Con Casado gana Sánchez
Hoy hay muchas personas que lo están pasando muy mal. Votantes sinceros que confiaron en las siglas populares, militantes honestos que trabajaron duro por defender sus ideas, gente que quiere vivir en un país con valores sólidos. Hoy muchas personas se sienten traicionadas.
Porque quieren (queremos) un PP de centroderecha, no un PP socialista. Pero Pablo Casado no sólo traiciona los valores de su partido, sino que también quiere destruir a los pocos líderes populares que, como Isabel Díaz Ayuso, todavía respetan la identidad original del Partido Popular.
Cada minuto que Pablo Casado sigue en el Partido Popular… aumentan las posibilidades de que Pedro Sánchez vuelva a ganar las próximas elecciones generales.
Desde HazteOir llevamos años avisando: Pablo Casado y la dirección nacional del Partido Popular abjuran de sus principios y traicionan a sus votantes. El presidente del PP se ha convertido en el problema del centroderecha, no en su solución. Así que ha llegado la hora de que salga del despacho de la presidencia popular y vuelva a su casa.
La falta de coraje y de compromiso de Casado ha conducido al PP a tambalearse entre sonoras derrotas y victorias que sonrojan. Y a una velocidad supersónica, ha desarbolado ideológicamente al PP y lo ha convertido en oficina de empleo de amiguetes dispuestos a cambiar principios por poltronas.
En julio de 2018, durante las primarias del PP, echamos el resto para ayudarle a acabar con el rajoyismo. Y Casado batió a Soraya Saéz de Santamaría con una impecable propuesta de combate y rearme ideológico.
Pero aquella bonita historia no duró demasiado. Cada vez más proclive a caminar de la mano de Pedro Sánchez, Casado ha regalado el Tribunal de Cuentas, el Defensor del Pueblo y el Tribunal Constitucional al PSOE. Y en su afán por merendarse los votos de Ciudadanos, ha convertido al PP en la auténtica veleta de la política española, girando una mañana al supuesto centro y otra, a la izquierda socialdemócrata.
Tozudos como somos (batalladores, si lo prefieres), seguimos llamando a su puerta. En la última Convención nacional del PP le dirigimos a Casado una campaña pidiéndole que redirigiera al partido hacia la batalla cultural e ideológica frente a la izquierda. Le enviamos los resultados de una encuesta entre 5.652 personas cuyos resultados señalaban que el 98 por ciento prefería un PP “comprometido con el derecho a la vida, la familia y el matrimonio natural y el fin de los privilegios de género y los del lobby LGTB”. Ni caso. Casado giró más todavía a la izquierda. Su portavoz oficial declaró:
“El feminismo y el ecologismo forman parte de la esencia del Partido Popular”.
Hoy Pablo Casado se ha convertido en el cobarde espía de sus propios compañeros y en maestro de la guerra sucia. Triste final para quien tanto prometía.
Pero lo peor para España no es que Casado haya traicionado al centroderecha. Lo peor es que está dando alas a Pedro Sánchez, que puede convocar elecciones generales en cualquier momento, sabedor de que nunca como ahora el centroderecha ha estado tan débil.
Y esa debilidad es el fruto del trabajo de Pablo Casado en la presidencia del PP.
En su trayectoria sin más rumbo que hundir a su propio partido, Pablo Casado culminó su carrera de traiciones en una entrevista en El Mundo, donde muy ufano declaró:
“El PP representa ahora mejor a los socialdemócratas moderados que Sánchez”.
Ha llegado la hora de pasar página, mandarle a casa y confiar en que alguien distinto y con convicciones firmes enderece al que supuestamente es el primer partido de la oposición. Así que…