Centro de salud de Alameda-Perchel (Málaga), lugar de trabajo de la doctora González Uceda (Foto: Sur)

Carmen González Uceda*.- El incremento de procesos graves de muchos tipos que he estado atendiendo en mi  consulta no lo puedo atribuir a la falta de diagnóstico durante el confinamiento, como se dijo en un principio, ni a las oleadas iniciales de la pandemia que causaron más  mortalidad, porque ha pasado excesivo tiempo para que eso pudiera seguir siendo la causa. Por otra parte la mortalidad directa por covid ha descendido mucho.

En casi todos los pacientes han aparecido tras la vacunación o se han iniciado poco después, hecho que se hace más evidente y grave con cada dosis posterior.

¿Cómo es posible eso? Parece que lo que nos causa enfermedad es la proteína S, sus  efectos directos sobre el endotelio de los vasos sanguíneos, la coagulación y la  estimulación de la inmunidad que produce, entre otras cosas. En algunos casos la  activación de la cascada inmunitaria es muy intensa, o se vuelve loca, quizás en  algunos la gasta en exceso y nos deja indefensos por un tiempo. Lo que estoy viendo  se parece mucho a los efectos del covid, pero mi opinión es que no está siendo el virus natural el que produce todo esto:

Hemorragias de todas las localizaciones y órganos.

Episodios trombóticos o compatibles con ese diagnóstico.

Aumento de eventos cardiovasculares agudos y arritmias.

Hipertensión arterial, algunas de inicio súbito y/o muy graves, incluso en personas  previamente hipotensas.

Cuadros neurológicos de todo tipo y empeoramiento de los previos.  Cánceres nuevos, recidivas o empeoramientos de los previos.

Diabetes de inicio o con peor control.

Infecciones graves, recurrentes o persistentes en el tiempo, hasta infecciones de  niños en los adultos, o varias simultáneas a la vez.

Trastornos del área de la salud mental nuevos, recidivas o empeoramientos de los  previos.

Te preguntarás cómo es posible esto y que las vacunas sigan autorizadas. Te cuento. Está demostrado que los médicos notificamos a las instituciones que vigilan medicamentos, vacunas y productos sanitarios menos del 1% de los efectos adversos  que atendemos. El sistema de notificación es muy farragoso y lento, y siempre nos  falta el tiempo para hacerlo, priorizamos el atenderte en el momento para que tú al  menos tengas el menor daño posible y tu salud no se resienta.

Hay varios problemas añadidos: el primero es que si antes de la pandemia nos faltaba el tiempo, ahora mucho más; otro es que al no tener acceso a pruebas diagnósticas  confirmatorias tememos notificar erróneamente y que esto dé lugar a más confusión  que ayuda generamos ( primun no nocere es el principio básico de la ética médica); y  para embrollar aún más, lo que producen las vacunas se confunde con la infección por el covid y/o con el empeoramiento de otras enfermedades o con un debut que nada pudiera tener que ver con la vacuna.

Los cambios continuos de protocolos, de los profesionales médicos, la atención  telefónica, la falta de tiempo para atender y para poder seguir formándonos y el  cansancio extremo ha dificultado que podamos establecer la relación temporal entre la administración de la vacuna y la aparición de los síntomas que produce.

Nuestras propias cuarentenas y aislamientos, nuestras enfermedades y las de nuestros  seres queridos también han roto la continuidad de nuestros cuidados hacia vosotros, y nuestras fuerzas.

MI CONSEJO ACTUAL ES PRUDENCIA 

Nunca se ha exigido la prescripción médica para estas vacunas, supongo que por motivos operativos, pero se debería hacer por legislación y con lo que se sabe  actualmente. En todo caso, ahora ya hay motivos para no recomendar  indiscriminadamente las vacunas disponibles.

Lo que como médica de familia te recomiendo es:

Si eres menor de 60-65 años y no tienes una enfermedad grave: NO TE VACUNES. Si  tienes que decidir sobre tus hijos menores de edad mi criterio es el mismo, además de  que ya no hay vacunas aprobadas para ellos.

