Únete el 12 de septiembre para luchar por el derecho de trabajar en libertad
Una buena parte las mujeres consideradas trabajadoras sexuales desempeñan su tarea en completa libertad, con total control en todo momento sobre sus actividades. Agrupados bajo la plataforma abolicion prostitucion, buscan promover la defensa de sus derechos laborales. Esta asociación está abierta a cualquier persona, trabajador del sector, asociación o persona jurídica que quiera alzar su voz en conjunto para ser escuchada. El gobierno busca tramitar la ley 122/000224, pero esta está basada en un profundo desconocimiento de la realidad, y pone en énfasis una necesidad de protección totalmente innecesaria.
Un alto porcentaje de los trabajadores sexuales se consideran personas totalmente libres, además se considera esta actividad como una manera digna de percibir ingresos y que da respuesta a una demanda social que siempre ha existido y existirá. Esta actividad se desarrolla sin coacción de por medio, de la misma forma que la persona que contrata los servicios no se ve obligada a hacerlo.
Si se llega a poner en marcha esta ley, supondría acabar con un modelo de trabajo totalmente válido, que no presenta ningún inconveniente para las trabajadoras o personas que lo ejercen con total libertad, y que tiene como objetivo ofrecerles un medio de vida totalmente válido. No hay necesidad de utilizar esa sobreprotección totalmente fuera de lugar, que anula la voluntad de aquellos que quieren trabajar de manera autónoma y que son conscientes y aprueban este modelo de trabajo.
La represión no es solución
Esta ley enfatiza la persecución de los trabajadores y trabajadoras del sector y la de los clientes, utilizando una falsa sensación de protección que no consideran necesaria aquellos que trabajan en el ámbito. Quienes ejercen este trabajo lo hacen con total libertad, conociendo sus cometidos y teniendo plena conciencia de que se trata de una actividad válida. Es por ello que no tiene ningún sentido apartar la vista de esta realidad.
Son más de 150.000 personas las que se consideran trabajadores o trabajadoras sexuales. Con la puesta en marcha de esta ley desaparecerían todos estos puestos de trabajo, además de que supondría un aumento del aura de clandestinidad que rodea a este empleo. Por otro lado, la ley no es la respuesta a una demanda real de la sociedad, la cual aboga por la regularización de la misma y no por perseguirla. En el panorama actual el proceder de esta forma no tendría sentido.
Merecedora de un espacio correcto, la actividad sexual no está para que se criminalice ni se persiga a aquellos que de manera libre eligen ejercerla. Sí, por supuesto, para aquellos que la consumen. Al mirar a otro lado simplemente se oculta parte de esta realidad. Sin embargo, lo que busca la asociación es recoger la voz de aquellos que no tienen la oportunidad de ejercer la tarea con total libertad. Esta minoría precisa de ser escuchada, liberarse de ese yugo que supone trabajar en una condiciones no adecuadas o sin libertad. Por ello ofrecen ayuda para poder comenzar a desarrollar la actividad de otra manera.
En otros países se han realizado estudios que ponen de manifiesto que la opresión no equivale a una solución, de hecho, provoca el efecto contrario. Contrario a la tendencia actual, es lo que lleva a que no haya una correlación entre la demanda de aquellos que ejercen las actividades junto con la de quienes quieran consumirlas. Parte de las mujeres que ejercer actividades con carácter sexual son conscientes de lo que hacen, lo ejercen con libertad y esto les produce un sustento garantizado gracias a este tipo de actividad. Con libertad absoluta de decidir y de trabajar, sabiendo que se trata de una tarea digna, en la que se responde a una demanda social. El trabajo sexual supone, para una mayoría de mujeres, poder obtener ingresos elevados que les permite llevar un nivel de vida más que digno.
Para trabajar en libertad, no faltes a la manifestación
Por todas estas razones, el próximo 12 de septiembre a las 12:30 horas tienes una cita frente al Congreso de los Diputados de Madrid. La voz de quienes trabajan en el sector ha de ser escuchada, y así poder seguir ejerciendo el trabajo con total libertad, sin ningún tipo de falso moralismo y con la certeza de poder seguir prestando unos servicios adecuados. Alza tu voz.