El Papa Francisco clama por la paz en el Vía Crucis del Coliseo: “Que donde haya odio florezca la concordia”
Una luna llena clara y brillante reinaba en Roma en las primeras horas de la noche de este Viernes Santo, donde tres años después el Papa Francisco ha presidido el Via Crucis en el Coliseo de la capital italiana ante la presencia de miles de romanos y visitantes que no han querido perderse este momento que rememora la Pasión y Muerte de Jesucristo.
Tras dos años de pandemia que obligó al Santo Padre a celebrar este Via Crucis en el Vaticano sin apenas público en 2021, en esta ocasión los aledaños del Coliseo recuperaba una de sus tradiciones más arraigadas de la Semana Santa.
La guerra de Ucrania y los daños ocasionados por la pandemia, que tantas vidas han costado, han hecho de este regreso al Coliseo romano un Via Crucis especial. Por ello, el Pontífice ha pedido que escriban los textos de las meditaciones familias con todo tipo de realidades: numerosas, con hijos discapacitados u adoptados, emigrantes o refugiados.
La penúltima meditación ha sido escrita por dos mujeres, una de nacionalidad rusa y otra ucraniana, lo que había causado cierta polémica en los últimos días , ya que algunas voces del país agredido se mostraban reacios a compartir este Via Crucis con vecinos del país que ha iniciado el conflicto. No obstante, la Santa Sede aseguró desde el primer momento que se trata de una oración para pedir la paz, sin fines políticos. Así ha sido.
Fieles a la tradición, durante el Via Crucis este grupo de personas han integrado el recorrido que rememora las etapas de la Pasión de Cristo. En cada Estación se ha hecho una oración, la lectura de un fragmento del Evangelio y un canto.
Finalmente, y antes de que el Papa Francisco diera la bendición apostólica a los asistentes, pedía a Dios “mantener encendida en nuestras familias la lampara del Evangelio que ilumina alegrías y dolores, cansancios y esperanzas”.
“Que cada casa refleje el rostro de la Iglesia cuya ley suprema es el amor. Por la efusión de tu espíritu ayúdanos a despojarnos del hombre vejo corrompido por pasiones engañosas y revístenos del hombre nuevo creado según la justicia y la santidad”, ha agregado.
Asimismo, el obispo de Roma ha rezado por que el Señor tome la mano de los fieles “como un padre” que impida alejarnos de Él y convertir “nuestros corazones rebeldes a su corazón para que aprendamos a seguir proyectos de paz”.
Por último, Francisco ha hecho un nuevo llamamiento por la paz entre los hombres, con el fin de que “donde haya odio florezca la concordia”.
“Haz que no nos comportemos como enemigos de la cruz de Cristo para que participemos en la gloria de la Resurrección. El que viva y reina contigo en la unidad del espíritu santo por los siglos de los siglos”, ha expresado el Sucesor de Pedro ante los miles de asistentes a este regreso al Coliseo tres años después de la última vez.
Menudo elemento vendido al Nuevo Orden Mundial, he aquí el Anticristo.
Este GRAN HIPÓCRITA,… éste usurpador de la Silla de San Pedro, estoy seguro que si hubiera sido miembro del Sanedrín, de aquellos canallas que sentenciaron a JESÚS a la crucifixión,… habría sido mucho más criminal que Anás y Caifàs.
Seguro que se habría inventado un suplicio aún más diabólico para aniquilar a Jesucristo.
Pues que empiece él frenando el odio que está generando entre monjas y seminaristas que son expulsados por negarse a llevar la antisana mascarilla
a qué son obligados a llevar.
Eso del odio podias aplicartelo tu, Bergoio, que bien que odias la tradicion catolica, entre otras cosas.