Científicos en China crearon una ‘niñera robot’ que cuida embriones creciendo en úteros artificiales
Los científicos del Instituto de Ingeniería y Tecnología Biomédica de Suzhou, China, desarrollaron un sistema de Inteligencia Artificial (IA) que puede monitorear y cuidar embriones a medida que se convierten en fetos en un útero artificial.
El controversial experimento fue publicado en el Journal of Biomedical Engineering y los hallazgos fueron recogidos recientemente por el South China Morning Post.
Allí se describe el funcionamiento de un útero artificial, que los investigadores llaman un “dispositivo de cultivo de embriones a largo plazo”, donde se cultiva múltiples embriones de ratón dentro de recintos llenos de los fluidos nutritivos, simulando la placenta uterina.
La función de la ‘niñera robot’ es medir constantemente los indicadores del desarrollo del embrión, como los niveles de dióxido de carbono o los nutrientes que recibe. Incluso tiene la capacidad de regularlos para fomentar el crecimiento, y en caso de un defecto que provoque la muerte del embrión alertará a un técnico para que lo elimine del sistema.
El útero y el sistema IA se están experimentando por el momento con crías de ratones, pero existe la posibilidad de que funcionen con embriones humanos en un laboratorio.
Algunos creen que este tipo de tecnología de IA está siendo probada para revertir la crisis demográfica que tiene China, debido a que viene experimentando una abrupta caída en la tasa de natalidad.
No sería algo descabellado de pensar, siendo que los laboratorios chinos tienen un historial de experimentos controvertidos. En 2019 se desarrollaron embriones híbridos de humano y mono que fueron cultivados desde la etapa de óvulo fertilizado hasta la etapa de formación de órganos dentro de un útero sintético.
Actualmente, solo se está implementando en animales debido a que el derecho internacional establece que es ilegal experimentar con embriones humanos mayores de dos semanas.
No obstante la idea de que se hagan pruebas en humanos está rodeada de preocupaciones éticas y sociales. Más aún si se piensa en la creación de bebés artificiales, hecho que transgrede la naturaleza humana.