La página web del Sínodo del Vaticano celebra la homosexualidad y la adopción de niños
En un brusco y monumental alejamiento de la enseñanza de la Iglesia católica, el Vaticano celebró los “testimonios” de adopción de niños por parte de parejas homosexuales, así como la propia homosexualidad.
El sitio web del Sínodo, supervisado por la Secretaría General del Sínodo de los Obispos, destacó el viernes como dignas de elogio tres historias de adopción homosexual que fueron compartidas por Noelle Therese Thompson, la líder sinodal de la Parroquia de la Inmaculada Concepción en Hendersonville, Carolina del Norte.
La primera, titulada “La historia provida de Parker”, cuenta cómo una mujer que estuvo a punto de abortar decidió dar a su hijo en adopción cuando vio que un amigo suyo, que mantenía una relación homosexual, quería tener un hijo. La historia atribuye a la relación homosexual la responsabilidad de salvar la vida del niño, y concluye: “Hoy, Parker es un niño de ocho años con dos padres amorosos, Karl y Diego, cuya relación salvó a este niño del aborto”.
La segunda, titulada “La historia de una sexualidad que da vida”, comparte cómo una pareja homosexual “casada” adoptó a adolescentes locales con discapacidades mentales. Es digno de mención, teniendo en cuenta que es imposible que una sexualidad gravemente desordenada “dé vida”, que la propia página web aclare con respecto a las historias: “Los títulos son nuestros”.
La última historia cuenta cómo un hombre que enseña en una escuela católica y su pareja “casada” “deciden acoger, amar y adoptar niños pequeños a nivel internacional y, al hacerlo, sacarlos de la pobreza extrema”.
La “mayor tristeza del profesor es que tiene que ocultar su sexualidad para mantener su trabajo en una institución eclesiástica y que no se siente bienvenido en la Iglesia católica precisamente por su sexualidad, que considera dada por Dios, y esto a pesar de su intento de amar a los pobres e indigentes a través de su decisión provida de adoptar”, concluye la historia.
La presentación de las historias de adopción de homosexuales bajo una luz positiva por parte de un portavoz del Vaticano es gravemente escandalosa, en parte porque respalda uno de los “pecados mortales particulares que son tan malos que se dice que son pecados que claman al cielo por venganza”, como afirma el Catecismo Católico, a saber, la sodomía (Gn 18:20-21, cf. CIC #867).
Al avalar la paternidad del mismo sexo, la Secretaría General del Sínodo de los Obispos, que está “directamente sometida al Romano Pontífice”, amontona un escándalo sobre otro, uno que condona la “violencia” hacia los niños, según la propia enseñanza doctrinal del Vaticano.
La Congregación de la Doctrina de la Fe (CDF) ha declarado, según el entonces prefecto de la CDF, el cardenal Joseph Ratzinger, que “permitir que los niños sean adoptados por personas que viven en uniones [del mismo sexo] significaría en realidad hacer violencia a estos niños” al colocarlos “en un ambiente que no es propicio para su pleno desarrollo humano”.
Los investigadores Robert Oscar López y Brittany Klein, que fueron criados por parejas del mismo sexo, han opinado sobre lo que consideran los efectos nocivos de la adopción homosexual, que advierten es un “abuso infantil sistemático”, señaló Church Militant. Publicaron un estudio de 2016 basado en el testimonio de niños adoptados por parejas del mismo sexo, titulado “Jephthah’s Children: Las víctimas inocentes de la paternidad del mismo sexo“.
Klein, que fue criada por lesbianas, denunció que la crianza de los hijos por parte de personas del mismo sexo es una privación de los mismos. “No se trata de lo que ocurre entre dos adultos. Se trata de un país entero que se hace cómplice de convertir a las mujeres en ganado de cría para satisfacer los caprichos de un grupo de hombres, y que luego niega a los niños creados como mercancía vendible el derecho básico a una madre y un padre”, escribió en el estudio.