Si eres mayor de 60-65 años y/o tienes una enfermedad de riesgo NO TE PONGAS  UNA TERCERA DOSIS o cuarta por ahora, y sin que la comunidad científica  independiente lo aconseje salvo que estés en una situación de inmunodepresión clara,  en cuyo caso habrá que valorar en profundidad cada caso.

Si eres mayor de 60-65 años y/o tienes una enfermedad de riesgo y no estás  vacunado es más difícil decidir. En la situación epidemiológica actual y con lo que  sabemos ya sobre estas vacunas mi consejo es que si has aguantado hasta ahora sin  vacunarte no lo hagas. EXTREMA LAS MEDIDAS DE SEGURIDAD RAZONABLES. En especial no estés con personas con procesos respiratorios infecciosos sin protección.

Si has pasado el covid con certeza o con un nivel de sospecha alto, NO TE VACUNES.  Parece ser que en otros países hacen pruebas de forma sistemática que detectan la  proteína N (indica infección cierta previa por el virus) para saber si poner sólo 1 dosis si  sale positiva, o ninguna. Sería conveniente hacerla antes de vacunar a los que aún no  se han vacunado y quisieran hacerlo, o mejor hacer un análisis de inmunidad celular.

Para todos:

Si estáis enfermos con un proceso respiratorio LEVE: QUEDAOS EN CASA y  REPOSAD. No vayáis ni a trabajar ni al centro educativo, no hagáis esfuerzos físicos, ni  actividades de ocio con otras personas y usad mascarilla los días de más  probabilidades de contagio (estornudos, tos, mocos, fiebre, malestar general…) cuando estéis con otras personas vulnerables o compartáis habitación con ellas.  Tampoco teletrabajes, el cerebro consume de forma habitual el 25% de nuestros  recursos, y cuando hacemos un trabajo intelectual más; esos recursos se los quitas a tu  inmunidad y a tu capacidad de reparación, las posibilidades de que se prolonguen las  enfermedades o se compliquen, todas, aumentan.

Si en cualquier momento tienes SÍNTOMAS DE GRAVEDAD, SE PROLONGA O SE  COMPLICA, además CONSULTA con tu médico o pediatra, por urgencias si crees con  cierta objetividad que estás grave. Si tienes dudas sobre la gravedad podrías consultar  con tu enfermera. Ejemplos de síntomas de gravedad son: fiebre alta más de 3 días o  que se prolonga en el tiempo (pongamos más de 7 día), cansancio extremo, falta de  aire, dolor torácico fijo, descenso del nivel de conciencia, quebranto generalizado,  diarreas o vómitos profusos o muy repetitivos, tos persistente que no permite hablar o  comer.

Si PRECISAS BAJA LABORAL para justificar la ausencia al trabajo y no puedes  acceder al sistema sanitario, puedes comunicarlo a este de forma fehaciente (app,  correo electrónico) y presentar en la empresa una DECLARACIÓN RESPONSABLE según  viene recogida en el artículo 69 de la Ley 39/2015 de Procedimiento Administrativo  Común de las Administraciones Públicas. Los médicos de los Servicios de  Inspección Médica del Sistema Nacional de Salud pueden emitir los partes de  Incapacidad Laboral Transitoria y tienen acceso a las bases de datos del Sistema  Sanitario Público, de forma que pueden constatar, facilitar y controlar si procede o no  la baja y su duración; puedes dirigirte a ellos. Aunque lo más razonable es que el  Gobierno nacional hubiera hecho una modificación urgente del actual Real Decreto ley 6/2020 sobre medidas urgentes en el ámbito económico y para la protección de la  salud pública, asimilando los periodos de aislamiento y contagio por covid a  accidente de trabajo no solo con efectos para la prestación económica, sino también  para facilitar los documentos de baja, confirmación y alta laboral, así serían las Mutuas  de Trabajo y los Servicios de Salud laboral de las instituciones públicas las encargadas  de esa tarea dejando a los médicos de primaria la labor exclusiva de la atención  clínica cuando sea precisa.

Si ESTÁS SANO o crees que lo estás: HAZ VIDA NORMAL con las debidas  precauciones de la mascarilla y la distancia. Mi opinión médica es que actualmente las  mascarillas están sobredimensionadas, y más ahora que han vuelto a obligar a su uso  también en exteriores. Ya sabemos lo bastante científicamente para ir reduciendo  estas medidas a su justo sitio, que debiera ser puntual y limitado en el tiempo.

