando sus compromisos.
Y ahora me pregunto si este síntoma es:
El anuncio de un cambio profundo en la trayectoria de Vox, pasando de valiente defensor de nuestros valores cuando no tiene poder a partido que, como el PP, comercia con nuestro voto.
O si es solo un error de principiante, una mala estrategia puntual, sin recorrido futuro.
Creo que la respuesta depende de la capacidad de escucha de Santiago Abascal y los dirigentes de Vox. Depende de que sepan escuchar lo que sus votantes quieren, y vuelvan a ser conscientes del papel que les han adjudicado en la vida política española.
Enseguida va a empezar la campaña para las elecciones regionales de Castilla y León. Ahí tendrá Vox la oportunidad de rectificar y demostrar que enmienda el inmenso error de Madrid.
O eso, o tendremos un PP 2, con sus cesiones y sus traiciones a los valores que tú y yo defendemos.
Ayer Rocío Monasterio perdió buena parte de la fuerza de negociación que tenía en sus manos. Pero todavía puede empujar a su socia parlamentaria, Isabel Díaz Ayuso, para que se modifique sustancialmente las leyes LGTBI y Trans de la Comunidad de Madrid.
*Miembro de Hazte Oír.
Respeto su opinión, pero que iba a hacer Vox, en un estado democrático se debe ceder cuando uno no tiene mayoría. SI no cede se le da alas a esta izquierda salvaje.Saludos