Las criptomonedas no se libran del mal momento de la economía mundial
Se viven momentos de incertidumbre en torno a las principales criptomonedas a nivel mundial. Muchas son las personas que, por estas horas, se preguntan qué hacer con sus activos en Bitcoin, además de otras altcoins, toda vez que la principal divisa virtual sigue depreciándose, al punto de congelarse los retiros de fondos en algunas de las principales plataformas internacionales.
El caso es que no puede hacerse un análisis emocional de lo que pasa con Bitcoin, sino que se deben analizar muy bien cuáles son los factores detrás de los cambios de cotización de los grandes activos del sector, como la criptomoneda ripple, para entender qué ocurre, y qué sucederá en el futuro.
Por supuesto, a nadie se le escapa que tras alcanzar los 68.000 dólares hace algunos meses, Bitcoin se ha desplomado hasta los cerca de 25.000 dólares actuales, lo que lleva a varias conclusiones, mayormente asociadas a una idea general: las criptos no se libran de la economía global.
Bitcoin y las altcoins, no tan diferentes a los demás instrumentos
Ante las constantes preguntas sobre por qué sigue la pronunciada caída de Bitcoin y otras criptos, arrastrando consigo a otras que parecían más estableces, como por ejemplo Ethereum, debemos decir que estamos en niveles de fines de 2020, aunque entonces la tendencia era opuesta, claro.
Una pérdida del 65% de su valor respecto a hace un año y medio haría que la mayoría piense dejar definitivamente esta inversión o especulación, pero en realidad debemos ampliar nuestra mirada, atendiendo a cómo lo que pretendía ser un fenómeno aislado de cualquier otro evento social, comienza a asemejarse lentamente a los instrumentos económicos que pretendía eludir.
Al final, la masiva adopción sobre todo de Bitcoin pero también de las demás altcoins, ha hecho que este mercado vaya alineándose con las bolsas convencionales y otras herramientas financieras que consideramos básicas y que, en apariencia, poco y nada tenían que ver con las monedas digitales.
Las compañías, a la defensiva
El problema principal al que se enfrentan tanto las criptomonedas como cualquier otra moneda fiduciaria, es que estamos atravesando un período complicado, marcado por una alta inflación, incluso en aquellos países que históricamente jamás han sufrido inconvenientes con ella.
En los Estados Unidos, el Consumer Price Index -CPI-, su índice de precios al consumo, ofrece un panorama desolador, con un 8,6% de aumento de precios en comparación con el año pasado, aún cuando se preveía un retroceso como consecuencia del final de la pandemia por coronavirus, y gracias al retome de la actividad. Sin embargo, la recuperación, si llega, demorará bastante.
En este contexto poco afortunado, la mayor empresa de préstamos con criptomonedas de EE.UU, Celsius Network, informó que congelaría la retirada de activos por la situación “extrema” que padecen los mercados, lo que no ha hecho más que saltar las alarmas por un “corralito”, denominación que se da, justamente, a la imposibilidad de retirar los activos.
Una oportunidad a largo plazo
Aunque los más entusiastas de las promesas revolucionarias de Bitcoin y otras criptos podrían presenciar estos eventos con resignación, hay analistas que advierten acerca de la oportunidad.
Coincidiendo en que el actual estado de las cosas no ayuda en absoluto a la apreciación de estas monedas virtuales, estos expertos afirman que la lenta mejoría de las economías del planeta contribuirá a una cotización más elevada de Bitcoin, acompañándose ambas al final.
Si estos especialistas están en lo cierto, éste podría ser un buen momento para quienes no necesitan retirar sus activos y pueden mantenerlos a largo plazo, como para quienes hasta ahora no hubieran entrado en las criptomonedas, esperando la coyuntura ideal para hacerlo, pagando mucho menos.