Si el problema es no disponer de PASAPORTE COVID, mi consejo es que esto no  pese en la decisión sobre tu salud y tu vida. Ya tenemos la experiencia de que  podemos tener ocio o posponer nuestras visitas a nuestros seres queridos durante un  tiempo si tenemos que protegerlos. Esto último es más doloroso, pero siempre nos  quedan las reuniones por zoom aunque no podamos tocarnos, también para los temas  laborales. Y, en cuanto a pasear, leer, ver una peli, cantar, reír o bailar con los nuestros en el ámbito privado a priori nadie puede impedírnoslo. Por otra parte, es una medida  que no tiene aval científico y debiera tener los días contados.

Hay otras soluciones a  este tema garantistas de la poca o nula carga viral, desde hacer un test de Ag fiable, aportar una analítica con inmunidad celular hasta un enjuague bucal con un producto  que elimine el covid durante unas horas, ya que es muy débil frente a ciertos  productos químicos y ya hay estudios que lo avalan.

Si quieres NOTIFICAR EFECTOS ADVERSOS de la vacuna puedes hacer tú mismo  la notificación ahora que sabes cuáles son y tú mejor que nadie sabes la relación  temporal con la vacuna o vacunas. Puedes hacerlo entrando directamente en el  formulario en la página https://www.notificaram.es/Pages/CCAA.aspx#no-back button. No olvides tener a mano todos los medicamentos que tomas o tomabas en  aquel momento. Puedes hacerlo y conviene que lo hagas siempre que sospeches que  un fármaco te ha causado daño. Así te ayudas y ayudas a todos.

Muy importante:

USA DE FORMA RAZONABLE LA SANIDAD PÚBLICA. Los recursos son limitados, no  podemos llegar a lo importante si perdemos tiempo en lo que no lo es.

AYUDA Y DEFIENDE CON AHÍNCO LA ATENCIÓN PRIMARIA Y A SUS  PROFESIONALES. Somos los más cercanos, los que atendemos todo y a todos, los que  te acompañamos a lo largo de tu vida, la atalaya perfecta para darnos cuenta de lo que  ocurre, a ti y a la comunidad que atendemos, los que buscamos soluciones integrales a  tus problemas de salud, centrados en tu persona y tus circunstancias, no en protocolos  rígidos pensados para la generalidad. Necesitamos tiempo y medios, también para  formarnos sin que esto nos consuma la vida. El resto lo ponemos los profesionales con  gusto si estamos bien.

CUÍDANOS. Si nosotros, los médicos y demás personas que trabajamos en la  sanidad pública o privada, no estamos bien, no podemos cuidarte bien a ti y a los  tuyos. Quiero señalarte que además de los inconvenientes que como ciudadanos  tenemos por la pandemia, sufrimos muchos más, vivimos con sus consecuencias todos  los días y con muchísimas más exigencias. No necesitamos aplausos y premios aunque  nos agrade mucho y nos ayude a seguir, pero sí medios suficientes y poder sobrevivir.  No somos dioses, ni héroes, y menos queremos ser mártires.

CUÍDATE de la forma que tiene mayor evidencia científica:

COME SANO.

HAZ EJERCICIO FÍSICO de forma que no suponga riesgos elevados para tu salud.

NO INTRODUZCAS TÓXICOS en tu cuerpo. Recuerda que un fármaco mal  indicado tiene más posibilidades de serlo que uno bien indicado.

TOMA EL SOL a diario con moderación y protección.

Aprende a manejar el estrés: MEDITA. Está demostrado que esto además alarga  los telómeros (extremos de los cromosomas encargados de reparar nuestro ADN) y así  aumenta la salud, mejora numerosas enfermedades físicas, incluido el cáncer, y  mentales y la longevidad.

Busca y mantén una RED SOCIAL de personas que te quieran, te ayuden y a  quienes tú quieras y ayudes.

Asegúrate de tener un BUEN MÉDICO DE ATENCIÓN PRIMARIA Y ENFERMERA que te cuide y acompañe a lo largo de muchos años.

*Médico de familia en Málaga.

(CONTINUARÁ)

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