Vox, el socio leal del PSOE andaluz
Vox aparece en el panorama nacional al tiempo que su supuesta antítesis, o lo que es lo mismo de Podemos. Ambos a la sobra del desastre económico y social que llevó al 15 M, lo que creo una tremenda desconfianza hacia el bipartidismo. UPyD, Ciudadanos, son otros de los hijos, con mayor o menor suerte, del mismo desastre del 15 M. Partidos con mucho populismo, verborrea, magistral del arte del birlibirloque y en el juego de los triles.
Otro signo que los identifican es la falta de coherencia de sus discursos, cargados de populismo oportunista diario, según donde sople en viento cada día, pero incapaces de presenta propuestas realistas y serias, a los verdaderos problemas de los ciudadanos, a quienes dicen “representar”. Siempre jugando a la contra, al fallo, al cuanto peor mejor, y a remover el río para intentar pescar a los desesperados y despistados.
Vox que nació, tal como decía Podemos y Ciudadanos, para regenerar la política española desde una nueva forma de hacer política, en cuando han tocado moqueta oficial, de lo prometido me olvido, para convertirse en multiplicadores de la política que querían cambiar. El ejemplo más claro, es la errática política que realiza Vox en Andalucía.
Escuchar en una cadena de televisión nacional, a una de las principales líderes de la formación verde, Rocío Monasterio, que Vox ha llegado para impedir que gobierne el Partido Socialista Obrero Español, y al mismo tiempo meterse en la cama de forma desvergonzada con el PSOE andaluz, para derribar unos presupuestos más necesarios que nunca para Andalucía, roza la esquizofrenia por no decir la desvergüenza.
Andalucía ha sufrido durante cuatro décadas el despotismo y la corrupción del socialismo español disfrazado de verde y blanco. Al fin los andaluces apoyan un cambio democrático para sacudirse de unos gobiernos que pasaran a la historia por el profundo daño ocasionado a Andalucía, y por tanto privándola del futuro que se merece.
Llega un gobierno nuevo, con ideas nuevas, y con el objetivo de convertir a Andalucía en el motor económico capaz de ponerla en el lugar que le corresponde, por sus capacidades, entre las regiones más dinámicas y ricas de la Unión Europea. Justo lo que dice pretender Vox. Pero en vez de apoyar de forma responsable la gobernanza del Partido Popular, y poner sobre la mesa proyectos reales con el mismo objetivo de crecimiento económico y normalidad social, se echa al monte, y se confabula con las tesis partidistas y electoralistas del PSOE-A, para intentar acabar con el gobierno progresista del PP. Andalucía no merece este Vox, del mismo modo que no merece al PSOE.
Vox, en la misma cama del PSOE-A, ha demostrado a las claras lo que es, una manada de oportunistas políticos, ocupando un nicho político que ni comprenden ni creen. Si fueran coherentes, hubiesen apoyado los presupuestos de Partido Popular, realizado aportaciones al mismo pensando en lo importante que es una Andalucía fuerte para le economía española, y batirse en las próximas elecciones como un partido responsable, que ha entendido el momento que vive Andalucía, que ha portado a su estabilidad y crecimiento, y que, portante tiene mucho que ofrecer a los andaluces y andaluzas.
Si hubiese seguido el camino de la coherencia, hoy Vox sería un referente para muchos votantes de ciudadanos e indecisos como una formación fiable y útil para Andalucía. Hubiese crecido y en el próximo gobierno de Andalucía tendría más peso, pero ha seguido el camino de la incoherencia del Populismo que marca el PSOE-A. Esto supondrá que baje en votos, que el Partido Popular le cueste más trabajo volver a gobernar Andalucía, y lo que es peor, que haya ayudado al PSOE-A volver al gobierno andaluz, justo lo contrario que defendía Rocío Monasterio en Televisión. O el Partido Popular consigue gobernar por sus propios medios electorales, o el PSOE-A volverá para seguir robando el futuro de los andaluces, y Vox será su más fiel y leal cómplice.