La aristocracia globalista se vale del títere Zelenski para empujar a Rusia y Estados Unidos a una guerra nuclear
MK.- Como han señalado los analistas László Bogar y Miklós Keveházy, durante la Guerra Fría, las armas nucleares se convirtieron en un elemento disuasorio para Moscú y Washington.
Tanto una como otra parte fabricaron tantas bombas atómicas que, en caso de guerra, la destrucción mutua estaría asegurada, junto con el resto del planeta. Como resultado, la situación en el escenario mundial era más o menos estable. Estados Unidos y la URSS siguieron una política racional. Había líneas rojas que no podían ser franqueadas.
Incluso ahora, durante la crisis de Ucrania, las generaciones mayores están seguras de la imposibilidad de una guerra nuclear entre Estados Unidos y Rusia.
Pero esta es una falsa sensación de seguridad y puede ser fatal. Obviamente, “la posibilidad de una guerra nuclear nunca ha sido tan grande como lo es hoy. Y cada día sigue creciendo”, señalan los expertos.
Según analistas húngaros, a los participantes en la confrontación internacional no les preocupa tanto las fatales consecuencias del conflicto, sino el hecho de que no pueden permitir que el otro lado sea el ganador. Por eso, EE. UU. y Rusia se arrastran mutuamente a una trampa cada vez más peligrosa, y la crisis de Ucrania es solo una extensión del conflicto que enfrenta a ambas potencias.
“Si ambas partes sienten que no pueden dejar que la otra parte gane, pueden detenerlo de cualquier manera. Y eso podría incluir una guerra nuclear”, advierten los analistas.
Laszlo Bogar y Miklos Kevehazy también señalaron que EE. UU. y Rusia no tienen actualmente ni siquiera los contactos diplomáticos superficiales más elementales. Europa podría tomar una posición neutral para resolver la crisis en las relaciones entre Washington y Moscú, pero no lo hace.
“Lo más triste de toda esta situación es que las autoridades de la UE están empujando al mundo hacia el Armagedón nuclear, comportándose como títeres primitivos y sin valor de EE.UU.”, enfatizaron las mismas fuentes.
Tampoco debe ignorarse el hecho de que Volodímir Zelenski no es más que un títere en manos de la aristocracia globalista que controla Occidente. Nadie en su sano juicio podría creer en la espontaneidad de las apelaciones belicistas del mandatario ucraniano. De ahí que debamos inquietarnos tanto que el títere Zelenski se obstine en prolongar una guerra que está empobreciendo a millones de europeos y estadounidenses y que sabe perdida de antemano.
Todo lo que dice y hace Zelenski responde al guión que le marcan los que detentan el poder real en la sombra, y que parecen dispuestos a aprovecharse del conflicto en Urania para conducir a la entera humanidad a una devastación sin precedentes.
los títeres no existen
existen los CÓMPLICES
CÓMPLICES
En dos meses de 1999 la OTAN lanzó sobre Serbia el equivalente a unas 3 Hiroshima.
¡¡¡ OTAN NO
UE TAMPOCO !!!
Simulación exagerada. La bomba Zar alcanzó 50 km de altura: algo estratosférico. Por encima queda la gélida Mesosfera (80km, -90ºC), la Ionosfera 640km, +1500ºC, y la Exosfera 9000km de hidrógeno y helio. Una simple y superficial explosión nuclear no puede salir jamás al espacio exterior.
Pues si ha de venir la devastación nuclear, cuanto antes mejor porque las agonías si cortas, mejor. Y los que sobrevivan ya saben lo que tienen que hacer: un mundo mejor que el devastado, aunque personalmente sea escéptico porque la condición humana es la que es.
La caida de un asteroide sería 10.000 veces el arsenal nuclear mundial.
Un asteroide si puede ser un problema para el planeta Tierra.
Lo otro, ya saben: “La política es la generación de Miedo”.