A buenas horas, mangas verdes
Decía Espinosa de los monteros que Vox contaba con 70.000 afiliados. Dado que tengo amigos con el número 96.000, entonces se trata de un proyecto que ha perdido más del 30% de los afiliados en el camino, sin contar los que ya no pagan la cuota, que podrían contarse por miles.
Eliminar a Ortega Smith no será a nivel organizativo una gran noticia si al mismo tiempo no se ve acompañada por las destituciones Tomás Fernández, el vendedor de lámparas; Jacobo Vázquez, el chusquero; Antonio Luna y Carmen Barrios, Afrocarmen, entre otros muchos. De no ser así, lo de Ortega Smith habrá sido un puro blanqueo de imagen, sin entrar verdaderamente a extirpar el cáncer de Vox.
Y el cáncer, comunicado a Santiago Abascal hace ya un par de años, tenía un buen diagnóstico, pero la prepotencia del enfermo ha sido tal, que ha esperado a tener metástasis en 35 provincias y que le saliera un enorme bulto, justo a la derecha, un ‘Macarenoma’ para ser exactos.
Han convertido lo que en su día era un buen diagnóstico, en una quimio sin apenas posibilidades de vida para mayo de 2023.
Recurrir a a terapias alternativas, tampoco va a salir bien. Lo de Vox requiere una cirugía profunda para tener un hilo de esperanza; esperanza que ya sólo le queda al enfermo y al puñadito de facultativos que quieren seguir con sus honorarios a costa del cadáver político.
*Ex coordinador de Vox en el municipio malagueño de Mijas.
En Castilla León son unos floreros, soolo están para cobrar.
Amén
todo dicho, AMEN
Tienen lepra y se les cae la carne en la sopa.
Pués que se la coman que no están para ponerse exigentes.