¡Tiembla Vladimir Putin! El cardenal Omella, siempre con los enemigos de la Iglesia, declara la guerra a Rusia
AD. El presidente de la Conferencia Episcopal Española, Juan José Omella, el complaciente y servil cardenal-arzobispo de Barcelona, tras conseguir la inmatriculación de casi todas las propiedades eclesiásticas gracias a la benevolencia del presidente del Gobierno, acaba de declarar la guerra a Rusia.
Se ha dado a conocer que uno de los sacerdotes de la archidiócesis barcelonesa ha viajado a Ucrania para colaborar con el ejército ucraniano en su “numantina” resistencia contra las tropas rusas. Así reza (nunca mejor dicho) la información: “Hoy a las 13h nuestro hermano el P. Iuri Stasiuk toma el avión hacia Ucrania para desplazarse al frente y acompañar espiritual y sanitariamente a los soldados ucranianos. Ya ha estado en otras 4 ocasiones, pero en esta ocasión el riesgo es mucho más grave. Oremos mucho por él y por la paz en Ucrania. Es, en cierta manera, una presencia de nuestra diócesis en este grave conflicto”.
Llama la atención que el cardenal Omella haya sucumbido con tanta facilidad a la propaganda hasta el punto de poner en riesgo la vida de uno de sus sacerdotes, que acabará llegando a la línea del frente cuando ésta haya desaparecido, a tenor de cómo se desarrollan las operaciones militares. Cuando los peores bichos del planeta: Goldman Sachs, Soros, Rothschild, Macron, la bruja von der Leyen y el decrépito Borrell están apoyando a Ucrania como opción geoestratégica para neutralizar a Putin, es que Rusia lleva razón. Que los mismos que ha podrido Europa con abortos, eutanasias, la promoción del lobby gay y la perversión sexual de los menores en las escuelas, quieran convertir a Vladimir Putin en el malvado global, es la prueba de la abyección de la élite globalista que gobierna despóticamente la UE. Pero que sea el cardenal presidente de la Conferencia Episcopal el que se posicione con el depravado Pedro Sánchez y los plutócratas de Silicon Valley en contra del único mandatario que no traga con el Nuevo Orden Mundial, enviando al matadero a un sacerdote de su diócesis, le califica como un obsequioso tiralevitas del sistema.
Que la exhibicionista Irene Montero proponga que las menores de 16 años aborten sin el consentimiento paterno y pretenda obligar a todos los hospitales públicos a asesinar a los no nacidos, pasando por encima de cualquier objeción de conciencia, no ha provocado ninguna reacción en el silente Omella. No hay un solo valor cristiano que los envilecidos países de la Unión Europea quieran implementar en Ucrania. Se trata simplemente de una estrategia para doblegar ese rebelde polo de poder que se llama Rusia.
Una Ucrania en la UE y en la OTAN sería el campo abonado para la debacle moral y demográfica que se abate sobre una Europa cínica y envilecida, donde hay ya más minaretes que iglesias. La suerte está echada: Delenda est Carthago. Lo extraño es que los que deberían predicar el inexorable Juicio divino sobre tanta corrupción, se dediquen a justificar las insolencias de aquellos cuyo único objetivo es demoler la fe y la moral cristianas.
Este tonto y el resto de jerarcas de la iglesia siempre con los enemigos de Dios, con los del aborto, la ideología de género, con y con los aberrantes en contra de las leyes de divinas, Y que conste que no me decanto por nadie en especial, porque “maldito el hombre que se apoya en otro hombre y no pone sus esperanzas en Dios”. Porque como venza América lo tenemos crudo. Ya desde el nacimiento, estos hijos de satanás van a ordenar a los médicos que infiltren hormonas contrarias al sexo del nacido, para experimentar. Claro excepto a los hijos… Leer más »
El cardenal Omella debería acordarse de que el Reino de Jesús “no es de este mundo”.-Juan 18, 36 –
Su posicionamiento está fuera de lugar resultando muy dolorosa esta perdida del sentido sobrenatiral que nunca debería abandonar a un, representante de la Iglesia, en su caso extremadamente relevante ..
Que Dios nos perdone a todos.
De que Rusia defiende la independencia de Cataluña eso lo decís otro día espero que estos refugiados que va provocar está guerra que tanto os gusta en este diario digital al ser en su inmensa mayoría cristianos y blancos querrais acogerlos. Pero tanto os gusta la política de Putin y tampoco la de la Unión Europea emigrar a Rusia a vivir el sueño de vuestra arcadia feliz como según vosotros tiene que ser el mundo