ADIF cobra un euro por orinar en sus estaciones
En España hemos descubierto la pólvora… Pagamos impuestos para mantener el Estado, y el gobierno actual, que lo está destruyendo y, al tiempo, duplicamos los pagos.
Así tenemos que pagar tasas para acceder a la justicia.
O en el caso de ADIF, han inventado la que podríamos denominar “tasa del meón”, consistente en cobrar un euro cada vez que tienes necesidad de entrar en los servicios.
Recientemente tuve que ir a la estación de Delicias, en Zaragoza, a esperar a un amigo sacerdote, que quiso tener la deferencia de venir a visitarme, después del ictus que sufrí el año pasado.
Pues bien, venía el pobre hombre desde León en uno de esos trenes transiberianos, que van de Galicia a Barcelona, y el tren llegó con casi tres horas de retraso.
¡Puntualidad española!
Todo eso sin la mínima explicación a los usuarios; faltaría más.
Me senté en una sala de espera (todavía no cobran por sentarte allí, pero todo se andará), pero periódicamente tenía que salir fuera, de frío que hacía (era en julio, uno de esos días tórridos, en que la temperatura en Zaragoza era superior a 40 grados)
En cambio, en la sala de espera era de 21 grados, con lo cual el contraste era francamente malo.
Tomé un café en una cafetería de la estación, a precios de robo, literalmente, y claro, tenía que orinar. (El café es diurético, y las pastillas que tomo para la tensión, también).
Al acudir al baño público, me encontré un torno, y la necesidad de desembolsar un euro para poder orinar. ¿Baño público?
Más bien privado, pues si no pagas no entras.
De verdad que me entraron ganas de sacar la minga y orinar allí mismo, en la puerta del baño, para que quedara clara mi protesta.
Pero la educación que mis padres me inculcaron, y que les agradezco, y la que he ido adquiriendo en la vida, me impidieron hacerlo.
Pero no de quejarme, de forma pública y manifiesta.
Y más visto que las supuestas “asociaciones de consumidores” no están por la labor, pues no he visto queja alguna por este abuso de ADIF.
Por lo visto a ADIF, en tiempos del peculiar Ábalos, le sobraba dinero para comprar 5.000.000 millones de mascarillas, a 2,50 euros cada uno, IVA aparte.
¡Viva el Estado de Derecho, digo de desecho!
Y usted que lo vea…
*Académico, jurista y escritor.
https://www.ramirograumorancho.com
Totalmente de acuerdo con Don Ramiro, como sigue siendo costumbre. En este caso y como consecuencia de la bajada de precios de los títulos de transporte (con la evidente intención de captar votos cautivos), han decidido conseguir ingresos por vías imaginativas, haciendo uso de los 2.000 y pico asesores. Se podría decir que como las cuentas (entiėndase costes del Transporte Público), no serán capaces de cuadrarlas semejante patulea gubernamental, entonces hay que sacar dinero debajo de las piedras. como hacían siglos atrás los catalufos. Ahora el maná lo consiguen mediante chantajes políticos a cada gerifalte que “okupa” o asalta la… Leer más »
Orinar, o defecar, no es un lujo, ni un servicio, sino QUE ES UNA NECESIDAD FISIOLÓGICA.
¿O pretenden que acabemos meando por las esquinas, como los perros…?
O como en toda la India. La capacidad olfativa del hindú es el 10% de lo normal. Hace poco, un tipo que nunca en toda su vida se había bañado, murió a los 95 años. Se alimentaba de puercospines, una carne con un potentísimo olor a queso. Murió justo una semana después de haberse dado su único baño. A quién se le ocurre, a su edad.
La India es un país, fran camente, asqueroso.
Y los indios, en tér,minos generales, y salvo excepciones, son unos guarros de cuidado, de mucho cuidado.
Pobres estaciones…Como tantas cosas,
La realidad es que gastande forma manirrota, lo que hay y lo que no hay, y con todo hacen corto.
como decía el gran Quevedo, hace varios siglos, pronto nos van a cobrar por respirar…, Y NO QUIERO DAR IDEAS.
¿Hasta cuando vamos a seguir aguantando a este gobierno opresor, que nos chupa la sangre, mientras ellos viven a lo grande, malgastando el dinero público, como si no hubiera un mañana…?
¿Que España vamos a dejar a nuestros hijos y nietos?
Nadie se queja…, ergo, los españoles tenemos lo que merecemos.