La revista American Journal of Transplantation ofrece pruebas sobre la sustracción forzada de órganos en China
La American Journal of Transplantation, la revista de la Sociedad Estadounidense de Cirujanos de Trasplantes (ASTS) y la Sociedad Estadounidense de Trasplantes (AST), publicó el 2 de abril un artículo sobre la sustracción forzada de órganos en China con el título: “Ejecutar extirpando órganos: el incumplimiento de la regla del donante muerto, en China”.
“En estos casos, la sustracción del corazón, durante la extirpación de los órganos, debe haber sido la causa inmediata de la muerte del donante. Dado que estos donantes de órganos sólo podían ser presos, nuestros hallazgos sugieren firmemente que los médicos de la República Popular China han participado en ejecuciones mediante la sustracción forzada de órganos”, escribieron los autores, Matthew P. Robertson, de la Universidad Nacional de Australia, y Jacob Lavee, del Centro Médico Sheba de la Universidad de Tel Aviv.
La extirpación de los órganos antes de la muerte
La regla del donante muerto (DDR) es un requisito fundamental de la ética de los trasplantes. “La regla establece que la extirpación de los órganos no debe comenzar hasta que el donante esté muerto y sea declarado oficialmente como tal. Es por la misma razón: la extirpación de los órganos no debe causar la muerte del donante”, describió el artículo. “En un área aparte de la praxis médica, existe una intensa controversia en torno a que los médicos participen en la ejecución de los prisioneros condenados a muerte”.
Los investigadores realizaron un análisis informático de los textos en chino de 2838 artículos de una base de datos de 124 770 publicaciones sobre trasplantes, para someterlos a una revisión forense. “Nuestro algoritmo buscó pruebas de declaraciones problemáticas de muerte cerebral durante la extracción de los órganos”, dice el artículo. “Encontramos pruebas en 71 de estos informes, repartidos por todo el país, de que la muerte cerebral podría no haber sido declarada correctamente”.
“De estos informes deducimos que se produjeron violaciones del DDR: dado que los donantes no podían encontrarse en situación de muerte cerebral antes de la extirpación de los órganos, la declaración de muerte cerebral no podía ser médicamente correcta. De lo cual se deduce que en estos casos la muerte debe haber sido causada por los cirujanos que extirparon el órgano”, concluye el artículo.
Muchas pruebas
La literatura médica entre 1980 y 2015 muestra que China es el segundo país del mundo en volumen absoluto de trasplantes, mientras que los investigadores de derechos humanos descubrieron que las cifras reales de trasplantes de órganos en China son mucho mayores. “Los hospitales de la RPC siguen anunciando tiempos de espera para trasplantes de semanas, mientras que los tiempos de espera en Estados Unidos se miden en meses y años”, escribieron los autores. Los anuncios del ‘turismo de órganos’ incluso aparecieron en sitios web en inglés, ruso, árabe y otros idiomas.
A esta desconcertante situación se suma la falta de un sistema de donación voluntaria y el escaso número de donantes voluntarios en China. El artículo afirma que, según tres fuentes oficiales, incluido el actual líder del sector de trasplantes, el número de donantes voluntarios de órganos en China acumulado hasta 2009 (es decir, que no son presos) fue tan sólo de un 0,3% de los 120 000 órganos que, según los informes oficiales, se trasplantaron durante el mismo periodo.
Además, el líder del sector de trasplantes en China escribió en 2007 que el 95% de todos los trasplantes de órganos procedían de presos. Sumando todo esto, “se deduce lógicamente que casi todos los trasplantes de órganos en los documentos que consideramos deben haber sido de presos. Es de suponer que esto incluye tanto a los presos del corredor de la muerte como a los presos de conciencia”, dice el artículo.
Para resolver este rompecabezas, los autores eligieron corazones y pulmones para el análisis, porque su extirpación suele implicar a donantes cuyos corazones aún laten. “Los 71 trabajos que identificamos implicaban casi con toda seguridad infracciones de la DDR porque en cada caso la cirugía, tal como se describe, impedía una determinación legítima de la muerte cerebral, una parte esencial de la cual es la realización de la prueba de apnea, que a su vez requiere un paciente intubado y ventilado. En los casos en los que se utilizó una máscara facial en lugar de la intubación -o una traqueotomía rápida seguida inmediatamente de la intubación, o en los que la intubación tuvo lugar después de la incisión del esternón mientras los cirujanos examinaban que el corazón latía- la falta de determinación previa de la muerte cerebral resulta aún más evidente”, escribió el artículo.
Los informes de los medios de comunicación
“China ha sido acusada de forma fehaciente y reiterada de asesinar a los practicantes de Falun Dafa y a otros presos políticos para sustraerle sus órganos. Ahora, un artículo que acaba de publicarse en la American Journal of Transplantation -una de las revistas médicas más respetadas del mundo- expone un caso convincente de que los médicos chinos no sólo extraen órganos a los presos ejecutados, sino que la extracción de órganos es a menudo el medio de ejecutarlos”, describió un artículo del National Review el 4 de abril titulado “Estudio: los médicos chinos ejecutan a los presos mediante la sustracción forzada de órganos”.
“Descubrimos que los médicos se convertían en verdugos en nombre del Estado, y que el método de ejecución es la sustracción forzada del corazón”, señaló uno de los autores, Robertson, según un artículo del Australian Financial Review titulado “Cirujanos ejecutan a los prisioneros chinos por sus órganos, según un estudio de la ANU (Universidad Nacional de Australia)”.
“Estas cirugías son muy rentables para los médicos y los hospitales que se dedican a ellas”, explicó, “probablemente hay muchas más que se ocultan. Esto es lo que se extrae de una pequeña muestra”.
“Cirujanos chinos extirparon los corazones de presos condenados a muerte antes de que se confirmara que estaban muertos, según un estudio australiano sobre trasplantes de órganos”, informó el Times en un artículo del 5 de abril con el título de “Los cirujanos chinos extirparon corazones de presos condenados a muerte que aún estaban vivos: sugiere un estudio”.
“Investigadores de la Universidad Nacional de Australia (ANU) examinaron miles de documentos médicos chinos y concluyeron que los cirujanos mataron a algunos presos durante la cirugía, incluyendo a algunos ‘presos de conciencia’ que no habían sido certificados con muerte cerebral”, describió el artículo. “Los autores del estudio dicen que su análisis de datos informático refuta las afirmaciones chinas de que todos los presos se encontraban en situación de muerte cerebral antes de que les ‘extirparan’ sus órganos”.
Cualquier aparente locura que se diga de China es poco. Ese sistema comunista con una élite financiera ultra capitalista es aberrante. Es el mal en la tierra.
Es sabido que China trafica con los órganos de las personas que son condenadas a muerte.
¡Y a los familiares del difunto, encima, les obliga a pagar la baala que les causa la muerte!
¿Cabe mayor sadismo…?
Y, en función “de la demanda” internacional de órganos, pues cobran un dineral por un corazón, un riñón, etc., SE EJECUTA A MÁS O MENOS PERSONAS.
El gobierno comunista chino debe de pensar que de un chino se puede aprovechar todo, como hacemos nosotros con los cerdos…
Claro que la diferencia es vital: ellos son personas, y los cerdos son animales.