Al PP de Casado no le gustan las mujeres brillantes y carismáticas
¡Qué asco, qué mal huele todo! ¡Qué desastre!¡Qué vergüenza ajena! Lejos de volver a la normalidad tras el triste final de Mariano Rajoy con su elenco de amistades peligrosas, el Partido Popular está demostrando que las cloacas, con sus traiciones ad hoc y las malas artes de antaño están en plena actividad, incluso agudizadas. La mafia organizada para deshacerse de las personas clave que, de una manera u otra, pueden hacer sombra es ya de dominio público. Ahora le ha tocado el turno a Isabel Díaz Ayuso, que lleva tiempo en la diana. ¡Todo vale por el poder!
Está visto que, en el moderno Partido Popular de Casado–no fue así antaño—, ser mujer y, además, brillante o con carisma, lejos de ser cualidades a considerar, son más bien atributos para la marginación, el ninguneo, el desprestigio o la traición. Las mujeres “no cuota” lo tienen más difícil. Más allá de las ambiciones personales, no se puede descartar una dosis de machismo, de celos, envidia o un cóctel de estos ingredientes. Un ejemplo de ello es Cayetana Álvarez de Toledo que, como diputada nacional, fue condenada al ostracismo durante las dos legislaturas de Rajoy, y acabó abandonando el partido. Siempre nos llamó la atención que se hubiese dejado seducir por Casado cuando inició su andadura como presidente del PP, tras derrotar a Soraya en el congreso que tanta ilusión aportó a militantes y simpatizantes. Cayetana fue traicionada por segunda vez. Demasiado coco para tanto mediocre desorientado en la bancada azul; demasiado enemigo con delirio de grandeza que llegó al escaño a vivir del cuento. Como no tenían dosier sobre ella, no pudieron callarla y acabaron apartándola de la primera línea.
El dosier es un clásico de los partidos políticos. Su contenido suele incluir hechos reales, verdades distorsionadas, descontextualizadas o exageradas, y situaciones creadas artificialmente. Dependiendo del interés, los dosieres suelen ser encargos de las cloacas del partido a otras cloacas –policiales, judiciales o incluso de los servicios de inteligencia— sobre miembros de su propia formación o de la oposición; también es frecuente este tipo de recopilatorios encargados privadamente por políticos con cierto poder, sobre algún adversario de su propio partido. Tenemos constancia de varios de estos informes, vigentes, de políticos en ejercicio. El fin es el chantaje, que se sustancia en mantener a la persona paralizada o al servicio de quien o quienes encargan el trabajo. La mayoría son solo utilizados como valladar y nunca se hacen públicos.
Cuando uno de estos expedientes sale a la luz, casi por norma es a través de alguien “de casa”, nunca es por error, y siempre dan el resultado esperado, porque el afectado –casi siempre presionado por la directiva— no suele plantar cara, más allá de una defensa personal, que precede a una renuncia “para no perjudicar al partido”. Con esta frase suelen zanjarse este tipo de traiciones. Recordemos las filtraciones contra Esperanza Aguirre o Cristina Cifuentes, con el máster y las cremas,; por ceñirnos a la Comunidad de Madrid. Total, el partido se deshace de lo que le sobra y siempre queda bien.
Pero Ayuso salió al paso y agarró el toro por los cuernos en una firme y contundente comparecencia ante los medios. El lenguaje no verbal de su cara dejaba ver su tristeza e impotencia. En ese momento, me apeteció hacer una pancarta con la leyenda: “todos somos Ayuso”. No voy a repetir la noticia con los ítems que ya conocen; solo destaco la frase mollar que resume todo: “Demuestren que no soy honrada”. Ese es el quid; en ellos está la carga de la prueba; así que, déjense de expedientes y demuestren. De momento, ya se ha confirmado que se le pidió al detective una investigación ilegal sobre la presidenta, y el coordinador general del Ayuntamiento ha dimitido. Las mentiras de García Egea y Almeida de esta mañana han quedado demostradas hace un momento. ¿No va a haber más dimisiones? ¿Solo cabezas de turco? A ver qué inventan para salir del embrollo.
Embrollo del que Casado se quiere escurrir, a pesar de ser el aludido. Nunca antes había ocurrido algo así en el Partido Popular, declaró García Egea ante los medios. Le faltó aclarar que, hasta ahora, los damnificados se habían retirado tímidamente a llorar en silencio, por lealtad a la secta. Más allá de otro tipo de intereses, no pueden soportar que Ayuso gane elecciones por ella misma; tienen una envidia que se mueren.
En las redes se están volcando con Ayuso y se organizan protestas ante Génova, 13. También ha recibido los respaldos explícitos de Esperanza Aguirre, Cayetana Álvarez de Toledo, Marta Rivera de la Cruz y Núñez Feijóo. El apoyo del presidente de la Xunta nos ha sorprendido al cincuenta por ciento: ninguno de los dos es muy de su agrado.
Lo más preocupante es que el PSOE ha llevado el tema a la Fiscalía, lo cual no nos inspira ninguna confianza. ¡A saber lo que pueden argallar en las cúpulas! Existe más parecido entre Pedro y Pablo que entre Isabel y Pablo. Se está viendo estos días en los planes para CyL. Hay mucho material para el cambalache. Si Casado, de recién llegado, fue capaz de pactar con Sánchez el silencio sobre su máster a cambio del silencio sobre la tesis fake, ¿qué podemos esperar? Es la trilería de la política.