El libro que revela los secretos que no nos han contado sobre el COVID: ¿Se estudiaba el virus en el laboratorio del que se escapó por un descuido (I)?
Por Distel Steg.- Un informe del Servicio de Inteligencia Australiano y publicado por el diario del mismo país The Daily Telegraph mencionó un virus desconocido que se encontraba en los murciélagos y que fue objeto de investigaciones en el laboratorio de virología de Wuhan.
Por otro lado, Richard Dearlove, ex jefe del MI6, el Servicio de Inteligencia Secreto del Reino Unido, mencionó al diario The Telegraph haber tenido acceso a un documento reservado en el que mencionaba un accidente que se produjo en el Instituto de Virología de Wuhan con el escape del Sars-CoV-2. Este patógeno no se trataría de un virus natural, sino que tiene modificaciones genéticas, de acuerdo con los resultados de un equipo de investigación conformado por el profesor Angus Dalgleish del Hospital St. George’s de la Universidad de Londres y el virólogo noruego Birger Sorensen, quienes encontraron “secciones insertadas y colocadas en la superficie de la espiga del Sars-CoV-2”, lo que podría explicar la unión optimizada del virus con células humanas.
El proceso de perfeccionamiento de un virus a través de la manipulación artificial por medio de pasajes sucesivos entre diferentes cultivos celulares, o entre animales de la misma o diferente especie, que le permite al virus obtener ventajas evolutivas y ser más infeccioso, evadir mejor el sistema inmune o ambas funciones se denomina “gain of function”, que significa una ganancia en la potenciación de su virulencia que es un procedimiento relativamente sencillo y realizado rutinariamente en los experimentos y estudios realizados en los laboratorios de virología a nivel mundial.
Los datos conocidos del coronavirus COVID-19 y otros virus similares, que pudieran hacer suponer su estudio y modificaciones en el Laboratorio de Virología de Wuhan son los siguientes:
– El coronavirus del murciélago RaTG13 tiene una menor afinidad por receptor ACE-2 humano, pero su material genético es en más del 96% similar al del Sars-CoV-2.
– Los coronavirus del pangolino malayo y el del murciélago MERS-CoV tienen espículas con receptores que tienen afinidad por el receptor ACE-2 humano y pueden infectar células humanas.
– Los estudios realizados con Sars-CoV, responsable del Síndrome Respiratorio Agudo y Severo (SARS) de 2003, muestran que a través del pasaje por diferentes cultivos celulares es capaz de adquirir las mutaciones de las proteínas que le permiten aumentar su afinidad por el receptor ACE-2 humano.
– La selección natural entre seres humanos de coronavirus provenientes de animales (transmisión zoonótica) le permite al virus modificar su cápside y adquirir características que le permitan unirse al receptor ACE-2 humano.
– Los murciélagos han dado origen a grandes epidemias, entre las cuales están: el SARS de 2003 y el Síndrome Respiratorio del Oriente Medio (MERS) de 2010.
– Ya a comienzos de 2019 un grupo de científicos del Instituto de 104 Virología de Wuhan y de la Universidad de la Academia China de las Ciencias que estudiaban los coronavirus en murciélagos habían advertido sobre la posibilidad de una nueva infección. Los murciélagos con frecuencia viven en grandes colonias dentro de cuevas, en condiciones de hacinamiento que son ideales para la transmisión de virus de un individuo a otro. Además, con respecto a su tamaño son extremadamente longevos, pudiendo vivir entre 20 y 40 años.
– Es posible potenciar la virulencia de un virus si se expone repetidamente a través de pasajes en cultivos celulares con receptores específicos, o artificialmente entre diferentes individuos de una colonia mantenida en hacinamiento. Con lo anterior en mente, podemos suponer que existen varias vías para que un coronavirus tipo RaTG13 o el Sars-CoV-2 aumenten su afinidad a los receptores humanos ACE-2 y, por tanto, su patogenicidad:
1) Si se identifican los genes que hacen al coronavirus desarrollar en su cápside espículas con los receptores que sean afines y permitan su adhesión al receptor ACE-2 humano, y los mismos son introducidos por medio de la ingeniería genética en el genoma de coronavirus “más primitivos” (como RaTG13 o el Sars-CoV). Estas modificaciones serían detectadas en estudios genéticos.
