La pandemia dispara la petición de marcas de artículos ‘sex toys’ en Europa
El confinamiento y el distanciamiento social obligado por la pandemia sanitaria de la covid ha coincidido con un espectacular incremento de las solicitudes para la protección de marcas de juguetes eróticos (‘sex toys’) en el mercado que forman los 27 países de la UE.
Según la base de datos ‘eSearch Plus’ de la Oficina de la Propiedad Intelectual de la UE (EUIPO), Euroagencia que tiene la sede en Alicante, las solicitudes de las empresas para proteger su marca en este tipo de artículos (‘sex toys’) mantuvo un incremento lineal hasta el estallido de la crisis sanitaria.
Esto es así porque se recibieron 321 solicitudes durante 2017, 357 en 2018 y hasta 406 a lo largo de 2019. Pero en 2020, el primer año de la pandemia, se pasó de esas 406 peticiones hasta rozar el millar (concretamente 990), casi dos veces y media más.
Y aunque en 2021 ha caído ligeramente el número, la cifra ha vuelto a ser considerablemente más elevado que antes de la pandemia, con 744. Fuentes de la EUIPO consultadas han explicado que se deduce que el aumento de las peticiones de marcas refleja “una anticipación de una mayor demanda de productos”.
En cualquier caso, la cifra de ‘sex toys’ en la tramitación no representa un porcentaje significativo del volumen anual de trabajo de la EUIPO ya que la Oficina cerró 2021 con cerca de 198.000 solicitudes de registro de marcas (récord absoluto en la historia), lo que arroja que solamente el 0,37 % eran ‘sex toys’.
El juguete erótico de la compañía sueca LELO que más ventas ha registrado en España es un succionador de clítoris que cuesta 99 euros.
Los españoles compraron un 40% más de juguetes eróticos en 2019
La tasa estándar para solicitar una marca que opere en todos los estados de la UE tiene un coste de 850 euros y una vez registrada tiene una validez de 10 años aunque puede renovarse con carácter indefinido.
Esta cuantía se han reducido progresivamente en los últimos años para fomentar que un mayor número de grandes, medianas y pequeñas empresas hagan uso de sus derechos en propiedad intelectual.
Los eurofuncionarios de la EUIPO reciben la solicitud, la evalúan, la comprueban y la tramitan para su registro en un proceso que, al igual que el montante de la tasa, ha disminuido en los últimos tiempos hasta situarse aproximadamente entre 4 y 5 meses de espera (147 días de media en 2020).