Inma Sequí, miembro del equipo editorial de AD: “Los 12 diputados de VOX en 2018 decidieron el gobierno de la Junta; los 14 de ahora no deciden ni el horario de la cafetería del Parlamento”
AD.- Ha sido sin duda una de esas jóvenes promesas que cualquier proyecto empresarial no hubiera nunca desaprovechado. Pero en política, ya se sabe, la genialidad pone al descubierto las mediocridades al acecho de un cargo. Sorprende en las distancias cortas por su seguridad, su personalidad desbordante y su cálida cercanía.
Hablamos de Inmaculada Sequí, una joven castellano-manchega que, sin apenas experiencia política, decidió entolarse en las filas de Vox cuando éste era apenas un proyecto político incipiente en el que pocos, muy pocos, creían. Ella misma cuenta el por qué de una decisión que cambió su vida para siempre: “Cuando yo aguardé a mi dieciocho cumpleaños estaba colmada de rabia: Bolinaga estaba en la calle, el diálogo con los separatistas estaba normalizado y los impuestos iban al alza. Yo, como tantos, me afilié con la mejor de las intenciones y sin la idea de vivir de la política”.
Al poco de ingresar en el partido de Abascal se convirtió en una de sus dirigentes más carismáticas y mediáticas. No fue fácil para ella. Con solo 18 años ya era presidenta de VOX Cuenca. Un día recibió una brutal paliza a la puerta de su domicilio. Tres individuos, dos hombres y una mujer, la esperaron y al grito de «¡fascista!» la emprendieron a golpes con ella. La contundencia de la brutal agresión hizo necesario el traslado de Inma Sequí al Hospital Virgen de la Luz donde quedó ingresada. Lejos de intimidarla, aquella miserable acción supuso un revulsivo de su conciencia política al servicio de un compromiso ético con España y con los valores consustanciales a su existencia histórica.
Miembro del equipo editorial de AD, Inma Sequí ha analizado las elecciones andaluzas del pasado domingo. De entrada considera “que hay una lectura indiscutible de estas elecciones” como es a su juicio “la consolidación del PP como partido de la derecha moderada con la absorción de Ciudadanos y los más de 300.000 votos del caladero sociata”.
– ¿Te ha sorprendido el resultado electoral?
En ningún caso. La coherencia se premia, y eso es lo que han hecho los andaluces con Juanma Moreno. Hay además otra cosa que yo he percibido entre el votante conservador durante esta campaña, que, al final, es el de nuestro interés, y es que el tiempo de castigo para el PP se ha acabado.
– ¿Y qué lectura haces del resultado de tu ex partido VOX?
A mi juicio, el resultado de VOX es malo. Primero, porque defrauda las expectativas que ellos mismos crearon y especialmente porque en 2018 los 12 diputados de VOX eran de gran importancia; hasta el punto que decidieron el gobierno de la Junta. Ahora no deciden ni el horario de la cafetería del Parlamento.
– Ellos sin embargo lo están vendiendo como un triunfo al aumentar en 2 su escuálido número de diputados?
Tengo que reconocer mi sorpresa por el optimismo que manifiestan algunas voces del partido de Santiago Abascal, y es que, a mi juicio, el resultado de VOX es malo. Primero, porque defrauda las enormes expectativas que desde el propio partido crearon a lo largo de la campaña y, segundo, porque si bien catorce son más que doce, la realidad es que los doce diputados con los VOX se hizo en Andalucía en 2018 eran de una gran relevancia, hasta el punto de ser clave y llave para el gobierno de la Junta; y estos catorce últimos, no tendrán capacidad decisoria alguna.
– Por todo ello, ¿te ha sorprendido la falta de la más elemental autocrítica en VOX?
Para nada me ha sorprendido ese falso consuelo de “hemos subido” aun habiendo perdido casi medio millón de votos con respecto a las generales. No quiere decir esto que de manera interna no se realice o no se vaya a realizar una autocrítica, que sería lo deseable. Los designios de Dios son inescrutables.
– ¿Crees que ha tocado VOX techo y que el votante de centro-derecha acabará refugiándose en el PP?
Pudiera ser, no soy ninguna experta en la materia para aseverarlo. Lo que yo creo es que la sociedad, andaluza y española, es lo suficientemente madura para distinguir (y elegir) entre el discurso vacío, aunque plagado de frases grandilocuentes y de Perogrullo, y el de las soluciones concretas a problemas reales. Es por esto que, atribuir a una campaña electoral como vengo escuchando el mal resultado obtenido, es un error de facto; si bien es cierto que vestir a Olona de flamenca para subirla a un caballo y fotografiarla con toreros mientras forzaba el acento, no fue una idea brillante.
Desde los 18 años y sin idea de vivir de la política………en fin quien quiera que se lo crea.
Se piensa usted que esta chica es como Abascal, de chiringuito en chiringuito y si me echan de uno, fundó el mío propio. Esta chica, perdón, MUJER, se ha entregado a España y ha recibido hostias de los enemigos.
Y porqué no montó un partido ella ???
ADMINISTRADOR: Susana, marrana, cuando hable usted de esta joven extraordinaria lávese la boca. Usted representa todo lo que más odiamos de esa derechona friki, sectaria y fanática que ha dejado sin fuelle el proyecto de Vox, con tantas sobreactuaciones y teorías conspirativas. Márchese de aquí, que da mucha vergüenza.
no voteis mas a ningun politicos. todos cobran de los mismos propietarios. los politicos no nos representan. solo quedamos nosotros.
Y todos ellos genuflexos ante la agenda 2030 impuesta por oscuros personajes de lo más abominables. ..
TODOS NO.
Claro,que los mamandurrios y nasionalisados no van a votar.
Administrador, no le inspira curiosidad por qué tanto odio Inma Sequí? Tanto empeño en manchar su imagen? Que tiene que decir Dña. Inma Sequí que no interesa a la basura voxera?
Esta chica, ya mujer, es el claro ejemplo del desprecio de la cúpula de Vox a sus gentes.
¿Otra prueba? Sencillo.
Vox ha escondido a sus candidatos genuinamente andaluces en la busca de beneficio de candidatos estrellas, como Abascal y Olona (ahora ya prácticamente defenestrada). Y lo han hecho porque NO CONFIAN en sus gentes de base, a quienes solo quieren para pagar cuota, poner sedes y ya está.
No paran de equivocarse, los de Vox.
Y por eso ahora ya no pintan nada en el parlamento andaluz.