2) Si se colocan directamente, en forma racional o aleatoria, sobre la cápside del coronavirus las proteínas que le permitan al virus anclarse al receptor ACE-2 humano, ya sea con otros coronavirus o generando “quimeras” o virus mosaico. Los estudios genéticos no evidenciarían dichos cambios, sería necesario realizar análisis moleculares directamente de la cápside viral.
3) Si se ponen en contacto y se mezclan diferentes coronavirus (por ejemplo, los coronavirus RaTG13 o el Sars-CoV con los coronavirus del pangolino malayo o el del murciélago MERS-CoV), ya sea en forma natural o por medio de experimentos, en el interior de animales como murciélagos, aves, cerdos, pangolines. Además, pueden ser utilizadas experimentalmente colonias de animales receptoras, con un contacto estrecho artificial (hacinamiento) y durante un tiempo relativamente prolongado.
4) Si un virus como el Sars-CoV se pasa sucesivamente a través de diferentes cultivos de células humanas que posean el receptor ACE-2, lo que se ha demostrado que es posible y viable.
5) Si una persona infectada contamina a otras, progresivamente el virus irá adquiriendo los receptores que lo hagan afín al receptor ACE-2 humano.
6) Los virus obtenidos en los 3 últimos casos, a pesar de haber sido “forzados” a evolucionar en gérmenes más agresivos (“gain of function”), se considerarían “virus naturales”.
Los estudios genéticos se han basado en el análisis del genoma del Sars-CoV-2 y su comparación con bases de datos de otros coronavirus, incluyendo algunos estudiados previamente por los científicos chinos. Por lo tanto, no se conoce el genoma original del virus nativo y también es posible que existan genomas que hayan sido desarrollados artificialmente u obtenidos a través de sucesivos pasajes en animales o cultivos celulares y no dados a conocer a la comunidad científica internacional para su estudio y comparación.
En contraste con lo anterior, se han publicado estudios que demuestran que las proteínas espiculares que le permiten a este coronavirus fijarse al receptor ACE-2 humano están optimizadas para esta función (como los trabajos de los doctores Dalgleish y Sorensen y los estudios genéticos de la mutación en la proteína S). El gobierno chino tampoco ha permitido a científicos extranjeros realizar estudios o análisis virológicos o genéticos en Wuhan u otras ciudades del país, no ha sido posible evaluar el mercado de mariscos ni tampoco practicar ninguna observación directa y, menos aún, tomar muestras biológicas o realizar estudios epidemiológicos.
Existen dudas en cuanto a la bioseguridad del Laboratorio de Virología de Wuhan. Ya en 2018 funcionarios del Departamento de Estado de Estados Unidos en China emitieron una advertencia acerca la insuficiencia de las medidas de bioseguridad, según lo informó el Washington Post, debido a “una deficiencia severa de los técnicos e investigadores apropiadamente entrenados necesarios para operar en forma segura este laboratorio de alta contención biológica”.
Dado que ya se han presentado accidentes en laboratorios de nivel 4 que han resultado en la infección del personal, existe la posibilidad de que la transmisión inicial del virus se haya presentado desde un murciélago a un humano, por lo que el “paciente cero” de la infección podría haber sido un trabajador del laboratorio, quien se infectó accidentalmente y luego diseminó la enfermedad entre la población de la ciudad de Wuhan. Se han obtenido reportes de la prensa china en los que se menciona a una trabajadora del instituto virológico, llamada Huang Yan Ling, de quien se sospecha que fue el primer caso de coronavirus del mundo (“paciente cero”). Poco tiempo luego de la publicación, Ling desapareció como persona, se eliminó toda su biografía en línea y, desde entonces, no hay rastro de ella.
Basado en el libro COVID-19 – CÓMO UTILIZAR POLÍTICAMENTE UNA PANDEMIA por Distel Steg. https://www.amazon.es/dp/1914576500?ref_=pe_3052080_397514860