Elena Sánchez.

RTVESinPersonal y SinProducciónPropiaInterna (Remitido) Se veía venir, pero no por ello deja de ser indignante. La voluntad férrea de los ejecutivos de turno en someter bajo su control a CRTVE vuelve a quedar demostrada. Ejercer el control político y, sobre todo, el económico sobre la Corporación es algo por lo que se hace lo que haga falta, bien sea hacer dimitir a presidentes o modificar los estatutos corporativos.

Será el control de la línea editorial, será que se puede ejercer el nepotismo y los dedazos sin tapujos, será que 1000 millones de euros de presupuesto dan para redirigir y contentar dios sabe a quién, dónde y a cambio de qué. La realidad es que todo eso hace de esta casa la gallina de los huevos de oro para el ocupante de turno de La Moncloa y las maquinarias del estado (cloacas incluidas) dejando la independencia y transparencia de la entidad garante del derecho a la información en papel mojado.

Las consecuencias, el descrédito de la Corporación como institución y el abandono de la ciudadanía traducido en las peores audiencias de la historia. Amén del continuo desfalco a las arcas públicas, porque los supuestos beneficios de los que presume el dimitido presidente son ficticios, habida cuenta de la maniobra de rescate hecha por la SEPI y de la que, sorprendente, poco se habló en su momento.

Como las formas son las que son y este colectivo tiene sobre ellas la opinión expresada, no podemos más que pedir a Doña Elena que sea transparente y muestre a la ciudadanía su plan de futuro para esta Corporación y se posiciones con respecto a la rampante externalización, la infrautilización de recursos y la opacidad con la que se dispone del presupuesto. A su vez, le hacemos la siguiente recomendación: Dado el carácter fungible del cargo que detenta (porque no es suyo), no se acomode mucho en el cargo, ya que hay elecciones en un año y en algún momento se producirá el relevo en el CGPJ (otra institución donde los políticos tampoco dejan de interferir) y nunca se sabe qué cromos van a entrar en qué trueques. En todo caso, ¿qué le vamos a contar de cromos que no sepa?