Juan García-Gallardo

JN.- Castilla y León puede ser el mejor ejemplo de lo que puede esperar la sociedad española de VOX y de su falsa intención de limpiar las instituciones del amiguismo, del despilfarro o de cargos inútiles. Por el contrario, practican todo aquello que dicen detestar mientras se refieren a “los políticos” en tercera persona, como si ellos estuvieran al margen de los vicios que tanto critican.

Pero al margen de los chanchullos de los enchufes y del gasto político por parte de VOX, repasemos en primer lugar aquello que produce todavía más vergüenza y asco que el hecho de que unos cuantos elegidos a dedo se llenen la barriga. Esto último lo dejaremos para el final de esta recopilación de los greatest hits o ‘grandes éxitos’ en los primeros 50 días de VOX en el Gobierno de la Junta de Castilla y León.

El consejero Gonzalo Santonja, comunista y simpatizante de Herri Batasuna

Gonzalo Santonja, en el centro.

Fue, como popularmente se dice, llegar y ‘besar el santo’. Pero para mal en este caso, claro está. Gonzalo Santonja fue militante del Partido Comunista de España (PCE) y simpatizante de Herri Batasuna (HB), el brazo político de la banda terrorista ETA, que asesinó a cerca de 1.000 personas.

Hay constancia gráfica de que Santonja, allá por 1987, acudió a un acto de HB, partido político de la ETA que fue ilegalizado, acompañado del dramaturgo Alfonso Sastre y del escritor José Bergamín. Junto a este último, precisamente, aparece Santonja como uno de los firmantes, en febrero de 1979, de una carta al director en el diario El País titulada “En Defensa de Telesforo Monzón”, que fue uno de los fundadores de Batasuna.

Como premio a su ‘compromiso’ con la dignidad de las víctimas, irónicamente es nombrado consejero de Cultura de Castilla y León a petición de VOX, el partido de José Antonio Ortega Lara, presidente de honor y funcionario de prisiones secuestrado por ETA durante 532 días.

La formación verde se ha llenado la boca en la defensa de las víctimas del abyecto terrorismo practicado por la banda armada y parece que, según su criterio, esta es la mejor forma de honrarlas.

Gallardo, vicepresidente ‘florero’ sin competencias ejecutivas

El que se denomina como “el partido de la coherencia” muestra muy poca con respecto a su aversión por el Estado de las autonomías, las cuales suprimirían si pudieran, una política-ficción porque jamás alcanzará VOX los dos tercios del Congreso de los Diputados, nada menos que casi 235 parlamentarios nacionales.

En cualquier caso, si bien tendría sentido participar de este Estado de las autonomías aunque no te gusten, porque estas tienen delegadas competencias tan importantes como sanidad, educación y seguridad públicas, lo más chocante es que Juan García-Gallardo sea vicepresidente de Castilla y León a propuesta de VOX pero sin haber asumido competencias ejecutivas reales.

Es decir, es un florero que, para más inri, tiene un sueldo mayor que el propio presidente Alfonso Fernández Mañueco del PP, quien sí aglutina toda la responsabilidad del ejecutivo. Menos mal que “a la política se viene a servir a los españoles, no a servirse de los españoles”, en palabras de Javier Ortega Smith, secretario general.

Gallardo, faltón, muestra desprecio hacia una procurada con discapacidad

Gallardo se estrenó como vicepresidente en la sesión de control de las Cortes castellanoleonesas con la siguiente frase dirigida a una procuradora socialista que va en silla de ruedas: “Le voy a responder como si fuera una persona como todas las demás”.

¿Acaso no es como los demás? ¿Acaso una persona pierde su dignidad como ser humano por padecer una merma física? Si estos son los supuestos valores y la buena educación que defiende VOX, apaga y vámonos.

Lo que debería producirle más sonrojo al vicepresidente florero, ya que no tiene que trabajar y solo pasearse dada su carencia de responsabilidades ejecutivas, es que tenga que ser el presidente Mañueco quien salga a disculparse por algo que él no ha hecho, algo que refleja el señorío del dirigente popular en contraposición al ‘niñaterío’ de Gallardo, que bien podría haber matizado sus palabras por no haberse expresado bien.

