Rafael Nadal, Bill Gates y Roger Federer

Mientras Novak Djokovic era detenido por segunda vez, a la espera de que el domingo se resuelva su situación toda vez que su visado fue cancelado por segunda vez, Rafael Nadal comenzaba ya el Abierto de Australia con la presentación ante la prensa de rigor. Las preguntas, más allá de su estado de salud, también se centraron en la situación que vive su rival serbio.

Lejos de solidarizarse con su compañero ilegalmente detenido, el balear indicó que había todavía cuestiones que resolver. «Desde mi punto de vista, hay muchas preguntas que necesitan ser contestadas. Creo que sería bueno si todo se clarificara pronto. Lo respeto de verdad, incluso si no estoy de acuerdo con muchas de las cosas que ha hecho en estas dos semanas».

«Novak Djokovic es uno de los mejores jugadores de la historia, sin ninguna duda. Pero el Abierto de Australia es mucho más importante que cualquier jugador. Si finalmente juega, estupendo. Si no, el Abierto de Australia será un gran Abierto de Australia, con él o sin él», prosiguió el balear.

También habló la tercera raqueta del mundo, Alexander Zverev, quien calificó de «injusto» el trato que se le estaba dando a Djokovic. «No creo que hubiera viajado hasta aquí si no pensara que podría jugar, teniendo la autorización para estar en el país. Si tú tienes el visado, crees que vas a jugar». «Novak es un nombre muy grande, es una estrella mundial. El gobierno australiano y el gobierno de Victoria deberían haber sido más claros en qué es lo que estaba pasando. Creo que no es justo hacer venir a una persona y no jugar el torneo», prosiguió el alemán. Molesto se mostró Stefanos Tsitsipas sobre toda la situación: «No se ha hablado de tenis en las dos últimas semanas».