Los cuatro jinetes del Apocalipsis
La primera y la más terrible de entre las distopías es la de los Cuatro Jinetes del Apocalipsis. El Apocalipsis es un libro de carácter profético, donde se encuentran una serie de revelaciones referentes al fin del mundo. El libro del Apocalipsis es también conocido como Libro de las Revelaciones o, simplemente, como Revelaciones de Jesucristo.
El Apocalipsis es el último de los libros del Nuevo Testamento. En sentido figurado, un apocalipsis puede ser un evento catastrófico o un cataclismo. Esta palabra procede del latín, y esta a su vez del griego, y significa “Revelación”. El libro del Apocalipsis, por otro lado, es atribuido al apóstol San Juan, el cual lo escribió durante su destierro en la isla de Patmos, en el mar Egeo.
En el Occidente Cristiano, se los conocía con el nombre de Jinetes del Apocalipsis. Sin embargo, su esencia era mucho más antigua y universal. Pese a ser bautizados con distintos nombres, encarnaban la misma realidad demoledora, una realidad que aún está presente en el siglo XXI.
EL CABALLO BAYO (AMARILLO):
“Miré, y vi un caballo bayo. El que lo montaba tenía por nombre Muerte, y le fue dada potestad sobre la cuarta parte de la tierra, para matar a gran parte de la Humanidad”.
Desde hace dos años, una Peste venida al parecer de Asia (cuna de la raza amarilla) recorre el mundo, y ha sobrecogido de terror a toda la Humanidad, pues le ha sido dado el poder de traer la muerte sobre cualquiera de nosotros. Los científicos le han dado el nombre de COVID 19 a esa nueva enfermedad. Pensemos que no ha afectado a un solo país, sino a todas las naciones de la Tierra.
Como suele ocurrir, este jinete Amarillo (Bayo) ha tenido muchas complicidades entre los propios humanos. A saber, los que se han lucrado con negocios viles, aprovechándose del miedo, vendiendo toda clase de cosas para protegernos, mascarillas, geles, guantes y vacunas.
Otros se han aprovechado de este miedo insano para privarnos de derechos y libertades. Con la escusa de nuestra seguridad, nos han encerrado en nuestras casas, nos han impedido ir a trabajar, o circular libremente. Nos han arruinado, mientras que ellos se han hecho inmensamente ricos y han disfrutado de un gran poder.
Los hay que incluso han prohibido a los creyentes acudir a la Santa Misa para recibir la Comunión, que es el alimento de vida para el cristiano.
El caballo bayo del COVID 19 es el primero que ha aparecido, y ha diezmado a la Humanidad, dejando muertos, así como heridos en el cuerpo, y sobre todo en el alma. Muchos de estos efectos psicológicos no curarán nunca.
EL CABALLO ROJO:
“Salió otro caballo, un caballo de color rojo, y al que lo montaba se le concedió quitar de la tierra la paz para que se degollaran unos a otros; se le dio una espada grande”
Castellani advierte que viendo dos guerras mundiales parece como si el mundo se preparase para una tercera. En estos días, con la Invasión de Ucrania, hemos visto un caballo ruso de color rojo como la bandera de la extinta URSS.
La siniestra calavera de su jinete ha tomado un rostro que parece humano y que se corresponde con su líder supremo, Vladimir Putin. La espada grande no cabe duda que se refiere al arma nuclear, y este personaje no ha dudado en amenazarnos a todos con su uso.
EL CABALLO NEGRO:
El tercer jinete monta un caballo negro y se representa generalmente como la hambruna. El jinete lleva un par de balanzas o básculas de pesaje, lo que indica la forma en que el pan será escatimado durante la hambruna que vendrá.
A consecuencia de la guerra vendrá la escasez, la pobreza y el hambre. Los que hayan sobrevivido a la Peste y a la Guerra, conocerán las puñaladas del Hambre. Pero no me refiero sólo a un hambre físico, doloroso para el cuerpo, sino a un hambre de Dios, pues no solo de pan vive el hombre, sino de toda palabra que brota de la boca de Dios.
El jinete que monta al caballo negro representa al dinero. Las entidades financieras pesarán cada miga de pan ante la cara demacrada de una Humanidad agotada y rendida. Muchos banqueros (vestidos de riguroso negro) y potentados del mundo lo tendrán todo, mientras que los supervivientes humanos no tendrán nada.
EL MISTERIOSO JINETE DEL CABALLO BLANCO:
“Miré y vi un caballo blanco, y el que montaba sobre él tenía un arco, y le fue dada una corona, y salió vencedor, y para vencer”.
Hasta ahora se lo había considerado como un símbolo del Evangelio o incluso de Jesucristo. También se ha discutido si es la personificación de las distintas religiones, capaces de herir, juzgar e inspirar (ya sea valentía para los que resistieron junto a Jesucristo, o terror para los que colaboraron con Satán) en las distintas naciones. Sin embargo, si hay algo aún más universal, que siempre ha seguido a los tres jinetes anteriores y ha triunfado por encima de todas las adversidades contra todo pronóstico: ese jinete es sin duda la Esperanza, de color blanco resplandeciente.
Ese era el verdadero mensaje predicado por Jesús de Nazaret, y uno de los sentimientos y deseos humanos más característicos, la Esperanza. Es lo que nos queda cuando no poseemos nada; un jinete que nunca se irá de nuestro lado y que nos ha empujado siempre a seguir hacia delante y dejarlo todo atrás.
Al final de todos estos males, el Hombre vencerá a la Bestia, y aunque quedará muy mermado en número, a cambio será mucho más fuerte en cuerpo y en Fe.