La licenciada “Puri” nos quiere representar
AD.- Un partido que ignora a la militante que fue profesora en Harvard, para poner de número dos en la lista a las autonómicas a Purificación Fernández, “Puri”, a quien le pueden más los focos que sus propias ideas, es a la meritocracia lo que Eurovisión al Concierto de Año Nuevo de Viena. Pongamos que hablamos de Vox, que no ha encontrado nada mejor para encabezar los tres primeros puestos en las listas que Antonio Sevilla, la citada “Puri” y Antonio Luna. Una lista que avergüenza hasta a quienes estaban dispuestos a votar al partido verde como mal menor. Ahora ni siquiera con la nariz tapada. No se puede votar a Luna y dormir a pierna suelta. No se puede.
En el ámbito de la empresa privada, “Puri” no habría alcanzado nunca mejor estatus que el de cajera de supermercado, pero en Vox Málaga lo natural es que una persona como ella, sin apenas instrucción, termine siendo diputada autonómica. Estos son los que venían a sacarnos de la ruina y a salvarnos a los españoles. Pues qué tranquilo se queda uno.
Ya que es probable que “Puri” termine representando a la provincia de Málaga en el Antiguo Hospital de las Cinco Llagas, sí es pertinente exigirle que se atenga a las reglas de la ortografía y explicarle que las palabras llanas terminadas en vocal no se acentúan. Razón de más para exigirle que revise los textos publicados en redes sociales. No le reprochamos a la pobre Purificación su incultura, pero sí que su incultura pueda ser identificada con una provincia como Málaga, cuna de María Zambrano.
Cuando Purificación Fernández, “la Puri”, escribe un texto con faltas ortográficas, no es ella la que queda mal; es ella la que hace quedar mal a la gente cultivada que aún queda en su partido. Nos preguntamos cómo podría resolverle los problemas a los demás quien propina tantas coces al idioma español.
Pues antes votaría a la Puri que a María Zambrano, una republicana de su época incapaz de ver las barbaridades que cometían a diario.
A lo mejor la “Puri” es profesora de francés y griego, y eso Ortega Smith lo valora mucho…
Pues a Sevilla se irá con el que comparte apellido con la capital, al piso que les ha traspasado Eugenio Moltó a vivir juntitos su nidito de amor esperando al nascituro de igual apellido, que viene con el pan de Vox debajo del brazo.