Viernes 28 de octubre de 2022. La fecha está coloreado de rojo en el calendario de cientos de ex militantes de Vox en Málaga. Ese día, Macarena Olona ha anunciado su presencia en la capital andaluza para dar una conferencia sobre “la defensa de los derechos y libertades a través del TC y la inconstitucionalidad de los estados de alarma”. El evento será organizado por el Foro Libertad y Regeneración Política, que cuenta entre sus miembros con notorios representantes de la sociedad civil y la cultura malagueñas.

La visita a Málaga de la ex diputada de Vox no será una visita cualquiera. En Vox Málaga comenzó en 2020 el movimiento crítico que agitó las conciencias en toda España contra la falta de democracia interna en el partido verde, como el movimiento de las placas tectónicas agita la superficie terrestre devorándolo todo a su paso. Aquel movimiento fue promovido por la Plataforma Antigestora liderada por Antonio Pulido. Este ingeniero de 54 años, tesonero y católico practicante, será una de las muchas cientos de personas que se darán cita en el hotel NH. Como tantos otros, espera que Macarena elija esa fecha y el escenario de la capital costasoleña para adelantar algunas claves sobre su movimiento político socialpatriota en ciernes.

No es el único. Y es que Málaga, cuna del turismo y madre del mariscal Bernardo de Gálvez, uno de los héroes de la independencia de Estados Unidos, la primera en el peligro de la libertad, debe ser también el primer lugar que convirtió en operativo ese renacido sentimiento de ilusión y de esperanza para España que aglutina Macarena Olona.

De entrada, la alicantina defiende sin complejos la pervivencia de la identidad española incardinada al humanismo cristiano.

La salvación de España está en la voluntad de las almas que tienen fe. Macarena lo sabe y es por eso que marca distancias con la colección de tibios que tienden a defender intereses particulares por encima de la defensa del bien común. Ella aspira a liderar un movimiento transversal, donde tengan cabida españoles de derecha e izquierda, obreros y empresarios, hombres y mujeres.

La de España no debería ser una lucha entre rojos y azules. Por eso el proyecto de Olona ha sido concebido como una referencia moral, una lucha sin cuartel del Bien contra el Mal. No puede ni extrañarnos ni escandalizarnos, que el Mal, movilizado por quien puede, haya logrado su triple objetivo de secularizar la moral, descristianizar a una parte de nuestro pueblo, y profanar la política. Todo es dramático; pero la esperanza cabalmente patriota, fomentada por Olona, es alentadora, porque pretende servir de fuente de inspiración para enfrentarse a quienes dentro de las instituciones corrompen el poder, falsean los ideales y manipulan las conciencias.

Como en el legendario soneto de Machado: otra España nace, y esa España ha de tener su mármol y su día, su infalible mañana y su poeta.