Vox Málaga agoniza: dimite el equipo jurídico en pleno del partido convertido en un circo por Patricia Rueda y Antonio Luna
AD.- Crónica de una dimisión cantada o la imposible convivencia de unos profesionales del derecho en un club de torpes. El gabinete jurídico de Vox Málaga ha dimitido en bloque cansado de la mala gestión de la Gestora y, por qué no decirlo, de las muy remotas posibilidades electorales del partido en las elecciones municipales de 2023, en la que alguno de ellos había puesto sus expectativas de cargo. Entre los dimitidos figuran José Luis Cortés García, Jorge Úbeda Serrano, Rubén González Prieto y Vicente Espinosa.
Mucho han tardado en irse estos profesionales del derecho, cuya formación les hacía imposible convivir en medio del poder dictatorial en la sombra que ejercen Patricia Rueda y Antonio Luna. Tener graníticos principios y un estricto sentido de la dignidad es incompatible con la pertenencia a un grupo liderado por auténticos indigentes intelectuales. Era imposible que personas cultas y con criterio se plegaran más tiempo a los chanchullos de unos dirigentes que no tendrían cabida en el organigrama directivo de una empresa privada. Ni no solo de ellos.
Los dimitidos han dicho “basta” a la aberración de estar a las órdenes de una incompetente con mando en plaza sobre todas y cada una de las decisiones de la Gestora. Ni uno ni otro soportaban más la capacidad de veto y la creciente influencia sobre Sevilla de quien parece trabajar a las órdenes del PP para convertir a Vox en un partido residual en Málaga.
La situación del partido verde en Málaga ya es insostenible. Ya advertimos hace meses que la diputada Patricia Rueda terminaría convirtiendo el partido en un juguete roto, más o menos lo que hizo al frente del Museo Automovilístico. Rueda maneja el partido a su antojo, como si de un predio privado se tratase, arrastrando con su torpeza a un colectivo que cuenta cada día con más críticos a su penosa gestión, amparada y consentida por ese inútil superlativo llamado Antonio Sevilla. Afortunadamente, no todos los miembros de Vox Málaga son tan despreciables.
La dimisión del equipo jurídico de Vox Málaga prueba que en esas condiciones de control totalitario del poder, sin haber sido elegida por ningún afiliado, es imposible gestionar nada de forma eficaz. La Gestora ya es como un elefante sin control dentro de una chatarrería. Es imperativo que los pocos militantes que le va quedando a Vox Málaga se rebelen antes de que la situación de agonía se haga irreversible. O acaban con la Gestora o la Gestora acabará con lo poco que queda del partido que fue tercera fuerza política en Málaga.
La Gestora es un volcán en plena ebullición. La tensión es ya insostenible. Solo la prudencia ante las elecciones del 19-J había impedido que la dimisión de hoy se produjera hace meses.
La situación requeriría la inmediata intervención de los órganos nacionales del partido si sus dirigentes no hubiesen previsto precisamente todo lo que está ocurriendo en las provincias. Los afiliados están cansados de clamar en medio de la esterilidad del desierto. No cuentan nada, son permanentemente ninguneados y vejados. El esperpento ha llegado a tal nivel que se nombra coordinadora zonal en Málaga a una persona que fue la mano derecha del ex portavoz municipal de Ciudadanos en Málaga, el despreciable y repugnante Juan Cassá.
Aunque algunas fuentes señalan que los abogados de Vox se marchan cansados de “los impedimentos y los palos en la rueda que le ponían a su trabajo”, otros, como es el caso del ex coordinador en Mijas, Alberto González, cree que la razón de fondo ha sido AD: “No nos engañemos. Se ordenó al equipo jurídico que priorizara la posible interposición de querellas contra AD, que centrara su trabajo en el control de este medio. Un abogado que se precie no entra en un partido para perseguir a un medio de comunicación”, señala.
En resumen, Vox Málaga ya es sinónimo de muerte: siempre se lleva a los mejores.
Este partido en Málaga se ha convertido en una banda. Da vergüenza ajena ver a algunos de los candidatos al Parlamento como escriben u oírlos hablar, auténticos analfabetos.
El Cordero ese además de un baboso salido tiene una famita en el Rincón que mejor atarle en corto, desprestigia al partido del que además no tiene ningún reparo con dos copitas de más en hablar de todos y cachondearse del mismo secretario, al que llama friki o mozito feliz sin ningún apuro. Esa es la imagen que trasmite del partido
La mayoria de los cargos del partido en Málaga son unos ineptos, gente sin formación, ninguna preparación ni trayectoria profesional que sólo buscan un puesto para tratar de colarse en alguna lista y vivir del cuento. Desde el mismo secretario José Miguel Gutiérrez, una persona sin oficio ni beneficio, un perfil muy bajo que ha sido incluso denunciado por la policía en varios altercados callejeros propio de un kaleborroca. O su amigo y protegido Raúl Cordero, un niñato muy macarra y muy chusma quien se dedica en redes sociales a babear con las niñas próximas al partido, enviándole privados con… Leer más »
Vox empezó a desintegrarse al año de empezar la legislatura.
Ya a mediados de 2020 empezaron cortando cabezas, quitando a coordinadores que dieron su tiempo y dinero por levantar el partido, a cambio de poner a ineptos.
Que con su pan se lo coman. Vox ha demostrado que son una mafia.
Javier Ortega cree que está en el ejército (su sueño húmedo) y que es general.
Al final quedará como sargento chusco.
Al tiempo.
Antes. En Huelva empezó la quema en enero de 2019, cuando el sinvergüenza de Rafael Segovia se quitó del medio a la gestora que le había conseguido el escaño, porque dicha gestora había descubierto que el plan que tenía dicho “señor” era colocar en las listas municipales de VOX Huelva a cualquiera que viniera rebotado de otros partidos, como se pudo comprobar después con el anunciado fichaje a bombo y platillo del concejal Seluded Martín, del PP de Gibraleón. Sí se busca “dimisiones en VOX Huelva” en la red, se puede comprobar que hay dos miembros de la gestora que… Leer más »