Malinche
Me da la impresión que no existen muchos países en el mundo donde hayan nacido cantidad de personalidades de una altura humana y profesional fuera de lo común y que, al mismo tiempo, las hayan desterrado en el último cajón del viejo armario, bien escondido, en la zona peor de la casa como si fuese un auténtico virus mortal. Que yo recuerde, la película “22 ángeles” ha sido lo mejor visto donde España ha sobresalido en humanidad de manera global. Estamos hablando de los 22 niños de ocho años que llevaron la vacuna de la viruela a América y Asia (China y Filipinas) acompañados del alicantino Dr. Balmis y de la enfermera Isabel Cendal. Nos situamos en plenos inicios del siglo XIX donde el rey español Carlos IV anima a la primera expedición filantrópica de la historia, pagada por el Reino de España. Ya me gustaría a mí saber cuántas monarquías europeas han estado a la altura de tales hazañas. Ya me gustaría. El resto de lo producido en España los últimos años ha servido para llevar a la ciudadanía dolor, incomprensiones, odio o vete tú a saber.
Pero miren ustedes por donde, tras doce años de trabajo, nuestro buen profesional de la música Nacho Cano, a poquito a poco y en silencio, se ha marcado estos últimos meses un farol que dará luz no sólo a España sino fuera de nuestras fronteras. Tiempo al tiempo. El nuevo musical de Nacho Cano, Malinche, anda celebrando estos días en Madrid el encuentro entre dos pueblos y el mundo que surgió de un gran acontecimiento histórico: el mestizaje.
Nuestro compositor español está llevando a los escenarios la historia de amor entre Hernán Cortés y la indígena Malinche, para ensalzar a esta mujer que sería la madre del primer mestizo: Martín Cortés. Según Nacho Cano, el musical pretende mostrar que la interacción entre el emperador azteca Moctezuma , la intérprete indígena Malinche y el conquistador español Cortés “configuró el mundo como es”. Tal cual.
Otro de los aspectos que ha deseado destacar nuestro antiguo músico de Mecano es la identificación de Quetzalcóatl ( Dios azteca de la creación) con Jesucristo, donde se va observando que las profecías que iba argumentando Moctezuma hablaban de un dios que finalizaría con los sacrificios humanos y el imperio azteca. Existe mucho más material de primer orden en este musical y pienso que hacer de una historia bien documentada y compleja un espectáculo de casi tres horas ha sido y es un gran reto. “México mágico”, el himno de la obra, va condensando el mensaje positivo de la fusión de dos pueblos y sus culturas, abrazando como propio todo lo ocurrido en el pasado.
Claramente, estamos ante un musical que todo lo dulcifica. Se intenta plasmar una historia desde el amor y la belleza y no tanto desde la separación y el drama. En el 2021, bicentenario de la independencia de Méjico daba que hablar en posturas opuestas. Sabemos que ya, entre Bartolomé Pérez de las Casas y Juan Ginés Sepúlveda, en la Junta de Valladolid de 1550, se puso en duda si la conquista había sido legítima de origen. Las discusiones sobre si la conquista fue una guerra justa surgieron muy pronto dentro del imperio español y existen indicios de que el mismo emperador Carlos V tuvo problemas de conciencia en esta cuestión. Una visión realista de la historia debe implicarnos en abrazar la complejidad y los claroscuros presentes en el transcurso de la humanidad. Estamos ante una historia de interculturalidad y de formación de una identidad cultural barroca, mestiza, abierta y deliberadamente compleja que explica el mosaico de la mixicanidad actual y de la España actual. Los idiomas, religiones, culturas, idiosincrasias y temperamentos de ambos bandos no se explican con una visión maniquea de los antecedentes históricos. El pasado no puede reescribirse derribando estatuas, pero tampoco se explica presentando una historia de héroes europeos civilizando a un pueblo salvaje de forma enteramente altruista. Parece que la única explicación razonable del presente comienza por abrazar la complejidad y los claroscuros de nuestro pasado.
La verdad, que al ver y gozar de Malinche , el fondo de la verdad de la unión de dos pueblos en pleno siglo XXI da por “dar gracias” por el bien que ha surgido de dicha unión entre Méjico y España, pero mucho más, la alegría de poder anunciar que para las próximas elecciones de 2023, VALORES, partido político nacional, presenta como su candidato electo para el municipio de Murcia a un iberoamericano (Tyron Alcivar) y ello me produce mucha alegría, más de lo que ustedes se piensan. Son muchos iberoamericanos, hermanos nuestros guste o no guste, los que nos están sacando en España y en Europa “las castañas del fuego”. La España de los últimos años los ha ido ladeando al mismo tiempo que eran los que sacaban adelante nuestros cultivos “de aquella manera”. Los diversos partidos políticos españoles se han aprovechado de ellos para que se les votase y al final por ellos no se ha hecho absolutamente de nada. El año pasado podía asistir, ni se lo imaginan, a una fiesta de la Hispanidad montada por ellos y nos invitaban a los españoles. ¿Qué les parece? Así que, cuando observo Malinche no veo solamente Méjico sino observo toda Iberoamérica con el cariño y comprensión que se merecen.
VALORES apuesta por el mundo de la ciencia, de la investigación, buena cultura y libertad de educación, por la dignidad humana, pero también, muy mucho, por sacar adelante, como Nacho Cano, historias de cine, teatro y buenos libros de tantos que han pasado a la Historia y los han arrinconado como si fuesen auténticos bandoleros de caminos. Y qué decir de tantos jóvenes del mundo de la prosa y del verso, que andan de pedigüeños por la vida.
Así que, para no aburrirles más, comentar lo dicho: tenemos mucho por lo que enorgullecernos y no pavonearnos.
Tenemos mucho donde quitar el polvo de los años, sacarlos a la luz y que la aldea global observe lo bueno que ha dado España al mundo, entre ellos, los países tan queridos cercanos a Malinche y su ciudadanía que ya son uno más de nuestro país.
*Secretario Nacional de Formación, Estudios y Programas de VALORES.