Después de meses de espera y misterio, el tenista serbio Novak Djokovic ha confirmado que defenderá su título del Abierto de Australia en Melbourne Park este mes sin estar vacunado contra el Covid-19.

A través de un mensaje en las redes sociales, el número uno del mundo del tenis confirmó que recibió una exención médica sobre la vacuna para disputar el torneo que podría convertirlo en el máximo ganador de Grand Slam de todos los tiempos.

“Pasé un tiempo de calidad fantástico con mis seres queridos durante las vacaciones y hoy me dirijo a Australia con un permiso de exención. ¡Vamos 2022!″, escribió Nole en sus redes sociales, donde acompañó el mensaje con una imagen suya junto a su equipaje.

Happy New Year! Wishing you all health, love & joy in every moment & may you feel love & respect towards all beings on this wonderful planet.

Djokovic se negó a revelar si ha recibido las vacunas contra el coronavirus, pero sus comentarios dan un indicio que no se dio ningún vacuna, ni planea dársela.

El tenista había dicho anteriormente que no estaba seguro de competir en el primer Grand Slam de este año, debido a las ridículas normas sanitarias de Australia.

También generó dudas con su ausencia sin justificación en la ATP Cup y se volvió a estar en el ojo de la tormenta en abril de 2020, cuando se pronunció en contra de la vacunación obligatoria para jugar torneos.

Sin embargo, después de estas fuertes críticas, los organizadores del torneo le informaron que podría participar sin tener el pase sanitario.

Solo faltan 13 días para el inicio del primer Grand Slam de la temporada, donde Novak Djokovic intentará convertirse en el máximo ganado de torneos de Grand Slam en la historia del tenis: buscará su 21º título de un torneo grande, tras igualar el récord de Roger Federer y Rafael Nadal (20) al ganar Wimbledon el año pasado.

El Abierto de Australia es su torneo favorito, ya que fue en Melbourne donde Nole ganó su primer título de Grand Slam (2008), es el tenista que más veces ganó esta competencia (nueve victorias).

Se esperan más de 30.000 personas en cada una de las jornadas de este torneo y el gobierno australiano se muestra mas preocupado por los posibles contagios que por las altas temperaturas del verano que superan en muchos días los 40 grados centígrados.