El periodista Josele Sánchez escribe en AD sobre el ‘Caso Blanquerna’: “El ejemplo de unos héroes de la patria”
Por Josele Sánchez.- El ingreso en prisión de catorce patriotas condenados por el denominado “caso Blanquerna” refleja el grado de degradación judicial de una España que aún tiene la desvergüenza de autoproclamarse como un Estado de Derecho; acaso ahora cobran más sentido que nunca las declaraciones de un vicepresidente del gobierno de España (de tan triste recuerdo) cuando afirmó que “en España hay presos políticos y no es nuestra nación (él, por supuesto, no se refirió a nuestra patria como nación sino como “país”) una democracia plena”; obviamente, “El Coletas” no hacía esta referencia por los presos patriotas sino en alusión a los golpistas catalanes que gozaban (hablo en pasado porque -de todos es sabido- ya disfrutan de la libertad que les permite seguir maquinando contra la unidad de España), unos políticos corruptos y traidores que disfrutaban de un régimen carcelario más parecido a la estancia en un “resort de 5 estrellas” con un “todo incluido” que a la privación de libertad de unos criminales autores del más grave de los crímenes que pueda cometerse contra la patria: la alta traición, la miserable sedición y una bastarda proclamación unilateral de independencia de la región catalana.
Así las cosas, el 11 de septiembre de 2013 se convocaba en Madrid un acto delictivo y criminal contra la unidad de España y en defensa de la independencia de la región catalana, una afrenta a la unidad nacional que debiera haber sido prohibida por la autoridad gubernativa; como quiera que la Delegación del Gobierno de Madrid no cumplió con su deber de impedir la celebración de un acto que atentaba claramente contra la Constitución Española y contra los derechos de todos los españoles, un grupo de patriotas se presentó en el lugar donde se celebraba dicho “aquelarre contra la unidad nacional” para realizar lo que “los progres” han bautizado como un “escrache”, una acción de protesta pública, denuncia de los hechos y tratar de impedir su consumación.
14 patriotas que no hicieron más que cumplir con su deber, incluso con su deber constitucional (de esa Constitución masona y liberal que consagró el Régimen del 78) que en su artículo 30 proclama: “Los españoles tienen el derecho y el deber de defender a España”.
14 patriotas que con su presencia trataban de impedir un crimen y ejercían su derecho claramente especificado en el texto constitucional.
Fue la acción de estos compatriotas un acto legal y carente de violencia física hasta el punto de que no se “sacudió” ni una “leve colleja” que, por otra parte, hubiera estado sobradamente justificada. Hemos visto las imágenes infinidad de veces en todas las cadenas de televisión; por mucho que han intentado manipularlas ralentizando movimientos e intentando agravar lo ocurrido, lo bien cierto es que toda España pudo comprobar que la “extrema violencia” de la que hablaban los medios del sistema se redujo a un suave empujón, a arrancar una bandera de su mástil y arrojarla al suelo. Ni siquiera se prendió fuego a la referida bandera -tal y como nos tienen acostumbrados a hacer con la enseña nacional los impunes criminales independentistas-. Eso fue todo.
Y la justicia, mejor dicho, “la mafia judicial española” condena a prisión a unos hombres cuyo único delito es amar a su patria y haber actuado, en ese acto, como unos ciudadanos ejemplares, cumpliendo con su deber constitucional de defender la unidad de España y oponiéndose a la consumación de un delito que debía haber sido impedido por los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado.
Cualquier español que ame a su patria y que hubiera estado presente en ese acto, debería actuar exactamente igual a como procedieron los 14 patriotas ahora condenados. Quiero pensar que la única diferencia entre los hoy condenados y quien esté leyendo este artículo sea una mera cuestión de tiempo y espacio; es decir, no haber estado allí en aquel momento es lo único que nos separa de no compartir idéntica condena que los 14 compatriotas enviados a prisión por el denominado “caso Blanquerna”.
¿Cómo puede ser tan hipócrita la opinión pública española y cómo pueden ser tan “mansos” los millones de españoles (sea cual fuere su ideología) que aman a su patria?
En cualquier otro país los 14 ciudadanos que actuaron en defensa de la unidad nacional serían considerados héroes de la patria.
Algún día (espero) la valerosa hazaña de estos compatriotas se estudiará en los colegios y España les rendirá el tributo que merecen porque, más allá de esos miserables comisarios políticos -hoy denominados “Fiscales para delitos de odio”- los 14 patriotas que el 11 de septiembre de 2013, en la librería Blanquerna de Madrid, demostraron su incondicional amor a España, bien merecen la solidaridad, el reconocimiento y el tributo de admiración de todos los españoles.
Cuando se produjo el incidente de Blanquerna lo dije desde el primer momento: fue un ataque de bandera falsa del CNI para demonizar a la derecha y darle fuelle al PSOE y a Podemos, el tipo que ya peinaba canas que era el cerebro del grupo y que no sale en el video es un confidente de los servicios de inteligencia, lo pillaron en los 90 con armas metido en una movida de terrorismo y lo soltaron a los pocos meses, desde entonces trabaja para el sistema como topo en la derecha, era ademas familia politica de un embajador y… Leer más »
Son unos patriotas que luchan por la Unidad e Independencia de nuestra nación y merecen todo mi apoyo
Como ellos debiéramos ser todos
¡Arriba España!
Los asesinos de ETA tambien eran patriotas vascos?
Que grande Josele. Que Dios le bendiga.