La Toma de Granada se reduce por segundo año a la ‘intimidad’ de la Capilla Real
«Granada vuelve a ser fiel a su historia y a sus tradiciones. Conmemoramos un hecho histórico en el cual Granada cogió papel que corresponde y que tiene que ver con la formación de la España que conocemos. También con un mensaje muy importante de concordia, respeto y unidad. Este hecho que conmemoramos hoy nos hace valorar más el papel de Granada, conviviendo en tolerancia y valorando lo que tenemos alrededor. Hoy la ciudad vuelve a ser espacio fundamental de la historia de España», ha manifestado el alcalde de la ciudad, Francisco Cuenca.
El acto ha sido descafeinado, ya que no se ha celebrado la mayor parte del ceremonial de esta fiesta, sin tremolación del Pendón en la plaza del Carmen ni procesión cívica entre el Ayuntamiento y la Catedral. La celebración de la Toma se ha limitado al acto previsto en la Capilla Real.
La corporación municipal y las autoridades han accedido al interior de la Capilla Real para retirar las insignias reales, siendo portada la corona de la Reina Isabel por un Capellán Real y la espada del Rey Fernando por el alcalde. Seguidamente, se ha pasado a la Catedral con todo el cortejo de los Cabildos de la Catedral y la Capilla Real junto al Estandarte Real portado por el concejal José Antonio Huertas para la celebración de una Eucaristía.
Tras la misa se ha vuelto de nuevo a la Capilla Real para la tremolación del Estandarte Real ante los sepulcros reales por el concejal César Díaz y la posterior ofrenda floral a los mismos, concluyendo los actos del Día de la Toma en el interior de la capilla.
A las puertas de Capilla Real algunos ciudadanos que querían ver a la comitiva. En ningún momento se ha visto a grupos defesores o contrarios a esta celebración como cada año sucede en la Plaza del Carmen. Todo a medio gas.