La guerra en Ucrania se traslada a la cesta de la compra: “No se va a poder frenar una subida de precios generalizada”
Al igual que ocurriera con determinados productos durante la crisis sanitaria de la covid (sobre todo levadura y papel higiénico), la guerra entre Rusia y Ucrania ha llevado estos días a muchos consumidores a una compra masiva de aceite de girasol ante el temor de su desabastecimiento de los lineales de los supermercados (casi la mitad de lo que consumimos en España proviene de Kiev).
Este martes, algún consumidor se encontraba con la estantería vacía de dicho producto en algún comercio de la ciudad. Esa “demanda anómala” ha llevado a algunas empresas de distribución alimentaria a limitar su venta, tal y como informó el pasado viernes la Asociación Española de Distribuidores, Autoservicios y Supermercados (Asedas), que resaltó que “existen alternativas tanto de origen como de producto”.
Una de ellas es Mercadona. Su venta está limitada a cinco litros por cliente para evitar problemas de ‘stock’ ante el incremento “importante” de la demanda.
La Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) también prevé “nuevas subidas” de precios en el “corto plazo” en algunos productos: carnes, leches, huevos, pan y los aceites vegetales como el girasol. “Los cereales (trigo y maíz, entre otros) se destinan a productos alimentarios, procesados y piensos. Gran parte de los alimentos que sufren los efectos de la guerra venían ya acumulando importantes subidas en el ejercicio pasado. Los aceites comestibles, un 31%; el de oliva, un 27%; la carne de ovino, un 22%; las pastas alimentarias; un 15%; las frutas, un 9%; las legumbres y hortalizas, un 8%; y la carne de ave, un 6,5%”, recuerda Alejandro Marín, delegado de OCU en Zaragoza.
Ningún barco de Ucrania
Por otro lado, los puertos en Ucrania están paralizados, por lo que no sale ningún barco con cereales hacia nuestro país. “La máxima preocupación que tenemos en el sector es el desabastecimiento de cereales para la fabricación de pienso los próximos meses. En estos momentos, podemos tener suministro de pienso para cuatro meses, para alimentar a nuestras ganaderías. El impacto en Aragón sería mucho mayor que en cualquier otra región porque consumimos más pienso porque tenemos muchos cerdos en nuestras explotaciones. El porcino es el sector ganadero más importante en cuanto a número de cabezas y a lo que significa económicamente para nuestra Comunidad», recuerda.
No obstante, tanto el Gobierno central como la Comisión Europea trabajan en buscar alternativas comerciales. “Las organizaciones agrarias, como UPA, les hemos trasladado esa preocupación. Una solución que en principio se va a buscar es traer esos barcos de cereales de países como Argentina y Estados Unidos”, indica.
Buscar alternativas más baratas a los productos y servicios más caros. Desde la Organización de Consumidores y Usuarios se recomienda priorizar los supermercados más económicos y adquirir productos de temporada. En el último estudio que hicieron (visitaron más de 1.000 super e hipermercados de 65 ciudades españolas, además de los ‘online’) comprobaron que el ahorro anual oscilaba entre 247 y más de 3.000 euros, dependiendo de la localidad.
Ojo con las ofertas “familiares”. Advierte de las promociones con los 3×2 y 2×1, que conlleva un 20% más de producto. “Este tipo de ofertas con mayor formato implican un mayor descuento sobre el producto en envase pequeño. Nuestros análisis desvelan que a veces los formatos ahorros implican hasta un 82% más caro que el formato habitual. Lo más sencillo es comparar el precio por unidad de medida (kilo, litro, dosis, rollo, etc), que es un dato obligatorio y nos permite comparar si el ahorro es tal”, aconseja Alejandro Marín, delegado de la OCU en Zaragoza.
Tratar de huir de los alimentos “con apellido”. Estos suelen resultar mucho más caros. “La simple inclusión de las denominaciones como ‘casero’, ‘artesano’, ‘receta tradicional’, ‘eco’ y ‘bio’ hace que se encarezca nuestra decisión de compra”, señala.