Sánchez, el Correcaminos de la Warner
La incapacidad del Gobierno para atajar con acierto la inflación, las alucinantes previsiones de Calviño y los humillantes resultados obtenidos en las pasadas elecciones en Andalucía le han llevado a tomar carrerilla. Pedro Sánchez va como el Correcaminos de la Warner Bros perseguido por Coyote Feijóo. Decían en el Partido Socialista que el resultado de estas elecciones no se podía extrapolar a unas nacionales. ¡Pues, menos mal! De hecho, la última encuesta conocida ya otorga al PP una mayoría muy amplia de escaños y unos resultados exiguos para los socialistas.
Así que a Sánchez le han entrado las prisas y como siempre en estos últimos años se ha lanzado a tomar una serie de medidas improvisadas, sin consultar, no ya con la oposición, sino con los sectores afectados. Medidas como la bajada del IVA de la electricidad hace apenas 15 días era pura cosmética, propia de la extrema derecha que quiere cargarse la educación o la sanidad. Sin embargo, ahora, por arte de magia, se adopta y veremos si alivia realmente la factura, ya que, tras el fiasco del tope al gas, la luz no para de subir por lo que los 3,4 o 5 euros que supone de ahorro acabarán en nada como ha pasado con los 20 céntimos de bonificación de los carburantes.
La recuperación económica es hoy una quimera. El fantasma de la estanflación está ahí y también la alerta de recesión. Y ¿qué hace el Gobierno de España, endeudado hasta las cejas? Tomar medidas cosméticas, populistas, de gasto incontrolado, cuando estamos bajo la lupa del BCE y de la UE. En los próximos días habrá que abordar las reformas más escabrosas comprometidas para la recepción de más fondos europeos, como pensiones y autónomos, y sabremos si la recompra de deuda por el BCE tendrá condiciones. Eso sí, al gobierno del déficit y la deuda no se le ocurre tomar ni una sola medida de reducción de gasto improductivo que, según el IEE, podría llegar hasta los 60.000 millones de euros. Y, cómo no, meter las zarpas en empresas (habrá impuesto especial a las eléctricas en enero de 2023) y organismos como el INE que este viernes “osaba” asegurar que el aumento del PIB del primer trimestre se había limitado a un 0,2%, lo que anticipa que será muy difícil cumplir la nueva previsión para todo el año.
Sánchez, ajeno a todo, preocupado únicamente por seguir en La Moncloa, insistió ayer en que todos nuestros males se deben a la guerra de Putin. Y, para variar, se escudó en que todos nuestros socios están pasándolo igual de mal, cuando España es el único país de la UE que aún no ha recuperado lo perdido por la pandemia. El presidente obvió que somos los campeones del paro. Todo, absolutamente todo, se está haciendo de forma impecable. La culpa es de otros, incluida cómo no, la oposición. Ni una sola disculpa, ni un ápice de arrepentimiento. Al contrario, sacó pecho al asegurar que con las medidas tomadas se está conteniendo la inflación en 3 puntos. Veremos si con este nuevo paquete, tardío, costoso y muy populista, se consigue realmente aliviar a familias y empresas, si las ayudas prometidas realmente llegan, ya que con las anteriores no lo hemos visto.