Ya sabíamos del doble fondo moral de un personaje tan lacayuno y repugnante como Jaime Peñafiel. Su cortesanismo rastrero le lleva a situar el reinado de don Juan Carlos a la altura de los acontecimientos cenitales de nuestra historia. Un vividor en toda regla que ha llegado a desear en un artículo El Mundo, donde colabora, la muerte de Miguel Bosé simplemente por tener una opinión sobre las vacunas distinta a la que él tiene.

En un editorial, El Mundo sostiene que Peñafiel ha excedido toda compostura y que el citado artículo nunca debió haberse publicado”.

“El cantante se había reafirmado recientemente en su negacionismo sobre el covid al insistir en que la Humanidad es objeto de la manipulación, no concreta bien de quién, en todo lo referente a la profilaxis contra el virus, y apostaba por hacer oídos sordos a las recomendaciones de las autoridades sanitarias. Pero ello en modo alguno justifica la reacción del periodista”, añade.

“Este diario no la comparte en absoluto. Consideramos que tal expresión desborda sobradamente el derecho a ejercer una legítima crítica sobre cualquier asunto. Somos conscientes de dos circunstancias que juegan un papel decisivo en este lamentable desatino. De una parte, que el cansancio pandémico y la creciente ola de contagios y muertes por la variante ómicron aumentan la sensibilidad de todos sobre el tema”, apunta.

“Pero ni ésas ni otras eventualidades son razones para desear la muerte de un ser humano, por muy disparatado que sea su discurso sobre un tema que tantísimo dolor está ocasionando en el mundo. Jaime Peñafiel se ha expresado a título personal, en contra del código ético de este medio. Y por ello pedimos disculpas a los lectores”, concluye.