Ayer mismo hablaba con un amigo de la situación terrible que estamos viviendo y la necesidad de hacer algo. Es un buen hombre, un buen patriota, un buen padre de familia.

Después de soltar mi perorata, se me quedó mirando en silencio y dijo: ¿De verdad merece la pena defender esto? El poder político decide, como en los peores tiempos del terror humano, quién vive y quién muere sin que nadie salga a la puerta de los hospitales, o en los balcones, denunciando, todos los días, este holocausto eutanásico.

Deciden que mueran nuestros padres y abuelos, esos que gracias a su trabajo y sacrificio, lograron que hoy tengamos una sanidad que se ha hecho universal para todo el que llega en patera o saltando violentamente la valla, menos para ellos. Toda una vida trabajando y pagando para que ahora los dejen morir.

Esta es la heroica resistencia de los que sí resistieron de verdad, nuestros ancianos, y que hoy son víctimas de un exterminio eugenésico propio de cualquier dictadura nacionalsocialista o internalsocialista.

¿Esto es lo que quieres salvar?