Olona desquicia a Ortega Smith, quien tacha de “insignificantes” las voces críticas y les insta “a hacer el Camino de Santiago o a hacer meditación”
La diferencia entre la casta política española y la empresa privada se sintetiza en un ejemplo simple: una firma empresarial de prestigio nunca contrataría al alocado Javier Ortega Smith para ningún puesto de responsabilidad. El causante de la ruptura interna de Vox, lejos de la menor autocrítica, sigue instalado en la chulería, ajeno la deserción masiva de cargos públicos y militantes.
La gestión que durante años ha hecho del partido, su absoluto desprecio de las personas que lo integraban, su desmedida soberbia que le han llevado a creerse más español y patriota que nadie, lo que ya tiene mucho mérito apellidándose Smith, han venido a cristalizar en una alarmante bajada n las encuestas, algunas de las cuales sitúan a Vox por debajo del 8 por ciento.
El nuevo proyecto político socialpatriota de Macarena Olona, pero sobre todo la ilusión que la alicantina está generando en amplios sectores hasta hace poco vinculados a Vox, ha sacado a pasear una vez más la verdadera condición moral de Ortega Smith, que se dedica exclusivamente a hablar mal de ella y de los que la siguen, que ya son legión, lo que supone un despropósito más en la accidentada carrera política el ex boina verde, máxime cuando la abogada del estado ha sido el principal activo del partido verde en el Congreso de los diputados.
Según cuenta el diario El Mundo, el candidato de chiste a la Alcaldía de Madrid ha vuelto a arremeter contra Olona. “Insignificantes”. Con este término resume y define Vox a la ex diputada alicantina y a las voces críticas que en los últimos tiempos denuncian falta de democracia interna y señalan la poca relevancia de los territorios en los planes del partido de Santiago Abascal. Acusaciones que han llevado a destacados dirigentes a abandonar la formación, como es el caso de la propia Macarena Olona o, este miércoles, el que fuera candidato por Coruña en los últimos comicios.
“Se pueden ir al PP, a hacer el Camino de Santiago o a hacer meditación”, ha expresado el diputado Javier Ortega en alusión a Olona, quien acusó recientemente a la dirección del partido de orquestar un “linchamiento” contra ella.
Una tormenta interna que derivó, de hecho, en la sustitución del propio Ortega Smith en la secretaría general de Vox por el catalán Ignacio Garriga. Es este el primero de una serie de cambios para los que se prepara ya la cúpula de Vox, tal y como adelantó esta semana Santiago Abascal.
A ojos de Ortega Smith, según la misma fuente, “uno, dos, diez, cien o 2.000” están “en su derecho” si “deciden marcharse. “Nos encanta”, ha apostillado para remarcar que cada día se afilian al partido “cientos” de militantes (sic), por lo que no preocupa en absoluto en Vox las voces críticas o las salidas ‘insignificantes’ de las últimas jornadas.
A tenor de estas últimas descalificaciones, parece claro que la degradación de Smith no resolverá el problema de Vox; que todos los desmanes y disparates que los hombres de negro han estado cometiendo se han producido con el conocimiento y autorización de Santiago Abascal. Quienes conocen el partido saben que ahí no cae al suelo la hoja de un árbol sin que Abascal lo autorice; que es un partido que se basa en el culto a la personalidad y el autoritarismo en que muchos, raramente los mejores, necesitan protegerse.
Estoy hasta la coronilla de esas supuestas y reales disensiones internas de Vox, anunciadas por medios social-comunistas-etarras, por medios de la derechilla y por este mismo AD. Me recuerdan a esta propaganda ukro-otanista que más o menos viene a decirnos que los ukronazis ya han rebasado los Urales. Olona y decenas de exmilitantes tienen problemas con su antiguo partido, lamentablente pueden crear muchos enanos sin niguna virtualidad electoral ¿ Qué pasó con la Agrupación Ruíz Mateos, o con esa esperanza arrolladora de Don Jesús Gil) Descuartiza a Vox será la alegría de la izquierda social-comunista-etarra y de la PP; en… Leer más »
El resultado de su teoría es que debemos pasarnos toda nuestra corta vida tapándonos la nariz. Yo no estoy dispuesto a taparme la nariz con los políticos sean del color que sean (ATUFAN A MIERDA desde principio de los años 70 con el Caudillo en vida), no los aguanto y no les paso ni una; siento repugnancia por todos ellos. El odio me dura una milésima de segundo; el asco y desprecio que siento por ellos es eterno. Que se pudran, y cuanto antes mejor para todos.
Buenas noches y ¡Arriba España!
Prepotente, estúpido e imbécil, las tres papeletas
Este chaval tiene que volver a su frescura inicial. Mira a ver si te hace un hueco Olona en su futuro partido.
Este individuo desvaria
El mismo desprecio se lo haré yo en las urnas
Vox… lo que El viento se llevó……
Da la impresión de estar cada día más desbordado, y con el pelo más blanco. Además, ¿no quedamos en que ya no era secretario general?