Tuit de Macarena Olona

AR.- Ahora con Mario Conde en Sevilla. Macarena Olona, mientras se especula con la posibilidad de su regreso a la política, continúa con su actividad y sus mensajes en las redes sociales. Uno de los últimos que ha publicado ha suscitado polémica entre algunas de sus seguidores, ya que posa sonriente junto a Mario Conde en Sevilla y acompaña la imagen con una frase: “La moral del éxito y la moral del fracaso”, D. Mario Conde. Por si alguno no le conoce, Mario Conde es un delincuente, falseó las cuentas de Banesto y llevó a la ruina a sus accionistas.

A Macarena ya parece darle todo igual. Ha descubierto que lo suyo es vivir del cuento de la política, entre otras cosas porque la política, y no la Abogacía del Estado, es la que le da relumbrón a lo loca exhibicionista que lleva dentro. Macarena anda de aquí para allá como una cabra suelta. Le gusta el postureo y que le hagan sentir como la reina del mambo. Bajo ninguna circunstancia quiere volver a la grisura de su antigua profesión, y se aferra a su efímera fama con fervor militante.

Macarena Olona lo que debería hacer, si tuviera decencia, es pedir perdón a los andaluces por “tomar las de Villadiego” cuando le fueron mal dadas. Pretextar una enfermedad que supuestamente le impedía ocupar un asiento en el Parlamento de Andalucía, para a continuación recorrer España de sarao en sarao, solo prueba que los votantes han llegado a tal grado de cretinismo, que los políticos sin escrúpulos ya ni siquiera tienen que guardar las apariencias.

Olona es una caradura que ha hecho de la política su profesión. Primero dijo que se incorporaría al puesto de funcionaria pública a principios de septiembre (sic), luego quiso que Abascal la rescatara de los andaluces y le buscara una sillita (la que fuese) en la Villa y Corte. Más tarde montó el circo del jubileo gallego, deslizando cada día una idea propagandista distinta. Ahora sugiere que podría montar su propio chiringuito político en compañía de algunos ex dirigentes de Vox. Es el mismo itinerario que cualquier politicastro de la casta. Macarena Olona no se va a ir porque se ha dado cuenta que la política es su oficio y su beneficio. Esa es la lacra de la castuza española.

Porque la cuestión es que Olona es casta política podrida. Cuando Olona brama contra la casta política podrida no puede mirarse en el espejo. Intenta conectar con una corriente de la población pero no soporta el más mínimo escrutinio de coherencia. El drama o la comedia bufa es que Macarena Olona ha llevado los males del sistema a sus últimas consecuencias, a su reducción al absurdo.

De hecho, su reacción al fracaso electoral en Andalucía ha sido la previsible en un colectivo de políticos profesionales: ninguna capacidad de autocrítica, ninguna asunción de responsabilidades, ninguna culpa.

Conste que no considero a Olona regenerable. Le evolución es hacia el esperpento total. Nada borrará ya de nuestra memoria la Macarena estridente, incoherente, hiperbólica, insolvente y alocada que lleva exhibiendo desde su proclamación como candidata a la Presidencia de la Junta. Lo que en ella percibimos es una personalidad errática, una inmadurez emocional y sumisión a los mismos intereses que el resto de la deplorable casta.

En términos de análisis, se empezó a votar a Vox por gente como Olona y se terminará votando a Vox a pesar de gente como Olona, de Abascal, de Ortega Smith, de Espinosa de los Monteros… Y se votará cada vez menos. La idea tiene validez pero su encarnación, no. En eso Olona es paradigma.