Josep Anglada, en el centro de la imagen; a su izquierda, Armando Robles.

Julia Navarro.- El director de AD, Armando Robles, ha aceptado el ofrecimiento del líder nacional de Somos Idemtitarios (SOMI), Josep Anglada, para coordinar la implantación del partido en Andalucía.

Pese a aceptar este reto, Robles ha dejado claro que no formará parte de ninguna candidatura electoral  y que su trabajo consistirá sobre todo en una tarea de gestión. “A veces es necesario formar parte de un proyecto de lucha y convertirnos en personas sacrificadas por nuestras convicciones. La lucha contra este sistema no puede ser entendida como si fuese la tarea de un puñado de idealistas ni como la responsabilidad de un sector político específico, mientras los demás guardan silencio por cobardía o por complicidad, convencidos de que esta es una guerra perdida o una batalla de ingenuos o ilusos, que todo está decidido de antemano por los que dicen representar la voluntad popular”, ha señalado Robles.

Robles ha insistido en que la razón “fundamental y casi única” de que se haya embarcvado en el nuevo proyecto liderado por Anglada es su preocupación por el cambio demográfico en España, un asunto que considera clave de cara a la supervivencia nacional. “De lo que hagamos o no ahora dependerá el futuro de las próximas generaciones de españoles. Nunca antes el desafío había sido tan grande. Ni siquiera en el año 711. Don Julián ha resucitado y vive en la Moncloa. Tenemos la oportunidad de activar una nueva reconquista de España, esta vez desde el sur. Conocemos la fortaleza del enemigo al que nos enfrentamos, pero nosotros llevamos razón, nosotros somos la razón de que nuestros padres y abuelos hayan existido”, manifestó el director de AD.

Robles definió como uno de los grandes objetivos de SOMI “la lucha sin cuartel contra la inmigración ilegal y las mafias dedicadas al tráfico humano”.

Tras señalar que “la compasión mal entendida está destruyendo a la civilización occidental”, Robles subrayó: “España es un país superpoblado. Es falso que España necesite más población, especialmente hoy cuando se tiende a la automatización de los procesos de producción industriales y de los trabajos agrícolas. Por lo tanto, la inmigración no es lo que necesita España en este momento. La introducción de población extranjera en España, en especial la procedente de otros continentes, tiende a romper la homogeneidad cultural que siempre ha existido en nuestro territorio. La condición mínima para la existencia de una nación es la homogeneidad de su población. De lo contrario esa nación es inestable”.

El nuevo coordinador de SOMI en Andalucía opinó que “las oleadas migratorias actuales son una consecuencia secundaria de la globalización, que tiende a abaratar el precio de la mano de obra en España”. “La fuerza de trabajo es uno de los factores sometidos a las leyes del mercado. Por eso puede afirmarse rotundamente que a medida que hay más trabajadores que aspiran a un mismo puesto de trabajo, el valor de ese puesto tiende a disminuir”, señaló Robles.

“El mito del progresismo en materia de inmigración es la integración. Se entiende por integración la aceptación de la cultura autóctona por parte del inmigrante que conserva, al mismo tiempo, sus señas de identidad. La integración es un mito voluntarista que hasta ahora nunca ha alcanzado sus objetivos en ningún país europeo. La integración supone el mantenimiento de la identidad de las comunidades inmigrantes y, quien dice identidad, dice, finalmente, territorialidad: quien tiene identidad propia antes o después reivindica un territorio propio: por eso existen los guetos de la inmigración. Frente al mito de la integración está la exigencia de la asimilación: asumir los rasgos de la sociedad autóctona sin distingos ni ranchos aparte”, dijo.

Rechazó también que España necesite de los inmigrantes con una tasa de paro que supera los cinco millones de personas. “Un inmigrante que llega de fuera disputará el puesto de trabajo a un español. El principio de preferencia nacional es incuestionable e irrenunciable en las actuales circunstancias. Primero los de casa y cuando aquí se haya alcanzado el pleno empleo será el momento de pensar en abrir las puertas a una inmigración legal y encauzada desde los consulados españoles en el extranjero”.

Robles se mostró asimismo muy crítico con los medios informativos, “colaboradores necesarios de la corrupción” y desgranó el diagnóstico que hace SOMI acerca de los problemas nacionales y que, a su juicio, no son planteados por la “disidencia controlada”: “destrucción del fomento de la unidad familiar, implementación de la llegada de inmigrantes tercermundistas para destruir el sentido de nuestra identidad, fomento del nihilismo y el relativismo, difusión de lo políticamente correcto a través de los medios informativos desde la óptica ideológica de la izquierda y una derechona enclaustrada dentro del sistema, que dice oponerse a la Agenda 2030 mientras apoya el despliegue militar español en el este de Europa de manos de la OTAN, que es el brazo armado de la mafia globalista pàra la implementación del nuevo orden mundial”.