“Un niño merece una madre y un padre. Es un derecho humano básico. La paternidad no es un derecho. … Ninguna homofobia en el mundo compite siquiera con esta deshumanización socialmente aceptada de los niños”.
Church Militant también ha observado que la Secretaría General del Sínodo de los Obispos parecía apoyar la homosexualidad de otras maneras a través de su boletín informativo, lanzado en enero de 2022.
Por ejemplo, un número del 6 de mayo del boletín presenta la “Fundación para la Emancipación Gay”, fundada por el padre Jan Veldt, y destaca una de las “reacciones” al sínodo por parte de “grupos de creyentes -recogidos por Veldt- que expresaron la esperanza de que “el empoderamiento gay en la Iglesia puede quizás promoverse hablando de ello tanto como sea posible, en los medios de comunicación y especialmente en la propia Iglesia”.
En una declaración publicada en el sitio web del Sínodo, la Fundación escribió que ve las “reuniones de consulta preparatorias” del Sínodo sobre la Sinodalidad “como una buena oportunidad para ajustar aún más la posición de la Iglesia Católica Romana con respecto a la homosexualidad”.
La Fundación celebró además el respaldo del Papa Francisco a las uniones civiles entre personas del mismo sexo, señalando que en el documental Francesco, “el Papa dijo que cree que se debe permitir a las parejas homosexuales entrar en una unión registrada”.
El apoyo de Francisco a las uniones civiles entre personas del mismo sexo, que contradice las enseñanzas de la Iglesia Católica que prohíben explícitamente tales uniones, fue utilizado poco después para justificar la paternidad del mismo sexo.
CBS Boston informó que una mujer en un “matrimonio” homosexual “vio el apoyo como un mensaje para sus hijos: su familia es bienvenida, y la fe católica es un regalo que pueden compartir juntos”.
Aunque la Secretaría General del Sínodo de los Obispos ha descrito positivamente las relaciones homosexuales gravemente pecaminosas como algo “vivificante” y valioso, el sitio web incluye una notable cláusula de exención de responsabilidad: “La publicación de cualquier contribución no debe entenderse como una aprobación de su contenido; tampoco debe interpretarse dicha publicación como un acto de reconocimiento formal por parte de la Secretaría General del Sínodo de los Obispos del grupo o comunidad que presenta la contribución”.
Una prueba más de la decadencia irreversible de la iglesia católica, que desde hace tiempo viene cobijando homosexuales y progres en su seno, los cuales después realizan los desmanes que todos conocemos y corroen la institución desde dentro, ahora con el aval del siniestro argentino… amén de su espíritu acomodaticio desde el Vaticano II que convirtió la liturgia en una fiestita insulsa de guitarritas, discursos vacuos para viejas viudas y solteronas y venta de tortas en el atrio. Una ONG globalista sorosiana que solamente recluta vocaciones acordes: buenistas, progres, cripto abortitas, maricas enclosetados y no tanto, pedófilos, marxistas, “ecuménicos”, blandengues,… Leer más »
Magnífico y excelente comentario.
Valoración de la música litúrgica antes del Concilio Vaticano II = 10.
Valoración de la música litúrgica de la Iglesia Ortodoxa = 10.
Valoración de la música litúrgica post Concilio Vaticano II = 0.
Pido disculpas por emplear la palabra “música” para calificar a eso que se oye y que hay que soportar en la liturgia postconciliar vaticana II, sea instrumental o vocal. Eso no es música, es la fealdad hecha sonido. Merece todo el desprecio de cualquier persona mínimamente culta sea creyente o no.
Fealdad musical que, huelga aclararlo pese a la excelente descripción, va de la mano con la fealdad espiritual de sus hacedores: materialistas que se dicen religiosos y que han transado con el plebeyismo, la vulgaridad, el igualitarismo bobo y el sentimentalismo bastardo…
Han trocado trascendencia y doctrina por inmanentismo y connivencia con el demoprogresismo masón y satánico que, como decimos aquí en Argentina, los usa como forros -profilácticos- para sus propios fines luciferinos.-