Después de la que han montado, la dirección del PP ahora nos dice que pelillos a la mar. No es serio
Antonio Herraiz.- Del serial del PP, ya te venimos contando que los dos bandos enfrentados van a ir desvelando sus cartas de forma escalonada. No han descansado ni en fin de semana. ¿Hasta cuándo? Esto no es un juego de azar que los que se sientan a la mesa dependen de la suerte. No. Aquí todos tienen una estrategia y ahora hay que dilucidar quién tiene la carta buena que le permita ganar la partida.
Lo último es una inesperada marcha atrás. La dirección del PP dice ahora que retira el expediente informativo que le habían abierto a Isabel Díaz Ayuso y que podría haber terminado con su expulsión del partido. Dan por buenas las aclaraciones que ha ofrecido la presidenta de la Comunidad de Madrid y ¡pelillos a la mar! Aquí no ha pasado nada y todos tan amigos. ¿Y para esto una auténtica guerra civil?
Pues para intentar entenderlo mejor, para explicarlo hay que ir al principio. Ha sido medio año en el que de forma interna se ha ido extendiendo una sombra de corrupción sobre Isabel Díaz Ayuso por unos contratos con una empresa en la que trabaja el hermano. La presidenta denunció que la habían estado espiando los suyos, los propios.
Una vez se descubrió esta semana, tuvo que renunciar un asesor del alcalde de Madrid, Ángel Carromero, señalado por hacer el trabajo sucio contra Ayuso. El jueves, Génova abrió expediente a la presidenta madrileña y el viernes, en ‘Herrera en COPE’, escuchamos primero a Pablo Casado y después a Isabel Díaz Ayuso. Los reproches, las acusaciones fueron de alto voltaje.
Todo esto y mucho más se lo dijeron aquí, por separado, luego vino ese comunicado de Ayuso precisando la cantidad que habría cobrado su hermano por las gestiones para la compra de mascarillas en China. No eran 286.000 euros sino 55.000. No era una comisión, sino una factura por las gestiones para traer las mascarillas. Desde el viernes no hemos sabido nada de los dos.
El espectáculo estaba siendo inaudito, con una guerra fratricida retransmitida en directo, y los barones comenzaron a presionar a Pablo Casado para que, como presidente del partido, pusiera freno al espectáculo que estaban dando.
El gallego Núñez Feijóo exigió una reunión entre los dos, cara a cara, los dos solos; que ese encuentro fuera sin intermediarios, es decir, sin uno de los dirigentes que más tensiones ha generado en este enfrentamiento: el secretario general Teodoro García Egea.
Ese encuentro entre Casado y Díaz Ayuso se produjo el viernes por la tarde. Y de lo que ha trascendido oficialmente es que la reunión terminó sin acuerdo. La dirección dice que supuso un avance; en cambio, el entorno de la presidenta madrileña califica el encuentro de “infructuoso”. ¿Por qué? Porque según estas mismas fuentes cercanas a Ayuso, Casado pidió a la presidenta madrileña que publicara un comunicado negando que había sido investigada por el PP. A cambio, levantarían el expediente informativo que le han abierto. Y, como te puedes imaginar, no estaban dispuestos a desdecirse de lo que están convencidos. No iban a decir que no había sido espiada cuando tienen datos de que ha sido así.
A las pocas horas de que el entorno de la presidenta madrileña filtrara este escenario, desde la dirección lo negaron. La retirada del expediente era gratis. Sin nada a cambio, sin la necesidad de publicar ningún comunicado. ¿y para esta decisión, llámenla bajada de pantalones o como quieran, hacía falta montar este espectáculo?
Esto es lo oficial, lo que ha trascendido de uno y del otro frente. Pero los movimientos internos superan lo público y también el ámbito de Madrid. Decíamos ayer que un mal menor, que un posible parche para reconducir esta situación podía ser la salida de Teodoro García Egea. Así lo han venido exigiendo en privado numerosos dirigentes del PP.
El número dos del partido, el secretario general es el que mantiene el cuerpo a cuerpo con Ayuso y con su director de gabinete, Miguel Ángel Rodríguez, ex ministro y ex portavoz del Gobierno con Aznar, que es otro de los grandes protagonistas de este culebrón, aunque esté en la sombra.
A esa opción, a la salida de Teodoro García Egea se ha sumado también en las últimas horas la ex presidenta madrileña, Esperanza Aguirre. Ella está, claramente, con Díaz Ayuso.