Gallardo tiene la osadía de enchufar al primo de su padre ¡y negar su parentesco!

Curioso es que VOX, que siempre ha criticado los enchufes trifásicos de los demás, dé lecciones en esta materia a otros partidos. A la más mínima oportunidad que han tenido –en el primer gobierno en el que han entrado– de colocar a un familiar para cobrar de lo público, ni se lo han pensado, ni vergüenza les ha dado.

Gallardo ha nombrado como jefe de gabinete –a razón de 73.926,22 euros– a José María Barrio Gil-Fournier, del cual niega relación alguna de parentesco, cuando es primo de su padre, con la siguiente alocución: “Si yo falleciera sin testamento, él no heredaría; heredaría el Estado antes”. Juzguen ustedes mismos a semejante caradura.

Incremento del “gasto político”, cuando en campaña prometía reducirlo

Tuvimos que escuchar en la pasada campaña de las elecciones autonómicas de Castilla y León cómo Gallardo hablaba de reducir el “gasto político”. Bien, empecemos por él, que es vicepresidente florero al no asumir ninguna cartera y cobra por ser un completo inútil –según la RAE, “no útil”– un salario 79.570,96 euros, superior al del presidente Mañueco, que cobra 76.355,04 euros.

Pero es que, además, con la irrupción de VOX en la Junta de Castilla y León, según su portal de transparencia, se ha incrementado el número de altos cargos de 93 a 99 y se han actualizado los salarios un 2% –pasando de 6,5 millones a más de 7 millones anuales– y se han cubierto cada uno de los 44 puestos de confianza –asesores que se eligen a dedo– para aumentar el gasto anual un 33%, de 1,5 millones a casi 2 millones.

Que incumplas tu promesa electoral, todavía, pero que hagas radicalmente lo opuesto a aquello que vas pontificando, es de tener muy poca vergüenza. Pero vista la actitud de Gallardo y sus jefes, los dueños de VOX S.A, no es de extrañar.

Dimite el gerente de Empleo, de VOX, por dar cursos de igualdad y sexualidad

En el ‘bonus’ de hoy el protagonista no sería otro que Javier Moreno, vicepresidente y gerente del Servicio Público de Empleo de Castilla y León, nombrado por Vox, que presentó este lunes su dimisión tras conocerse que dirige una de las empresas que imparten los talleres de igualdad que criticaba su propio partido.

Los cursos habían sido criticados por el concejal y portavoz de Vox en el Ayuntamiento de Valladolid, Javier García Bartolomé, quien los tildó de “charlas al más puro estilo podemita” con contenidos “sexuales y sectarios”; y también por la vicesecretaria de portavocía nacional, Patricia Rueda, en la rueda de prensa en la sede nacional de VOX.

Al menos, este tal Moreno ha tenido la vergüenza de dimitir, si bien no la tuvo para aceptar el cargo, y sobre todo cobrar por ello. “Total, mientras nadie se de cuenta…”, debió pensar. Y es que dicen por ahí que por dinero baila el perro.

El 19-J y una reflexión dedicada a los honrados afiliados de VOX

Visto lo visto, y por el bien de todos, ojalá el presidente Juanma Moreno en las inminentes elecciones al Parlamento de Andalucía del 19-J no tenga que tragar con imposiciones de estos farsantes vendehumos, que avergüenzan a todos aquellos que hayan sido votantes de VOX pero que tienen espíritu crítico con estos de la derechona veleta. Y es que ni siquiera son capaces de disimular que incumplen los cuatro mantras que dicen defender de manera repetitiva, como los falsos salvapatrias que son.

¿Qué más necesitan los afiliados de VOX para darse cuenta de que los dirigentes de este partido son una lacra que los engañan y se forran mientras los reducen a meros ‘pagacuotas’ sin voz ni voto, habida cuenta de la aniquilación estatutaria de la que ya de por sí era una nula democracia interna con menos garantías jurídicas que regímenes totalitarios y neocomunistas como Cuba o Venezuela? No hay más ciego que el que no quiere ver…